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domingo, 1 de noviembre de 2015

CAPITULO 2-.LOS ELOHIM Y LA SERPIENTE EMPLUMADA.


CAPITULO 2



La rama principal del Hombre terrestre tiene inicio en una franja de tierra llamado actualmente Sicilia y precisamente donde surge la ciudad de Agrigento.
Estos seres primitivos después emigran a zonas particulares del planeta y con diferentes ambientes climáticos. Estos con el tiempo se multiplican, comenzando el camino evolutivo del primate de la especie.
Llegamos ahora a un periodo de tiempo equivalente a 75 millones de años atrás.

La Tierra, siempre en fase de desarrollo, se encuentra en la orbita actual del planeta Venus y este último en la del planeta Mercurio, en esta época todavía non existía. En el sistema solar en efecto todos los planetas ocupan orbitas totalmente diferentes de aquellos actuales y esto a causa de la presencia de un planeta llamado Mallona o Lucifer, que hoy ya no existe y del cual ha quedado solamente un numero enorme de asteroides. Es sabido que algunos científicos de hoy han descubierto que los anillos de Saturno y los numerosísimos asteroides que orbitan entre Marte y Júpiter, pertenecen a un planeta que ha sufrido una desintegración a causa del estallido de grandes yacimientos nucleares que se hallaban en el subsuelo. Es por este motivo que los huidos del planeta Mallona, con numerosas astronaves, atraviesan el espacio y llegan a la Tierra. Muchos otros huidos alcanzan también los planetas Marte, Venus, Saturno, pero no sobrevivirán.

El planeta Tierra, todavía muy joven y es proceso de desarrollo, está poblado por enormes saurios y por el hombre primitivo, por lo que no se vuelve totalmente hospitalario a los nuevos llegados; además no están equipados adecuadamente. Pero esto era un provisional arreglo dado el momento desesperado para los seres de Mallona, y es considerado providencial. Criaturas de ambos sexos creen de hecho encontrar sobre la Tierra un temporal alojamiento en espera de los acontecimientos.

Pero el tiempo de lo peor está muy cercano y mientras sobre el planeta agonizante millones de otras criaturas esperan la salvación, una visión apocalíptica y con un inmenso resplandor en cruz golpea la aterrorizada mirada de los huidos.

El cielo es entonces terso y aterrador. Una célula del Universo ha sido asesinada por el hombre rebelde, desobediente a las Leyes del Cosmos. Una grave culpa que no puede ser fácilmente eliminada y que el Cosmo condena severamente. El caos en todo el sistema solar se vuelve de enormes proporciones y muchos otros planetas, incluida la Tierra, corren el riesgo de ser empujados fuera del propio equilibrio. (Figura 22).



Figura 22- Vista parcial de nuestro sistema solar antes de la catástrofe.

El Sol vibra fuertemente dejando escapar de su superficie una enorme masa de materia incandescentes que se asentará después en una órbita cercanísima a este y que nosotros llamamos hoy Mercurio.


La Tierra, Marte, Venus y todos los demás planetas del sistema solar reciben los enormes choques, mientras los gigantescos restos del planeta destruido se dirigen en todas las direcciones del espacio sideral. Muchos de estos pequeños mundos encuentran asentamiento definitivo orbitando en la cercanía del planeta Saturno.

La perturbación del Sistema Solare es desastrosa y el planeta Tierra, este mundo de manto azul, sufre, además de los choques, el desplazamiento del eje polar y por lo tanto de todos los efectos de esta no menos desastrosa causa.
Erupciones, elevamientos y hundimientos de la corteza terrestre, invasión loca de las aguas, movimientos telúricos de basta magnitud. Los seres que en esta habían buscado una temporánea salvación para salvar la vida, son diezmados y sus medios completamente destruidos y  enterrados por la tierra y por al aguas en movimiento.

Los supervivientes no son muchos, ahora ya la lucha por la supervivencia se vuelve desesperante y sus mentes, trastocadas por el grandísimo sufrimiento psíquico, provocan la completa anulación de sus personalidades.
Los ojos desencajados por el terror son las cosas que quedaron por la inmensa desolación que lo rodea. Los infelices seres que han sobrevivido a tanta desventura, tienen ante ellos un pesantísimo equipaje  de enormes sacrificios para soportar en el largo camino de su existencia.

Pasa el tiempo y lentamente se ha anulando de sus mentes la imagen de tanta tristeza. El recuerdo de haber venido del cielo no les abandonará jamás.

