CAPITULO III
Lecciones
de conciencia cósmica
PREGUNTAS DE ESTUDIO
“¡En el corazón existe Luz
si
el corazón de la vida
arde
de Amor y Sabiduría!”
Desdoblamiento:
Viene ante mi, como
un profesor, un hombre de rostro amarillo, que luego se vuelve normal. Yo lo
bendigo tres veces preguntándole quien es; él está sereno y con dulce seriedad
comienza a explicarme:
“Existen diferentes
tipos de relación de la naturaleza con el hombre (del hombre con la
naturaleza), diferentes tipos de relación entre la materia y el astral,
diferentes tipos de sueño, el sueño profundo y el sueño astral.”
En el corazón y en
la mente de cada uno de nosotros, entrar en la órbita de una iluminación
interior, quiere decir no sólo adquirir una serenidad de conciencia, sino
comenzar a hacerse preguntas sin tregua, como al iniciarse en una serie de
estudios decididamente fuera de toda racionalidad humana.
Esta serie de
estímulos de conocimiento siempre ha sido atendida por Eugenio, aún siendo poco
apreciada por quien se consideraba más cercano, sin verdaderas respuestas de
profundización y puesta en práctica. A principios de los años 70, a medida que
podía juntar enseñanzas escritas y verbales, de los diferentes encuentros, era
angustiosamente empujado a hacer esquemas y síntesis.
¿Cuál es la real función del hombre en la economía
creativa?
¿Y cual la de nacer, vivir y morir?
¿Qué existe del hombre después de la muerte física?
¿Qué es el hombre?
¿La envolvente física o el otro, aquel que de ella se
sirve?
¿Qué cosa es mortal en él y que cosa no lo es?
¿Qué queda de él?. ¿Su identidad inmortal puede
nuevamente unirse a otra envolvente, diferente del físico humano?
¿La “segunda muerte” significa perder el Ego Sum y,
por consiguiente, la retrocesión de su identidad inmaterial a un espíritu
colectivo animal?
¿Es cierto, o no, que el hombre está vinculado a la
inmutable y eterna Ley de Causa-Efecto, aún poseyendo el libre arbitrio?
¿Cuándo, verdaderamente, el hombre falla en su
cometido?
¿Quién y que determina la evolución de la Entidad
Espiritual Astral del hombre?
Hablemos de ello.
Las respuestas a estas numerosas preguntas no son
difíciles, basta conocerse a sí mismo para obtenerlas. Además conocerse a sí
mismo no es imposible si se indaga profundamente y en conciencia sobre la
propia naturaleza temporal, sin perder nunca de vista la Causa, el Alfa,
instruida por la Suprema Inteligencia del Espíritu Omnicreante, siempre
presente y omnisciente, siempre operante por el continuo devenir del Ser
Macrocósmico y de Sus no derogables exigencias.
¿Su Ley? Causa-Efecto. El hombre no ha sido creado por
casualidad, sino por un preciso fin funcional. El medio no es el fin. El hombre
físico es un personificador de la real identidad inmortal y eterna. La
estructura física del hombre no es la perla, sino la concha que contiene,
escondida, la perla. Es un banal ejemplo, válido para quien quiera entender. Es
como decir: “¡Yo no soy el automóvil, sino el conductor!”.
La identidad inmortal y eterna, que convive
temporalmente en un cuerpo material, no puede morir, ni aún si lo desea, porque
su patria es la eternidad. Pero puede perder la propia real libertad y, a
menudo, sucumbir a las debilidades de la dimensión corruptible. Esto sucede
sólo cuando se descuida volverla fuerte o cuando se pierde la consciencia de
aquello que es realmente. Se yace en el dolor y en el sufrimiento cuando se
olvida la Suprema Ley “Causa-Efecto”.
Entonces la máquina y el piloto no
responden más a las solicitudes de la Ley y el peligro es grande. Es, pues,
verdad que el uno o el otro, en una misma cosa, determinan una incompetencia
que desarrolla una serie de efectos. “Lo que se siembra se recoge”. Si se
desciende hacía el valle es imposible aspirar alcanzar la cumbre. Quien desea
conservar intacta su real identidad y saborear la magnificencia de las mayores
alturas que más acercan a la eterna beatitud de la Vida Astral, lo debe ganar a
cualquier precio. Quien no se vuelva idóneo a la Angelicidad, nunca podrá
vencer la muerte, nunca podrá conocer la Verdad que hace libres, libres de
verdad. La materia y todo cuanto esta propone serán su prisión hasta que haya
hecho, enteramente, su deber con abnegación y con sabia conciencia. Entonces, y
sólo entonces, podrá ver el triunfo y ganar la corona de la Vida Eterna. “No
hay efecto sin causa.”
La dimensión del Imponderable no
puede ser conocida por el hombre hasta que no haya comprendido que él es un
efecto y no una causa. La causa de todo: energía-materia, materia-energía y
todo cuanto está manifestado y no manifestado, es la Suprema Inteligencia
Omnicreante Cósmica. El Espíritu de la Inteligencia Omnicreante Universal es el
artífice de la Deidad, el dispensador de Sus prodigiosos y geniales atributos.
No es posible replicarLE, porque es El la Causa de Todo, nada excluido. Los
Seres Dios nacen de su Luz y son los ejecutores infalibles de Su incontrastable
voluntad, los personificadores de Su Potencia, de Su Omniscencia, de Su
Omnipresencia. “Dios” es el título que corresponde, por derecho, a quien
encarna el “Espíritu Omnicreante”, o “Espíritu Santo”, y ejecuta Su
irreplicable voluntad. Todo hombre puede, potencialmente, ser un hombre-dios,
si se vuelve digno de serlo. Los hombres hacen a los santos, pero la Deidad
solo la concede el Espíritu Omnicreante, o Espíritu Santo, o quien Lo encarna.
Una vez, Eugenio
reprendió con firmeza a una señora que pretendía considerarlo un Dios y le
contestó que en los mensajes, hablar en primera persona correspondía al que transmitía
y no al que recibía, por lo cual, aún si al enseñante nosotros podemos
considerarlo como divinidad, el instrumento, es decir Eugenio, solo hacía de
mensajero, cualquiera que fuese la consciencia.
Ser depositarios de
una consciencia, de una verdad, quiere decir simplemente ser Servidores del
Divino, por amor de quien en esta fuente podrá alcanzar sus programas,
desconocidos al mensajero mismo.
El concepto del
“devenir Dioses” debe considerarse bajo otro plano.
“El ser Dios significa alcanzar los
absolutos conocimientos de la Ley Creadora e instrumento consciente del
Espíritu Santo.
Es verdad que Dios está en vosotros, en nosotros y en
toda cosa, y también es verdad que si así no fuese, no sería ni Omnisciente, ni
Omnipotente, ni Omnipresente.
Si os retardáis, todavía, en
escrutar atentamente vuestra real naturaleza, continuareis sufriendo los
efectos de las causas que nacen con vosotros por programaciones establecidas a
priori, por la inevitable Ley de causa-efecto.
La experimentación del conocimiento es una exigencia
forzosa del Espíritu, encarnado en una dimensión apta para una determinada
experiencia o para una particular misión operativa.
Conocer a Dios también significa
conocer el todo, porque en realidad la compleja estructura del macrocosmos también
está reflejada en el hombre.
¿Por qué existo?. ¿Quién produce mi
existencia y a qué ésta sirve?. ¿Opero consciente o inconscientemente?. ¿Existe
una Ley que me ordena hacer una cosa en lugar de otra?. ¿Puedo hacer una cosa
diferente de la que la Ley establece sin incurrir en castigo?. ¿Cómo puedo
hacer el bien si no lo conozco?.
¿Cómo puedo evitar el mal si no lo
conozco?. ¿Las experiencias para qué sirven?. ¿La experimentación está
establecida a priori?. ¿Por qué debo conocer el mal?. ¿Qué es el mal?. ¿Qué
produce el bien?.
De imagen astral a imagen física
¿Quiénes son los artífices de este prodigio que, produciendo la imagen arquetipo, proyectan ésta en una dimensión material?.
¿Son los creadores de lo visible?.
¿Es el invisible quien crea lo visible?.
¿Es lo inmaterial lo que produce lo material?.
La energía que se transforma en materia y la materia que se transforma en energía: esto es verdad, pero ¿quiénes son los instrumentos de la Inteligencia que plasman la imagen para luego realizarla en las diferentes dimensiones?.
¿Quiénes son los artífices de este prodigio que, produciendo la imagen arquetipo, proyectan ésta en una dimensión material?.
¿Son los creadores de lo visible?.
¿Es el invisible quien crea lo visible?.
¿Es lo inmaterial lo que produce lo material?.
La energía que se transforma en materia y la materia que se transforma en energía: esto es verdad, pero ¿quiénes son los instrumentos de la Inteligencia que plasman la imagen para luego realizarla en las diferentes dimensiones?.
¿Quién los conoce?.
Yo no pensaba; pienso, produzco la imagen y la realizo, la vuelvo visible , se vuelve realidad.
¿Pero antes, dónde estaba la imagen?.
Ya existía.
¿Pero producida por quien?. Yo sólo percibo lo que existe. Las imágenes son realidades potenciales que he percibido y no realizado, o realizado.
¿Entonces?.
¿Entonces, todo aquello que es, y será, existe, todavía antes de manifestarse?.
¿La casualidad no existe?.
¿El libre arbitrio es muy relativo?.
Yo no pensaba; pienso, produzco la imagen y la realizo, la vuelvo visible , se vuelve realidad.
¿Pero antes, dónde estaba la imagen?.
Ya existía.
¿Pero producida por quien?. Yo sólo percibo lo que existe. Las imágenes son realidades potenciales que he percibido y no realizado, o realizado.
¿Entonces?.
¿Entonces, todo aquello que es, y será, existe, todavía antes de manifestarse?.
¿La casualidad no existe?.
¿El libre arbitrio es muy relativo?.
El metro con el que medís las
dimensiones se vuelve insignificante para las dimensiones que os superan y no
revisten el carácter de la relatividad. Existen ciento cincuenta billones de
Universos, que componen el Macrocosmos. Existen infinitos Macrocosmos. El
Espíritu Creador reside en el átomo primario, que es el Hidrógeno, y allí
reside la Inteligencia Divina del Ser Andrógino “Dios”. “Vosotros sois Dioses y
sois a Su imagen y semejanza”.
Observad la funcionalidad biofísica de vuestro cuerpo y las estructuras complementarias de los elementos que lo instruyen:
Observad la funcionalidad biofísica de vuestro cuerpo y las estructuras complementarias de los elementos que lo instruyen:
cuerpos y anticuerpos, dinamismos
físicos y dinamismos astrales. En una galaxia existen componentes idénticos
sobre un plano de valores existenciales completamente diferentes. Vuestra
dimensión es bio-física-astral-espiritual microcósmica con relación a la
astro-física-astral-espiritual macrocósmica. Mutan sustancialmente las
potencias dominantes, con flujos y reflujos ordenados por una ley rígida,
surgida de la Inteligencia Creadora.
EVOLUCION DE LA CONCIENCIA HUMANA
Si para los Ancestrales Padres el “Sol” fue objeto de sentida y profunda adoración, para mí, El es algo más grande, más infinitamente adorable.
En El he notado siempre, y todavía hoy noto más, la
incomensurable y divina presencia de todo aquello que la humana inteligencia
ha, siempre, y en todos los tiempos, identificado en Aquel que ha llamado
“Dios”.
Cuando cesará el deseo de crear a Aquel que es el
principio o el Alma de todo, entonces la inmovilidad de la vida creativa será
inevitable.
Sobre aquel Astro que los hombres llaman “Sol” reside
aquella inconmensurable e inconocible Inteligencia Cósmica que es la Causa
principal de todos aquellos vehículos conocidos e ignorados que plasman,
organizan, modifican y hacen vibrar de vital conciencia la vida de todas las
cosas.
El es el Logos de la dimensión pura
en donde la extrema evolución de todo ser se identifica con la “Conciencia
Creativa Cósmica”.
Si es verdad que de El brotan todas las causas por las
que toda cosa está sujeta a sufrir los efectos, también es verdad que la
fundamental Ley del devenir de todas las cosas y de sus diferentes
metamorfosis, están ligadas, de forma absoluta, a otras tantas leyes de
naturaleza inversa.
El exterior de toda cosa es la expresión de la
Inteligencia Cósmica en una de las tantas dimensiones en las que se agitan los
ciclos evolutivos de la creación.
El interior de toda cosa es aquella invisible fuerza
intelectiva cósmica que ejercita en la creación del todo aquellas estructuras
por las que toda cosa está obligada asumir, en los campos físico y psíquico,
una particular forma exterior y un particular grado de conciencia.
En la habitual dimensión, la personalidad exterior,
temporal aspecto de la Inteligencia Cósmica, es la estructura ideal en la que
esta se manifiesta subjetivamente.
El cuerpo es el sujeto, mientras que la Inteligencia
Cósmica es el objeto, o mejor la verdadera y única identidad que subordina a Su
voluntad la actividad temporal de todas aquellas estructuras que quieren ser
sus capacidades, expresadas en la existencia bio-fisica-psíquica.
En la habitual dimensión , la laboriosa actividad de
todos aquellos órganos que constituyen el sujeto y sustituyen al objeto, es la
manifestación de la percepción de todos los efectos físicos en relación a la
dimensión del objeto.
Cuando el objeto, haya alcanzado la
saturación de Su manifestación en el campo físico, hasta consentirle el, así
llamado, tránsito dimensional, la actividad del sujeto, o mejor de las
estructuras exteriores, viene a cesar por la falta de la asistencia de la Inteligencia
Cósmica.
Por lo cual el sujeto queda desorganizado y, por
consiguiente, en camino de lenta descomposición, mientras el objeto inicia el
desarrollo de sus actividades a través de las nuevas causas y de los múltiples
efectos de la nueva dimensión.
En este punto, el objeto o, mejor, la Inteligencia
Cósmica retorna al estado semi‑originario, estando todavía impregnado de todos aquellos efectos de
carácter psico‑físico.
Yo digo que , si en cada uno de vosotros provocáis la
voluntad de la Inteligencia Cósmica, vuestro cuerpo se volverá como es justo
que sea, el más dócil y el más sensible instrumento de felicidad y de
satisfacción.
Vuestro cuerpo, siendo estructura subjetiva en la
composición de su naturaleza material, proponiendo los complementos al objeto
adormecido, informa los actos según sus instintos y, a menudo, provoca un
servicio arbitrario o, mejor, una obra sin conciencia. Es verdadera, pues, la
indispensable necesidad, en la Voluntad de la Inteligencia Cósmica, de evitar
que el sujeto, arbitre los actos y las cosas según su íntima naturaleza, dando
la estampa de un carácter extremadamente diferente e invitando, al mismo objeto
a sufrir los efectos.
Es cuanto más peligroso dejar adormecida la voluntad
de este “ser” que se identifica con aquella dimensión originariamente perfecta.
Una limitada participación aportaría, de forma
tangible, un conjunto de efectos bastante nocivos para el equilibrio de la
estructura material del sujeto.
La insuficiente actividad de una parte del sujeto, en
un tiempo bastante prematuro, es precisamente un efecto causado por la ausencia
de voluntad de la inteligencia cósmica.
El sujeto, con todas sus estructuras exteriores, es el
habitáculo del objeto. El sujeto, mermado de una o más estructuras exteriores
no limita , en ciertos casos particulares, el derecho del objeto a quedar en
aquella dimensión dada.
No es así, sin embargo, cuando el sujeto es privado de
aquella unión, que es el presupuesto básico sobre el que se apoyan los máximos
valores interiores y por el cual se manifiesta la continuidad de coexistencia.
Cuando el sujeto es forzado a sufrir el enredo,
pasivo, de sus desordenadas y arbitrarias actividades creando, sobre el campo
estructural exterior, un cúmulo de efectos particularmente negativos, que
inducen a los órganos inmediatamente operativos en el campo del objeto, a
recibir una serie de estímulos negativos y por lo tanto progresivamente
letales, el objeto queda en la espera de intervención.
Es verdad que la Inteligencia
Cósmica puede intervenir enérgicamente, pero también es verdad que Su
intervención está subordinada a un activo ejercicio mental, capaz de convergir
Su benéfico influjo sobre aquel determinado punto.
El habitáculo es el medio con el cual el espíritu se
complace manifestándose en el campo dimensional fisico‑psíquico.
El cuerpo, siendo este una construcción ideal que
manifiesta las capacidades creativas de la Inteligencia Cósmica, debería quedar
en un perfecto subordinado a los estímulos reales que le llegan del interior.
Así no es si su habitáculo se vuelve un vibrador de
efectos exteriores, nacidos de la excesiva emotividad de su naturaleza,
excesivamente opuesta a la de la Inteligencia Cósmica.
La conciencia que es, justamente, el puente que une en
la dimensión al uno y al otro, quisiera ser el equilibrador.
La voluntad quiere ser un puente de correspondencia
entre las exigencias del habitáculo y la correspondiente necesidad del
espíritu.
La psiquis quiere ser un depósito de valores
adquiridos, inmóviles y móviles.