Después de una temporal y aparente adaptación a la nueva morada, los seres mallonarios, huidos del desastre cósmico a causa de su diablura humana, impactan con la especie terrestre y primitiva que el planeta en aquel momento hospeda.

Sucede así un acoplamiento entre los seres de estas dos razas, por el cual se perpetua la genética del planeta Mallona, o sea de un cierto valor de carácter científico pero desgraciadamente privado de cualidades espirituales. A continuación estos seres mallonarios no logran sobrevivir sobre nuestro planeta a cusa de los continuas sacudidas del geoide (terremotos, maremotos y otras convulsiones debidas a la dilatación y a la contracción del planeta), pero sobre todo por la frecuencia vibratoria muy baja y por la presión atmosférica tan elevada, por lo que los que quedan mueren por hemorragia cerebral.

Permanece de esta manera el hombre primitivo con los valores genéticos más desarrollados científicamente.
Comienza a descubrir mejor la naturaleza y sus fuerzas, “tecnológicamente” se desarrolla, pero en su interior permanece todavía la sombra espectral de un triste y atávico recuerdo.

Inexorablemente el tiempo pasa: Llegamos a las cercanías de 63 millones de años atrás.

Sobre el planeta suceden nuevamente sacudidas enormes a causa del su asentamiento causado por el cambio del eje magnético y por obra de un asteroide que impacta con el geoide, determinando la cíclica mutación del planeta Tierra.
Los dinosaurios desaparecen de inmediato no solo por este motivo sino sobretodo por la intervención, de enormes magnitudes, de los Señores del Espacio. De hecho los dinosaurios intervenidos sobre el cóccix y sobre la hipófisis (figura 23), sufren una reducción estabilizante de la propia mole para adaptarse a una nueva frecuencia vibratoria del planeta y a la disminución de la presión atmosférica.

Además de impedir el desarrollo y la proliferación de tales gigantescos animales, los “hombres del cielo” descienden por una escalera, anestesiando los dinosaurios y operándolo sobre el cóccix y sobre la hipófisis y trasformando así la información genética del su crecimiento.



Figura 23 – Escena bifacial, grabada sobre una de las muchas piedras halladas en la ciudad de ICA (Perú), que representa la intervención sobre los mastodónticos dinosaurios realizado por los Hombres-Dioses, llegados a nuestro planeta sobre un “pájaro metálico”.

En este periodo aparecen nuevos animales é insectos (abejas, caballos, etc.), traídos de otros mundos. El ambiente fue mutado para volver posible la evolución de la vida: La Tierra y sus frutos son bendecidos por el Sol.




Figura 24 – La Tierra y sus frutos son bendecidos por el Sol.

El hombre, aún habiendo sufrido un impacto genético traumatizante (Mallona), retoma, gracias a una nueva y determinante intervención de los Elohim, su largo camino evolutivo. La intercesión, sucedida después de millones de años, caracteriza y determina su futura ascensión, pasando así de humanoide a homo-sapiens, o sea poseedor de una genética informativa con altísimos valores morales, espirituales y científicos.

“Los hijos de Dios se enamoraron de las hijas de los hombres y las fecundaron”. (Génesis, 6.2).

Podemos colocar esta extraordinaria intervención de los extraterrestres, por voluntad suprema de los Elohim, hace unos 5 millones de años.

“Las cuatro Razas injertadas por Voluntad de los Arquetipos Solares, eran de forma humanoide.
Los Arquetipos, que han presenciado y emitido las Entidades Espirituales para tal proceso creativo y evolutivo de esta célula del Divino Cuerpo Macrocósmico, pertenecían a los Genios Solares de tres constelaciones que gobiernan el universo: Águila, León, Toro.

Los artífices de la vida de Dios manifestado, habían cumplido, sobre nuestro planeta, una estructuración cosmológica con predisposiciones evolutivas iniciales para un grupo enzimático tridimensional con predisposiciones evolutivas mutantes, a través del conocimiento binario.

El pensamiento creativo, nacido de la Suprema Inteligencia Cósmica, se había manifestado por medio de seres que lo interpretan y lo vuelven ejecutivo.

El injerto ha dado sus frutos y la ascensión ha tenido inicio.
Ahora, todo depende de la aceptación o no, por parte de las enzimas, de evolucionar en Conciencia, Obediencia a la Ley Divina o rechazar y sufrir un proceso forzado de las Leyes Rígidas que sostienen la Economía Creativa del Ser Macrocosmico.