Los inmóviles pertenecen a la causa del habitáculo,
vibrando sobre su plano dimensional; los móviles en cambio, están ligados al
plano dimensional de la Inteligencia Cósmica.
La manifestación del exterior es el
efecto vibratorio de la causa en si manifestada. Puesto que la causa es la
Inteligencia Cósmica, el exterior es la expresión de un dato evolutivo de la
Inteligencia Cósmica en aquella determinada dimensión.
El desarrollo psico-físico del ser manifestado está
enteramente ligado a la conciencia de la Inteligencia Cósmica, Ya que son
cuatro las conciencias básicas de la
dimensión material, y precisamente:
A)Conciencia Mineral - B)Vegetal - C) Animal - D)Humana
Es verdad que la expresión de aquel dato evolutivo,
arriba expresado, está acompañado de una Conciencia y de un desarrollo psico-físico
inherente al plano básico.
En la figura de la pirámide está, en práctica, el
secreto de los actos relativos a la evolución de cada conciencia individual con
respeto al tiempo, y del movimiento de los elementos, que son los efectos
principales de la constitución dimensional material.
- La Conciencia Mineral se desarrolla en Conciencia
Vegetal.
- La Conciencia Vegetal se desarrolla en Conciencia
Animal.
- La Conciencia Animal se desarrolla en Conciencia
Humana.
A+B+C=D. ¡Una formula inversa no es posible!.
Es, en su lugar, posible que D se manifieste con una
particular influencia de A o de B, o de C, sin sustituirse, por ésto, a la
básica Conciencia humana que es justamente la expresión máxima del ciclo
cuaternario de la dimensión material sobre el plano exterior psico‑físico.
La Inteligencia Cósmica, aún manifestándose en todas
las cosas, presentes en las diferentes dimensiones del plano físico y aún
siendo la causa principal (participante en la formación de todos los efectos
que ligan y organizan las diferentes estructuras de las cosas en los diferentes
ciclos evolutivos), no pierde de hecho sus características cósmicas.
Aún participando en las
manifestaciones creativas del devenir continuo y así en la eterna metamorfosis
de todas las cosas, la Inteligencia Cósmica queda ligada a Su naturaleza
eterna.
También en los planos superiores de la Triada, o mejor
en las dimensiones metafísicas y espirituales, Esta no deja de ser cósmicamente
tal.
En la Triada
Superior la manifestación de la Inteligencia Cósmica es del todo divina.
Comenzamos diciendo que el primer ciclo evolutivo de
la Triada Superior está sobre el
plano metafísico, es pues una expresión creativa interior con influencia, más o
menos, de carácter exterior.
A) Plano metafísico
B) Plano espiritual
C) Plano divino
A+B+C=D
A+B+C+D= Plano metafísico.
El hombre, síntesis dinámica evolutiva del cuaternario psiquico‑físico, se vuelve la conciencia de la Inteligencia Cósmica o, mejor, una criatura sobre un plano dimensional cósmico”.
Este alto concepto
de la pirámide evolutiva humana cuadridimensional, mal se acerca al sentido de
la vida al cual está ligado quien escucha estas palabras sólo por curiosidad,
para el que todo está encerrado entre la vida y la muerte, el espacio y el
tiempo. Bien se puede intuir cuales pueden ser las preguntas más frecuentes, a
las que Eugenio con constante paciencia contestaba:
“La muerte y la vida son dos
aspectos de una única realidad inmortal. La ley evolutiva de toda especie
encarnada en la dimensión sensorial, arrastra, con programaciones bien
definidas, el destino de cada uno de nosotros hacia una meta cada vez más alta
y consciente”.
Las formas
andróginas son astrales: ¡Una 5ª dimensión tan lejana de nuestra inicial 4ª!.
En realidad nuestra
esencia espiritual es unitaria, aún si en esta forma actual se ha desdoblado
con experiencias paralelas y complementarias.
A estas leyes está
sometido el hombre y toda cosa por él sondable en las formas.
“Si pudieseis conocer aquello que,
invisiblemente, se mueve entorno a vuestros valores dimensionales,
comprenderíais la utilidad, no sólo de vuestra existencia, sino también la
necesidad de eliminar cuanto os hace sufrir. A menudo aquello que no podéis
sondear, se manifiesta para indicaros que existen dimensiones capaces de compenetrar
la vuestra, siendo éstas diferentes y superiores a vuestros poderes
psicofísicos.
Existe una Jerarquía Cósmica que
gobierna lo Alto y lo Bajo, el Macrocosmos y el Microcosmos, lo Visible y lo
Invisible, lo Material y lo Astral.
Lo Astral coordina e instruye lo
Material, y esto por un Supremo Ordenamiento del Espíritu Créante.
El hombre no inventa nada, nada nuevo. Realiza cuanto
el espíritu ya conoce a través de la memoria, a través de la mente creadora del
todo a la que está indisolublemente ligado.
Si aquello que inventa no fuese preexistente ¿cómo
podría inventarlo?.
Aquello que es y será, siempre ha existido en la mente
de la Inteligencia Omnicreante.
El Alfa es el principio y el Omega el fin pero, en
verdad, el Alfa y el Omega son dos aspectos de una única cosa. Lo Increado y lo
manifestado se identifican porque brotan de la idea que realiza, manifiesta,
estructura en la deseada dimensión.
El hombre recoge del infinito
depósito en que se mueve una infinidad de experiencias positivas o negativas,
experimentadas y eternamente presentes en el tejido dinámico de los espacios
cósmicos.
“Antes de que tu fueses, Yo ya te conocía”.
Así se expresa el Genio cósmico a Eugenio:
“En verdad, toda cosa que cae bajo tus sentidos, tiene una forma dimensional definida según la ley que regula el plano material.
Ahora te digo que la forma es temporal en visión y
percepción.
Si esta cosa está inmersa en otro campo dimensional,
se vuelve bastante diferente de cómo ha sido, primariamente, aceptada.
Todas las cosas que te están cercanas están sujetas a
cambiar, siendo estas una cantidad de cosas en continuo movimiento evolutivo.
Las cosas terrenas no pueden ser definidas porque no
gozan de la pureza ni poseen la inmortalidad.
El plano material está gobernado por tal ley porque
existe la voluntad de manifestarse en tal dimensión.
Vuestros primeros padres, aquellos que fecundaron la
vida inteligente sobre vuestro planeta, vinieron de lejos y no eran terrestres.
Las primeras tribus de humanoides,
hijos del mundo, estaban privados de inteligencia, antes de que aconteciese el
acoplamiento entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres. Entonces se
volvió “Homo-Sapiens”, o bien heredero de una genética injertada por una
Voluntad Superior, por Dios viviente.
Los Dioses se habían complacido volviendo un hombre‑animal a Su imagen y semejanza,
concediéndole el beneficio de la inmortalidad con condiciones bien precisas y
con la obligación de respetar y obedecer a la ley de los Creadores y venerar la
fuerza Omnipresente, Omnipotente y Omnisciente del Santo Espíritu Creador del
todo, Dioses comprendidos.
Todo cielo tiene un Padre, un Gobernador de la
Inteligencia Créante, un Dios - como vosotros lo llamáis - con la colaboración
de una escuadra indefinible de coordinadores, de instructores, de vigilantes,
de modificadores, de manipuladores Hijos de la Luz y Patrones de Su Poder y de
los elementos primarios, realizadores de la vida en sus diferentes dimensiones.
Vuestro Sol es logos de la Idea Divina Creante, donde
toda Idea se vuelve forma antes de ser, de existir, de servir, de ser servida.
La verdad es el conocimiento y el conocimiento es
acumulación, depósito indestructible de las obras experimentadas en el edificio
creativo, en donde se forja el devenir continuo, mutable, eterno del cosmos.
El ayer y el mañana se identifican en el eterno
presente, mientras que el espacio y el tiempo no son otra cosa que apariencias
emanadas de las dimensiones relativas de las masas gravitantes en los
hemisferios materiales. El absoluto solo existe en la astralidad, en donde todo
es causa sublimada por la incorruptible armonía del Poder Divino y de la
androgeneidad de las formas nacidas de la idea de la Luz Creante”.
EL HOMBRE
Como ha sido dicho, el hombre
físico-anímico hace parte del Alma del mundo. A diferencia de cuanto el planeta
concibe y pare: minerales, vegetales y animales, el hombre posee el privilegio
del Espíritu individual.
Los genios astrales han concedido al
hombre, a través de un particular injerto genético, asumir un orden bien preciso
en el proceso evolutivo de las especies menores, también ellas empeñadas en la
transformación de la materia en energía y de la energía en materia.