Ahora, el hombre es libre en la experimentación para percibir, a través de la experiencia dualista, el Conocimiento y la completa Conciencia de la Verdad, para discernir lo negativo de lo positivo y viceversa, iniciarse para ser instrumento activo y operante de la Economía Creativa y Automedonte del Reino Tridimensional del Espíritu Creativo Manifestado, o Dios Viviente (mineral, vegetal, animal).

Una responsabilidad desafiante que ni tan siquiera los hombres de hoy asumen, a pesar de las duras reprimendas de la Suprema Ley Creativa, a pesar de las amonestaciones de Aquellos que presiden el Derecho del Cosmos y las Inmutables Leyes que lo gobiernan.

La desobediencia continúa y la degeneración avanza, hipertróficamente, recorriendo un lugar que activa nuevas y más duras represiones por parte de la Suprema Ley de la Armonía Creativa.

Los Zigos (mineral, vegetal, animal: Aire, Agua, Fuego y Tierra) se rebelan porque son forzados a sufrir un proceso involutivo y destructivo por parte del hombre”.

Los Perfectos Conocimientos científicos de los extraterrestres, provenientes de ORIÓN, PORCIÓN, ALFA CENTAURO y LAS PLÉYADES, les permitieron a Ellos recorrer el grande e ilimitado océano del espacio y alcanzar el actual sistema solar, con un objetivo muy concreto e instruido por los Astrales; injertar la Nueva Genética al hombre del Planeta Tierra.
Prácticamente hacen a lo grande lo que Noé realizará en pequeño.
El planeta ofrece, a pesar de todo, muy pocas posibilidades de supervivencia, debido a la joven impetuosidad de los elementos todavía en fase de asentamiento. Las inmensas astronaves del espacio descansan en las extensas y verdosas llanuras de la Tierra.
Miles de pequeñas islas volantes se posan, en grupos, en diferentes puntos del planeta. Sus Jefes Directores son cuatro y cada uno de Ellos representa la Voluntad Colectiva de las cuatro razas: la rubia-blanca, la negra, la amarilla y la roja.

Otras numerosísimas naves espaciales, al mismo tiempo, se dirigen hacia los planetas Venus, Marte, Saturno, colonizándolos. Este Sublime Acto de Amor hacia el hombre terrestre el de la transmisión de la genética, sucede a través del acoplamiento físico: Como consecuencia nacen los TITANES, portadores de la genética GNA con Valores potenciales Cuatridimensionales. Las característica de cada raza son muy diferentes unas entre otras.
Por ejemplo, la raza injertada por los Seres de Alfa Centauro, de estatura variada, rubia, alta, exuberante y con los ojos azules, tiene una fuerte genética informativa erótico-creativa y con una dinamicidad psico-motora suficientemente realizativa sobre el plano físico.

Sin embargo la raza injertada por los Seres de la Pléyades, de estatura variada, corpulenta, con el color de la piel rojo sangre de buey, ojos oscuros con corte oval, tiene una fuerte genética informativa Espiritual y con una dinamicidad psico-motora constructiva e imitativa de la Leyes Fundamentales del Espíritu Creativo.

Por otra parte, la raza injertada por los Seres de Porción, de estatura variante, corpulenta, de color de piel amarillo o color verde claro, ojos oscuros ovales, presenta una fuerte genética informativa Intelectual y con un dinamismo psico-motriz inventivo-práctico-colectivista-místico.

Finalmente la raza injertada por los Seres de Orión, de estatura variada, corpulenta, color de piel marrón oscuro y con los ojos normales, presenta una fuerte genética informativa mágica y con un dinamismo psico-motriz Genial Instructivo de la Fuerzas Materiales y de las Vibraciones Primordiales de la Energía.

La raza amarilla primeramente y la rubia después tienen un óptimo empuje inicial, ayudada de la menor absorción de emociones y de la reducida irascibilidad de los elementos naturales. La raza amarilla como primera una vivaz reminiscencia de los elementales instintos organizativos del alma colectiva que caracterizan los originales valores atávicos.
La raza roja después y por ultimo la negra, deben afrontar una fuertísima resistencia debido a los elementos en continuo espectro apocalíptico que presionan en sentido negativo sobre el frágil complejo psíquico apenas formado en la nueva dimensión.


La raza roja ha sido la más sensible en dar a luz, aunque si esto pudiera parecer absurdo. 



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