El hombre debería ser el principal
artífice de la ascensión espiritual y astral de los tres reinos en continua
evolución. ¿Pero es así? ¿El hombre desarrolla con conciencia este cometido
suyo?. El, debería ser el mayor tutor de los equilibrios cosmo-físicos y
cosmo-dinámicos que gobiernan este “ser macrocósmico” que se llama planeta
Tierra.
El hombre es, en realidad, el Genio
del Alma de la Tierra y de cuanto ella concibe y pare con su naturaleza
cósmica, por virtud del generador de la luz
creadora.
Su insubordinación hacia quien lo ha
hecho a su propia imagen y semejanza con un fin bien preciso e inequívoco, ha
hecho emerger una incompatibilidad que la Inteligencia Omnicreadora Cósmica no
puede tolerar.
¡Los genios astrales, creadores de
forma y de sustancia, proponen al hombre un serio, responsable arrepentimiento,
antes de que sea demasiado tarde!.
Estos Genios Solares pueden, en el
momento que lo consideren oportuno, reestructurar la esencia de la genética que
ha concedido al primate del hombre el Ego-Sum y las prerrogativas astrales
otorgadas.
La utilidad del ser humano
“inteligente” debería ser, si estuviera realizado y consciente de su real
identidad, un válido cooperador del Espíritu Omnicreante, del Supremo
Arquitecto de toda cosa creada.
Debería, si estuviera en plena
posesión de la verdad, desarrollar la actividad que le corresponde, secundando
los deseos de quien lo ha vuelto a Su imagen y semejanza, de quien le ha
dictado la ley para hacer progresar y evolucionar, para encaminar todo aquello
que le ha sido confiado, hacia una constructiva, pacífica, justa evolución.
¡Pero no es así!. La actividad que el
hombre desarrolla no es compatible, sino que está en total contraste con el
Espíritu Omnicreante.
La Enzima Piramidal (hombre),
continúa estructurando negativamente la linfa anímica del planeta, provocando
colapsos cosmo-dinámicos muy peligrosos para su sobrevivencia.
Existe un lazo indisoluble entre los
valores dinámicos de los elementos que constituyen las estructuras vitales de
vuestro planeta y los dinamismos bio-físico-psíquicos que constituyen vuestras
estructuras vitales.
Existe, también un dar y un tener
que vosotros, hombres de la Tierra, continuáis a ignorar, procurando un no-dar
y un no-tener y, consecuentemente, un desequilibrio de relaciones, una distonia
en los derechos y en los deberes entre el Creador y lo Creado.
A su tiempo, os hemos informado
sobre esta fundamental realidad, especificando la inderogable necesidad de un
comportamiento más consciente en los dinamismos psíquicos y en los actos
producidos.
Vuestra obra es determinante para la
estabilidad armónica entre los elementos surgidos de la ley macrocósmica y
aquellos consecuenciales de las estructuras macrocósmicas.
Confirmamos la gran importancia que
reviste tal conocimiento.
La fuerza “Omnicreadora” está, en
todo instante, presente y gobernante.
Si estuvierais en el ámbito de Su
ley y si operaseis según los principios sancionados en un pacto que no
deberíais olvidar posteriormente, hasta el más feroz de los animales os lamería
las manos y conviviría con vuestra paz. Los “Zigos” serían vuestros amigos y
vuestros más hábiles colaboradores para una ascensión evolutiva rápida y feliz.
Y
una extraordinaria posibilidad nos ha sido ofrecida por los Asistentes del
Divino en la escucha y puesta en práctica de Sus consejos, en la colaboración
con Ellos en el respeto de las Leyes Universales:
“Deben poseer la necesaria humildad para aprender y eliminar todo
aquello que limita el desarrollo de sus facultades superiores.
Deben volverse
disponibles, libres de todo preconcepto humano y seguir nuestros consejos, si
desean realmente orbitar como un punto sobre un volumen en una consciencia más
vasta, universal. No es posible abrazar los altos conceptos y querer quedar un
punto sobre una recta.
Nuestra búsqueda es precisa. Nosotros sondeamos y asistimos a
aquellos que creemos predispuestos a servir una gran causa universal”.
A medida que se entra en la Luz de la
Consciencia, hay una apertura de mente y de serenidad interior: la sonrisa del
Espíritu.
Este es el sendero de la
autorrealización. Todavía, después cuando se recorre el sendero de la
laboriosidad en sintonía, se asume la enorme responsabilidad del saber dar con
el alma luminosa y con discernimiento.
Hacer juntamente estas dos cosas, es
como vivir en la guarida de los leones en donde solo el ojo divino puede guiar.
El instrumento está en el infierno aún
si el espíritu quiere conducir.
El pensar, luego, en el trabajo de los
Maestros que guían a los operadores, solo puede nutrir, hacia ellos, el máximo
respeto para comprender con devoción
SÍNTESIS DE
LAS DIMENSIONES
1ª
Mineral = Materia + psiquismo elemental.
2ª Vegetal = (1)ª + dinamismo biopsíquico vegetal
con
crecimiento y reproducción.
3ª Animal = (1)ª +(2)ª + dinámica psíquica de
animismo colectivo, instintivo.
HOMBRE INICIAL =
(1)ª+(2)ª+(3)ª+ Inteligencia
individual (Ego Sum),
o Espíritu
Síntesis evolutiva del hombre en 4 partes:
La rueda de lo
efímero va y viene, medida por el tiempo que es uno y siempre tiene un fin
después del inicio y un inicio después del fin, casi sin temor de demostrarse
contrario a la propia ley, sino glorificando el dominio del eterno devenir, en
la filosofía de la vida.
DIOS
ES
- Intima
naturaleza de la verdadera esencia del espíritu vitalizante de la creatividad
cósmica.
- ESPÍRITU
PRIMIGENIO que emana la CHISPA DIVINA de la creación.
La
Chispa Divina es la esencia pura de los valores positivos y eternos.
- INTELIGENCIA
CREATIVA que compenetra, rige, inspira el todo con los pilares de Equilibrio y
Armonía que a través de Justicia, Paz y Amor construyen el eterno devenir según
las leyes:
1) LEY DEL FLUJO Y REFLUJO por la cual las
Chispas Divinas están forzadas a precipitarse en la materia, gobernada por
valores diametralmente opuestos a los del espíritu. Para precipitarse, la
Chispa, necesita de un negativo que pueda indentificarse con los valores
transitorios, propios de la materia. El (+) de la Chispa se desdobla en: (+)
mente creativa divina, y (-) alma condicionada por el arcángel luz.
El
resultado es la vida.
2) LEY DE CAUSA Y EFECTO, produce los
contrastes que someten a la materia. La causa primigenia produce los efectos,
la naturaleza astrofísica produce la naturaleza biofísica. La dimensión real de
valores relativos negativos y de valores absolutos positivos, satura al
espíritu.
El equilibrio constructivo y el sendero de la armonía
conducen a la consciencia universal.
- NATURALEZA
CÓSMICA astrofísica que se expresa a través de la creación con la emanación de
la Chispa divina: esencia vitalizante que vive en la beatitud de la dimensión
en donde se manifiestan los valores positivos eternos del Bien Absoluto.
JESUCRISTO
ES
- Instrumento
consciente de la Trinidad expresiva del Espíritu Universal.
- Conciencia
Universal Crística vestida con la carne de los terrestres.
- Pleno
de las sobrehumanas virtudes de Dios, aptas a manifestar la potencia creativa
de la leyes cósmicas, el Amor incondicionado que está a la base del devenir sin
fin de la creación, la Sapiencia divina, volumétrica, de las calidades
conocibles de Dios.
Su función es la manifestación
del amor incondicional que la Divina Sapiencia injertó en le alma de la
humanidad en un bien determinado momento de su proceso histórico
evolutivo-espiritual, para que los hombres, viniendo a conocer que Dios Creador
es uno sólo y se manifiesta a través de cada hermano de humano camino, se
nutriesen exclusivamente del Pan del Amor a través de la ley del amor, única y
justa vía que conduce a Dios, eterna paz del Amor.
HOMBRE
ES
- Efecto
manifestativo de una causa sobrehumana.
- Entidad
fugaz y perecedera en las leyes espacio-tiempo.
- Habitáculo
psiquizado del alma.
- Se
manifiesta en la Ley del Dualismo.
- Perfeccionada
y sensible entidad que inicia el fatigoso camino en el reino de la materia
gobernada por la ley de los contrastes: banco de prueba necesario e inevitable
que propone a los sentidos y a los sentimientos del hombre todas las motrices
contrarias a aquellas que regulan la dimensión del espíritu. El hombre vive en
la materia para experimentar todos los valores relativos del negativo, que
están en contraste con los positivos del Absoluto.
El hombre es el
vehículo.
El alma es el motor.
El espíritu es el registrador de un ciclo de experiencias sufridas en el reino de la materia. La saturación de las experiencias alcanzadas en la dimensión relativa, lleva a la CONSCIENCIA de la Eternidad sobre el tiempo acabado, para el devenir del eterno motor inmóvil que la contiene; de la Solemne Inmensidad sobre espacios limitados por la majestuosa arquitectura macrocósmica que lo contiene; del Amor Absoluto sobre el amor relativo.
El alma es el motor.
El espíritu es el registrador de un ciclo de experiencias sufridas en el reino de la materia. La saturación de las experiencias alcanzadas en la dimensión relativa, lleva a la CONSCIENCIA de la Eternidad sobre el tiempo acabado, para el devenir del eterno motor inmóvil que la contiene; de la Solemne Inmensidad sobre espacios limitados por la majestuosa arquitectura macrocósmica que lo contiene; del Amor Absoluto sobre el amor relativo.
La evolución de los
espíritus es una larga escalera, compleja, articulada sobre planos
dimensionales que se oponen y se integran alternativamente. Llega el tiempo en
que la potencia del Espíritu Creativo se viste de Amor para indicar a los
hombres el camino del Gran Retorno.
El Gran Retorno se
realiza a través de la materia del tiempo-espacio, en donde deberá manifestarse
tantas veces como sean necesarias a la Chispa Divina para saturarse de todas
las experiencias de los planos negativos que le darán la consciencia de su
eterno existir en el seno de la Infinita Creación.
En virtud de las
experiencias de cada reencarnación, la manifestación humana se sensibiliza,
cada vez más, y progresivamente se vuelve, cada vez, más etérea.
Los senderos del
humano se cubren con las delicadas flores de los Pastos Divinos, que emanan el
perfume de la Vida Eterna y el “sentir” de las Almas capta la majestuosa nota
armónica de una Felicidad de amor ardiente que no conoce llanto.
La Potencia se viste
de Amor y habla de Justicia para indicar el camino de la Paz. El hombre está
obligado a rectificar sus senderos para ponerse en las condiciones ideales para
actuar a imagen y semejanza de Dios.
Aquel que usa el
bisturí para seccionarse a sí mismo, sentirá expandirse, dentro de sí, la
Piedad universal. El será liberado de las ensordecedoras pretensiones de su Yo.
El Amor de Dios florece sobre este terreno.
ALMA
“Se
sensible y haz que tu alma vibre, para que puedas contemplar, con radiante
inteligencia,
al
Arca suprema, la gran revelación”.
“El
Alma debe resurgir de la muerte y el espíritu debe indentificarse en Dios”.
“Nuestro cuerpo físico es, verdaderamente, una
perfecta imagen de las estructuras físicas y energéticas del Edificio
Universal, mientras nuestra conciencia es, en verdad, la Inteligencia Divina
que habita y vivifica tal edificio.
El alma es un relicario de naturaleza
hiperfísica-energética, el verdadero cuerpo exterior del Espíritu Divino y
Eterno.
El cuerpo exterior-físico es la síntesis evolutiva de
las conciencias inferiores.
El Alma es la síntesis evolutiva de la conciencia
humana.
El Espíritu es Dios, la Conciencia Solar, el
Edificador de las voluntades del Gran Padre Creativo que reside en el Centro de
todo Universo.
El Alma es la resultante evolutiva de la dinámica
psíquica del mineral, del vegetal y del animal”.
Yo os digo a vosotros:
“Nosotros somos una misma cosa en el tiempo de los
siglos y también de los milenios. Y esto que yo digo y diré, llega del profundo
Conocimiento-Uno."
Ahora sabed: en el gran manto celeste corren ondas y
también vibraciones y tales cosas quieren ser pensamientos y sentimientos que
tienen mejor vida y mejor conocimiento de los que todos nosotros tenemos.
Por tal razón yo digo: el alma ve,
el alma siente, el alma sabe más de lo que nosotros sabemos y pensamos. Ella
sabe lo que era, lo que es y lo que será, y más sabe el alma porque ella está
en nosotros y fuera de nosotros con ondas y vibraciones del Gran MANTO CELESTE, CON OBRAS DEL PASADO, DEL
PRESENTE, DEL FUTURO. Muchas cosas de la Gran Sabiduría Antigua se han
vuelto, en tales tiempos cosas adormecidas, pero acontecerá que tales
conocimientos se despertarán en el triunfo del Conocimiento-Uno. Y acontecerá
que el alma vibrará con ardor de fuego y se encaminará más allá de la verdad
del tiempo y del espacio, para unirse en una misma cosa. Entonces yo digo,
acontecerá la iluminación completa en la Divina Luz del Gran Espíritu.
Tales cosas acontecerán y yo digo
que el tiempo está próximo, puesto que yo se lo que todavía os digo: el fuego
soplará su potencia en todos vosotros, para que podáis volver a sentiros
hermanos y hermanas, hijos e hijas del Gran Espíritu.
Ahora os relato una ántica enseñanza
sobre los Cuatro Ángulos y sobre los Cuatro Caminos que están en este mundo y
también os relato el sendero de las Tres Luces que están fuera del mundo.
Sabed que el tiempo del hombre y también del mundo
está ligado a la gran ley del camino universal, y tal ley opera desde tiempos
remotísimos, todavía antes que la aureola del hombre recibiese el soplo divino
y tomase forma en este mundo.
Tal ley está representada en la Puerta de Oro de los
Siete Maestros de la dulcísima mirada, del gran Jardín del Eterno Reino del
Espíritu de Dios.
La imagen revela la ley de los Cuatro Ángulos y
también de los Cuatro Caminos que opera en los mundos en donde el tiempo vigila
y donde las cosas creadas mutan vida, pensamientos y también nuevo camino dan
al alma.
Diferente es el sendero de las Tres Luces y también es
diferente la ley que tal sendero gobierna, puesto que sólo el Espíritu mueve
por este mejores obras y pensamientos en diversos mundos.
Esta es la gran vía en donde el hombre se encamina a
los siete conocimientos.
Y sean tales conocimientos a hacer vacilar la muerte
que alza el velo que cubre la aurora de vuestras almas.
Estad, pues, despiertos y también
avisados para que la gran aureola de este mundo no se vuelva más tenebrosa y
que toda alma no se vuelva pesada como el plomo u hostil como la ceguera.
La Gran Aureola del Planeta es el resultado de las
aureolas de las cosas nuevas en continuo camino: es Esta la Inmensa Alma-Una,
la luz en las tinieblas, la voz en el silencio, el amor en el odio, la alegría
en el dolor, la vida en la muerte.
Nosotros éramos, somos y seremos una misma cosa que se
mueve en el tiempo en diferentes obras y por diferentes caminos.
Quien vive en el cuerpo, en la urna de la materia,
opera en el árbol. El árbol opera para todos, todos operan para el árbol. El
alma y el cuerpo son una misma cosa, el uno para el otro.
Nosotros operamos, existimos y transformamos porque
otros operan, existen, transforman.
Todo está ligado como interminable cadena y nadie,
jamás, conseguirá escapar a la voluntad que discurre en el tiempo.
La Tierra vive en una dimensión material
temporal, así como vive el hombre que alberga pero que, todavía hoy, no conoce
su verdadero amor, su verdadero servicio de fecundar, por medio de la luz
creadora del Padre Sol, y de parir miles y miles de formas, miles y miles de
sustancias, para felicidad del Ser Macrocósmico.
¿Qué relación existe entre hombre, alma y espíritu
Solar?
Conocerla significa poseer la veraz larga mirada del
espíritu, iluminada por el universal amor cósmico.
ALMA: Circuito destinado a manifestar los valores de
la “Energía Sustancial”.
Estanque destinado a contener los valores que el
hombre adquiere de las experiencias de la vida.
Conciencia: instrumento de medida de vibraciones que
se afinan, poco a poco, en el Alma.
Puente entre valores negativos- y absolutos +.
La Conciencia se desarrolla, cada vez más, en virtud
de las leyes fundamentales de la creación: de Renacimiento y de Causa-Efecto.
Violando las leyes se sufren los efectos.
El hombre es un vehículo material del espíritu y
transformador evolutivo de la conciencia.
“La
escuela del Espíritu”
Plano físico sensorial.
Plano astral emocional.
Plano espiritual contemplativo.
La existencia sobre el plano
emocional-astral-espiritual puede ser feliz o infeliz, en relación a las
experimentaciones hechas sobre el plano sensorial. Aquel que ha odiado, sobre
el plano astral sufrirá las emociones del odio, hasta el momento en que el
espíritu tenga la posibilidad de reencarnarse sobre el plano sensorial, con la
precisa elección de vivir y experimentar una intensa misión de amor.
Reencarnándose, el espíritu, abandona el viejo astral
que se vuelve una existencia paralela que, a menudo visita, pero que no lo
condiciona en el nuevo proceso experimentativo-evolutivo. Cuando os despertáis
el espíritu vuelve a entrar en su templo material-sensitivo. Cuando dormís el
espíritu es libre en su verdadera patria, en el Templo del Gran Espíritu,
inmaterial, emocional, contemplativo, en donde no existe ni tiempo ni espacio.
La vida material sensitiva instruye la vida inmaterial emotiva. Es una escuela,
un método de enseñanza que empuja todas las cosas creadas a evolucionar y a
informar al Gran Cosmos.
Es una genética cosmológica siempre tendiente a
realizar el equilibrio del dualismo relativo-absoluto, materia-espíritu. Las
exigencias de las cosas pequeñas no son diferentes de las exigencias de las
cosas grandes. Lo Micro y el Macro se compenetran alternativamente para
realizar el devenir continuo del Eterno Ser que os contiene. Las enseñanzas, la
verdad, no son filosofías abstractas, así como el hombre relativo quisiera
reducirlas. Tienen una lógica que se debe interpretar.
Poimandres explica (a
través de Adoniesis el Hombre Dios)
Os ha sido dicho:
El hombre es la resultante de tres valores
dimensionales, diferentes unos de otros, sin embargo operando juntos.
1) El Espíritu
(Inteligencia) - el hombre real, eterno, inmutable.
2) Pneuma o Alma (dinamismo
vital mutable), Astral.
3) Cuerpo material
(instrumento mutable coordinado por el dinamismo vital o psique, vinculado a la
dimensión espacio tiempo).
1) El Espíritu
(Inteligencia individual) brota de la Inteligencia o Espíritu Creativo del
Cosmos. Este es inmortal e inmutable. Coordina, instruye, determina y produce
el proceso operativo del Astral, Pneuma o Alma con el que está siempre en
contacto e inseparable durante el ciclo experimentativo y operativo en las
dimensiones espacio-tiempo.
2) Pneuma o Alma
(dinamismo astral vital) brota de la Luz creada por el Espíritu Creativo del
cosmos y del macroser.
Esta es mutable e inmortal. Coordina e instruye las estructuras
de los edificios físico-materiales y determina la vitalidad (Animismo) y los
servicios necesarios a la inteligencia (espíritu), para el desarrollo de la
actividad indispensable para el devenir continuo del cosmos, o macro-ser, y a
su cosmoeconomía o evolución del macro-ser.
3) Cuerpo material
(instrumento mutable), nacido de la luz astral a la que está estrechamente
ligado y de la que depende su dinamismo y su vitalidad. Este muta sólo cuando
la luz astral se separa definitivamente por alcanzar la experimentación del
espíritu.
Esta es, en síntesis, la obra y la colaboración de los tres
aspectos mutables e inmutables, pero, sin embargo, siempre eternos, de lo
manifestado y de lo creado.
La imagen del hombre, en estos tres aspectos, es semejante al ser
macro-cósmico, compuesto por los valores operantes de las siete dimensiones y
estructurado por 150 billones de universos. Seres macrocósmicos hay muchos. ¡Os
ha sido dicho!.
Vosotros, hijos de la Tierra, sois enzimas de una célula
macro-cósmica suya.
Todo es mutable y eterno. El Espíritu es eterno e inmutable.
“El alma es la resultante evolutiva de la dinámica psíquica de los tres reinos inferiores:
mineral, vegetal, animal, es decir de los elementos y
reinos planetarios.
Las almas planetarias vienen transformadas a través
del hombre, cuya alma es la síntesis evolutiva de la propia conciencia, la
genética que edifica en el cuerpo humano la actividad intelectiva, empujando
nueva vida de los Cuatro caminos a los Tres caminos, resurgiendo a través de la
muerte.
La Gran Aureola del Planeta es el resultado de las
aureolas humanas. La Energía Cósmica es el Alma Eterna de lo Creado.
La Revelación, raíz de las religiones, es la armonía
del alma humana en continua obra con el íntimo pensamiento de lo Creado. En el
umbral de la Gnosis, el alma es sobria, buena, despertada de su delirio, con
los ojos fijados en Dios.
En la Boca del Alma está el “Sentir”.
El Maestro del Espíritu, con la Luz de cordura y de
sabiduría, hace vibrar el alma, que tiene los mismos dones del Espíritu.
Sería necesario abrir las puertas de las almas para
establecer la unidad de la vida en todos los seres. Para esto es necesario
poseer, con ánimo puro, amor por lo creado. Despertarse, educarse en la
Intuición que es la facultad más profunda del Espíritu, la más alta evolución
de la Conciencia Planetaria.
En verdad, yo digo, que cuatro son
los sentidos que la materia da al hombre mientras uno es el sentido del
Espíritu y por tal sentido este razona.
En verdad yo digo que, todavía, otros dos sentidos el
sexto y el séptimo son del Espíritu.
El sexto, que el hombre acostumbra interpretar como
fenómeno psíquico, es el Padre Divino de los ojos, y este ve las cosas que
están en el más allá cuando por él se usan particulares miradas. Éste ve lo
desconocido en el tiempo de los tiempos y vuelve a ser partícipe de las cosas
remotas y futuras.
El séptimo, aún cuando más allá del sexto, limita con
el Espíritu purísimo y el sexto sentido. Éste es desconocido a la masa, y su
obra se manifiesta en aquellos que son patrones absolutos del sexto sentido.
Y, todavía, yo digo: Entonces no sea el tiempo, sino
el sentido que dé al hombre parte de los grandes conocimientos Universales.
4+3 = 7:
4 sentidos
comunes materiales + 5º
sentido, razón-material-espiritual. El sexto sentido no es otra cosa que razón
solamente espiritual, mientras que el séptimo no es otra cosa que razón
Divina”.
“Sed simples y puros de corazón para
ser gratos a las fuerzas invisibles que os empujan hacia un destino mejor”.
Desde la evolución
anímica humana, la conclusión de las experiencias vividas se transfiere como
memoria, en la personalidad astral que quedará eternamente una vida paralela
pasada.
Naturalmente toda
experiencia vivida, queda en la memoria de los elementos, en el ciclo creativo
del retorno. En este flujo aumenta la evolución anímica, ligada con la Luz
Creativa y con el Espíritu Creativo, por consiguiente colaboración entre fases
experimentales y memoria cósmica.
“La ciencia terrestre está cometiendo delitos anímicos
espirituales.
Mutilar un cuerpo antes del tercer día del acontecido
redimensionamiento, quiere decir haber desligado coercitivamente las ligaduras
psico-físicas que todavía subsisten sobre planos dimensionales, hasta hoy
ignorados por la ciencia terrestre.
Quitar un órgano vital antes del
tercer día, comporta un irreparable daño al muerto. Éste es privado de la
indispensable necesidad de poder concebir la experiencia y transferirla sobre
el plano anímico-espiritual, en donde residen todas las otras experiencias
vividas.
Pero la ciencia de este planeta, que ignora esta
inmutable ley, - mejor confirmada por el genio universal Cristo-Jesús - se deja
tomar por la ilusoria convicción de que tal arte no provoque algún daño y que
el practicarla produzca beneficio.
¡Yo afirmo que tal arte comporta una gravedad
irreparable y permite el más terrible de los delitos que el hombre haya, jamás,
cometido!.
El camino emprendido por la ciencia médica terrestre,
para vencer las anomalías del músculo cardíaco y de los otros órganos vitales,
tarados por actos negativos, es errada y está cargada de desagradables
retorsiones.
Hasta que no evitéis minar la armonía de los elementos
que instruyen las estructuras energéticas de la fuerza vital, no podréis, ni
podemos nosotros, resolver la lastimosa cuestión de vuestras calamidades
físicas y psíquicas.
Muchos terrestres se preguntan el por qué no
intervenimos drásticamente para mutar radicalmente estas situaciones negativas,
que afligen vuestra naturaleza humana.
Yo contesto que es vuestra obstinación lo que impide
hacerlo, en cuanto no queréis crear las condiciones por nosotros requeridas.
Vuestra ciencia cree resolverlo todo manipulando la
materia, descuidando los valores positivos eternos que están presentes e
invisibles en la materia misma, que gobiernan la armonía estructural de todos
sus componentes manifestativos sobre planos dimensionales físicos y sobre
aquellos superiores anímico-espirituales.
Uno de estos valores positivos eternos es la ley del
“rechazo” o mejor de la incompatibilidad del carácter innato en las estructuras
energéticas de un órgano respecto al otro.
Es una ley que actúa y determina, aún si vuestra
ciencia intuye, y a menudo quisiera, prácticamente, mutar la determinación que,
aunque temporalmente impedida, queda latente y lista a reaccionar a la mínima
descompensación traumática de la actividad psíquica.
Yo confirmo que los transplantes son
delitos terribles y las consecuencias gravísimas.
Os he
dicho cuanto tenía que deciros”.
(ADONIESIS)
Hace tiempo, un “Genio Cósmico” comunicó a través de un mensajero suyo, viviente sobre la Tierra, su sabio juicio sobre el transplante de órganos.
Yo, Hoara, científico extraterrestre en biología y
genética, haciendo parte de la astronave Cristal-Bell en misión sobre vuestro
planeta, añado: no antes de los tres días la entidad deja el cuerpo después de
la muerte.
Quitar el órgano antes que haya transcurrido tal
tiempo, quiere decir “¡Asesinato!”.
El encefalograma, aún siendo plano, para usar un
término vuestro, puede no significar la muerte. Ha habido y habrá casos de
muerte aparente con la insospechable reactivación de las funciones cerebrales
con el retorno total de la vida y de la consciencia. Cierto es que el ser
físico se puede considerar muerto después del tercer día y no antes.
También es verdad que inmediatamente después del
trauma, y por ello el agazapamiento de las funciones cerebrales, queda intacta
la sensibilidad estando todavía presente la entidad astral (espiritual) con
todos los atributos concedidos a su dimensión.
El ser, inmediatamente después del tránsito, conserva
plenamente una capacidad contemplativa excepcional y capaz de ver, de oír, aún
si no se sirve del medio demostrativo físico. El tiempo para dejar el
habitáculo inutilizable es de tres días. ¡Quitar uno o más órganos antes de
este tiempo significa matar una segunda vez!.
(HOARA)
Sabed que la energía vital reside en la sangre y que
las células de vuestro cuerpo son mantenidas en vibración y, por consiguiente,
en vida por la carga de energía que efectivamente la sangre distribuye a través
de los innumerables conductos o venas capilares, como vosotros las llamáis.
No olvidéis que vuestro cuerpo es un universo en
miniatura y que sus funciones reproducen las Grandes Leyes que actúan en el
desarrollo del Universo. La fuerza que os da la vida es la misma que da vida al
Universo.
“No se debe minar al armónico operar de los elementos
básicos que están en el Alfa de nuestra vida y son partes instrumentales de la
armonía creativa.
El alma es la suma de las experiencias que proponen
una lenta evolución de la vida a través de una ley innata en el orden evolutivo
del ser exterior del hombre, imagen viviente y operante de Dios.
El mal suprime los nobles sentimientos del alma en
ascensión evolutiva. De esto el alma debe corregirse.
El prevalecer de los estados emocionales sensitivos,
personales, ambientales, causados por otras voluntades desviadas, de
amodorramiento, no ofrece a las dimensiones superiores anímicas el
desarrollarse y el vivir las propias características en un despertar psíquico”.
Para aquellos que nacen o se vuelven privados de
mente, su alma se vuelve instrumento de justicia.
Caeréis dentro de una gran trampa de fuego si no
encontráis el modo de frenar este gran deseo de deformar el alma de los cuerpos
puros.
LA MUERTE, O BIEN, EL RETORNO A LA
MATERIA
La vida física es la muerte temporal de la entidad
astral, la pérdida del conocimiento cósmico, un condicionamiento superable a
través de una serie de experiencias capaces de realizar, en la muerte, los
valores eternos de la verdad en su doble aspecto del devenir continuo.
Normalmente la muerte, por misión o programada, está
acompañada por la viva sensación de aquello que está realmente en el tiempo y
en el espacio, fuera del tiempo y del espacio.
Conserva los valores de aquello que ha sido y de
aquello que es, consciente de estar en el mundo y no ser del mundo.
No es así para la muerte Kármica o purgativa. La
oscuridad es densa y privada de consolación, exenta de luz interior. La gracia
está siempre viva y se puede atraer por medio de un acto de sincero y santo
arrepentimiento idóneo para recibirla.
“Deja que los muertos entierren a sus muertos”. Una
verdad que pocos comprenden.
PROFECIA SOBRE LA SEGUNDA MUERTE
Todo vendrá purificado y todo resurgirá a nueva vida.
El mal será vencido y sus partidarios encerrados y ligados en un grumo de
primitiva materia, en un denso mundo, donde recomenzarán las experiencias
debidas para aspirar a alcanzar el punto ascensional, el despertar de la
segunda muerte.
Así está escrito para el árbol de la
vida de este planeta.
Es ley. Toda cosa debe ascender en
las alas del dolor y de la prueba del conocimiento. Es ley, hijo, ley de
evolución. Los mundos materiales-sensibles existen por esto, para edificar la
conciencia y el despertar del espíritu, deseoso de vivir las experiencias del
bien y del mal, del odio y del amor, de las tinieblas y de la luz, de la muerte
y de la vida. A través de este sendero, el espíritu produce la fuerza
consciente de una laboriosa obra, para que toda cosa creada retorne consciente
a la Idea Creativa, al origen, al pensante‑manifestante.
Cuando el espíritu se complace en dormir
voluntariamente en los meandros tortuosos del mal, la materia lo encadena, y el
dragón de los vicios lo tortura.
El camino de la ascensión es doloroso, pero si es
verdad que la ascensión es sufrimiento, esto no es imputable al Creador, si no
al mal uso de la sabiduría humana, al vicio de la desobediencia a las leyes que
gobiernan el normal devenir de lo creado. Cuando el hombre prefiere la eleccion
del odio, viene a faltarle el amor y entonces el sufrimiento se vuelve
inevitable hasta que haya concebido el complementario positivo.
La Luz Crística ha llevado al mundo la Verdad para una
ascensión feliz, a los hombres les ha sido dada la ley del real conocimiento.
Si el hombre prefiere el mal, es inevitable que la
justicia se anteponga al amor para que sea reprendido y dolorosamente
despertado al Bien.
ASTRAL
“Cuando el verbo se hace palabra, la palabra se
vuelve
linfa
que nutre la mente, el alma y el corazón
de
verdades divinas”.
De los Arquetipos Superiores de las 12 Constelaciones
o Coordinadores Universales, se han proyectado los 12 Arquetipos o Maestros de
las 12 Tribus, portadores y elaboradores de las genéticas fecundadoras sobre la
Tierra.
“El Supremo: ¡El Arquetipo del hombre!.
El Genio Solar, el Padre de toda cosa creada en la
forma y en la sustancia.
El Señor del sistema que determina el crecimiento de
la cósmica macro-molécula. ¡Dios, Señor, Dios, como lo llamó Abraham!
Toda forma y sustancia tiene su “Arquetipo”.
El hombre es a Su imagen y semejanza.
El Arquetipo es el padre de una multitud, el Ser-Luz
que os ha generado.
El es el Padre de vuestro eterno ser. El Ser-Luz tiene
una gran multitud de hijos hombres y mujeres. Todos son suyos, porque de Él han
nacido y para Él viven, por su alegría de ser, de servir y amar la suprema luz
de todo lo creado.
El Ser-Luz es el primero, la simiente, el árbol y
vosotros sois sus frutos y semillas de su semilla.
Él es vuestro fin, Él os ha generado, a Él
retornaréis, porque sois hijos e hijas del amor de Su esplendor creativo.
El Ser-Luz es la matriz de todos vuestros espíritus”.
LOS CUERPOS ESPIRITUALES Y LOS ARQUETIPOS
Los Genios Solares conciben y producen las formas
arquetipo. “Aquello que nace del espíritu es espíritu y aquello que nace de la
carne es carne”.
Los cuerpos sólidos, instrumentos físicos, están en
función de los cuerpos espirituales-dinámicos-intelectivos.
Sobre la Tierra se conciben y producen cuerpos
sólidos, instrumentos físicos. Sobre los Astros los Genios Solares conciben y
producen cuerpos espirituales.
Sobre la Tierra y en las dimensiones
similares, los cuerpos sólidos son indispensables a los cuerpos espirituales
para poder existir y operar en la dimensión material. No todos los cuerpos
físicos sirven a los cuerpos espirituales con identidades semejantes a Dios.
Sólo el hombre es el habitáculo idóneo a servir un cuerpo espiritual concebido
y producido por un Genio Solar que emite formas arquetipo de la especie humana.
Los Genios Solares, Querubines, Serafines, Tronos,
están ligados a los valores de los innumerables Logos, de donde provienen, con
diferentes características astrales.
En el átomo de hidrógeno está el código primario y
causal de la Luz Creadora.
El dinamismo que instruye y estructura el átomo de
hidrógeno es el espíritu del cosmos visible que determina el espacio‑tiempo.
El átomo de hidrógeno es la fuerza omnipresente del
devenir continuo de las cosas y la causa de la omnisciencia del Espíritu
Creante, que en el reside con potencia y gloria. Coerciendo su equilibrio, el
Espíritu Creante se vuelve Espíritu disgregante e increante. En Helios reside
el Espíritu Creante.
destinado
a gobernar el nuevo Cielo y la nueva Tierra
Los “Nobles Creadores de los Arquetipos del Cosmos”. Entidades astrales, instrumentos conscientes de la Fuerza Omnicreadora, son nuestros guías, los infalibles ejecutores de la Ley que sostiene y gobierna el continuo devenir del universo y de todo lo manifestado.
Nosotros somos una sola cosa con esta voluntad
Omnipotente que, además de ser dispensadora de amor y de luz vivificante,
también es una dinamicidad equilibradora de todos los instintos que las
diferentes dimensiones proponen sobre planos experimentativos existenciales.
Nuestra sabiduría y nuestra cordura son los
ambicionados frutos de nuestro querer, a todo costo, poseer con devota,
inflexible e incorruptible responsabilidad, los arcanos secretos de los altos
conocimientos que dominan los primeros elementos que constituyen los actos
creativos y las relativas fuerzas antidegenerativas, así como todos los otros
dinamismos que estructuran las múltiples líneas agregadoras de las frecuencias
atómicas y sub-atómicas, de las que se sirve la fuerza omnicreadora y sus
“Querubines, Serafines y Tronos”, el triple aspecto de la máxima expresión
creativa de la Inteligencia Cósmica.
(ALI)
La Luz del Sol es el plano Crístico o Emanación de Dios, que es Voluntad Suprema Creadora.
De las Energías Astrales nacen las
causas primarias de la creación y de las Leyes Inviolables que instruyen la
real naturaleza del Cosmos y de Su Eterno Devenir.
El plano astral-emocional puede compenetrar al
físico-sensorial, no viceversa, y no sin el consentimiento del Ego Superior que
reside sobre el plano Espiritual-Contemplativo.
La Inteligencia Astral, idea y construye el vehículo
físico transitorio.
La Deidad brota del Astral.
Los Seres Hidrogenarios o Genios Solares, son los
creadores de la Idea Divina. Cada factor existencial tiene el propio Espíritu
Gobernante.
Este mundo energético es constructor de imágenes.
Su realidad es el sueño. Una proyección del Sí que ha
sido soñada y actúa sobre el plano material hasta la atmósfera terrestre.
Los sueños están ligados a atracciones-repulsiones. Se
va, preferiblemente, donde se han vivido experiencias positivas.
Se puede jugar con si mismo para descubrir las vidas
pasadas.
El espíritu puede revivir, en sueño, los recuerdos a
través de las emociones astrales.
Los reflejos más violentos llevan emotividad al cuerpo
físico. No existe muerte, ni los valores espacio-tiempo, en el astral que viene
alimentado por la energía que se sublimiza a través de la vía evolutiva binaria vida-muerte, muerte-vida.
“¡Ya deberíais saberlo!
La fuente de la luz, y no sólo de la luz, es el Sol
como vosotros, terrestres, lo llamáis.
No existe otra fuente capaz de generar y regenerar la
vida sobre vuestro sistema planetario.
Este globo, todavía desconocido por
vuestra ciencia, emana las fuerzas que modelan toda cosa existente y viviente
sobre vuestro planeta, según un preciso código genético cósmico.
La causa de todo efecto reside en el desconocido
núcleo en donde existen todas las ideas manifestantes y manifestadas.
En este globo reina soberana la Fuerza Omnicreadora,
gobernadora absoluta de todo el sistema planetario.
Es la luz, la verdad y la vida.
Es sede de la potencia astral, de los Arquetipos, de
los Seres Dios, ejecutores de la Suprema Inteligencia Cósmica."
“¿Qué
es, en realidad, la Astralidad?
Jesús ha nacido de la carne; Cristo ha nacido del
Espíritu.
Vosotros habéis nacido de la carne y nosotros del
Espíritu.
Con esto deseo haceros comprender que las dos
naturalezas son substancialmente diferentes aún habiendo nacido de la misma
fuente que es el “Omnicreante”.
Existe en el Cosmos fuerzas y habitáculos físicos y
fuerzas y habitáculos astrales, serviciales en un recíproco dar y recibir, esto
con relación a las exigencias inderrogables del continuo devenir del edificio
creativo cósmico, tanto físico, como espiritual o astral.
Dos complementos que cumplen actividad en diferentes
dimensiones y con poderes operacionales bien diferentes.
Si, para vosotros, el espacio y el tiempo condicionan
vuestra existencia, esto no es válido para nosotros que podemos, queriendo,
entrar y salir de vuestra dimensionalidad.
En que modo entramos y salimos de la dimensión
espacio-tiempo ya lo hemos aludido al hablaros de frecuencia o, mejor, de
modificaciones vibracionales capaces de densificar la naturaleza astral o de
volverla semejante a la luz visible o invisible, con ilimitadas posibilidades
de penetrar cualquier materia, tanto sólida como líquida o gaseosa.
Con esto, deseamos haceros comprender bien nuestras
ilimitadas posibilidades de poder entrar en perfecta comunión con vosotros y
ser una sola cosa con el cuerpo astral que vosotros poseéis.
Es la perfecta unión entre el ego inferior y el ego
superior.
Esta comunión solo puede acaecer cuando el ego
inferior ha realizado la frecuencia necesaria que permite al ego superior el
contacto y por consiguiente la “Cristificación” o la comunión de lo Divino con
lo humano.
Ha sido
este proceso el que ha divinizado a Jesús, cristificándoLo y volviéndoLo
Hombre-Dios o Dios viviente”.
(HOARA)
Hoara explica:
“A menudo os encontramos en una dimensión todavía desconocida para vosotros.
Cuando os hablamos de la dimensión astral queremos
significaros que en cada uno de vosotros existe potencialmente esta sutil
naturaleza.
Decimos potencialmente, porque el desarrollo de esta
trina personalidad no es fácil, aunque posible. En un importante número de
terrestres de ambos sexos y en los recien nacidos la facultad de entrar en esta
dimensión se ha vuelto posible, aunque discontinua y muchas veces
traumatizante.
El plano físico-sensorial está siempre compenetrado
por el plano astral-emocional, pero mientras el plano astral-emocional puede
compenetrar al físico-sensorial este último no puede hacer lo mismo.
Esta ley cósmica no se puede traspasar sin el
consentimiento del supremo Ego Superior que reside sobre el plano
espiritual-contemplativo.
Aquel que está en posesión de la
“Gnosis” es, potencialmente, un Dios viviente, un programador universal, una
deidad solar”.
“El contacto con aquellos que son sondeados, por estar
predispuestos a comprender nuestra lógica y nuestros valores evolutivos,
acontece principalmente sobre planos dimensionales, todavía, desconocidos por
la ciencia terrestre.
El coloquio deseado puede también acontecer a notable
distancia, siendo la luz la fuerza de arrastre de imágenes pensamiento. Luego
está “la onda cósmica” todavía cien veces más veloz que la luz, fuerza motriz
de nuestros aparatos y de cuanto se quisiera transportar de un universo a otro,
de un sistema solar a otro sistema solar.
Nuestra ciencia no se limita al gobierno de las
dimensiones físicas, sino se extiende a las dimensiones, en donde se alcanzan
las causas primarias de la creación y de las leyes inviolables que instruyen la
real naturaleza del cosmos y de su eterno devenir. La deidad brota del astral y
lo físico no es otra cosa que un vehículo transitorio, un medio ideado y
construido por la inteligencia astral con fines bien precisos, que con el
tiempo os será dado conocer”.
La morada de la “Fuerza” Omnicreadora del Padre de lo
Creado y de lo no Creado, de lo visible y de lo invisible, está en el átomo de
hidrógeno.
En el átomo de hidrógeno se alberga toda la genética
del cosmos.
Desde su morada, la Fuerza Omnicreadora determina las
diferentes dimensiones y los elementos que las constituyen.
Sin Su presencia nada puede manifestarse. El espacio
es ocupable sólo si Su fuerza está presente y móvil.
Como ya ha sido explicado precedentemente por el
hermano Hoara, el átomo de hidrógeno es el átomo primordial y primario. La
variación de sus frecuencias comporta una determinación constante y precisa en
las diversas estructuras dimensionales de la materia, tanto sólida como
dinámica.
La ley de la Fuerza Omnicreadora está sostenida por el
inmutable instinto del devenir y de los equilibrios de los diversos dinamismos
creativos de formas y de sustancias. Desestabilizar los dinamismos comporta una
anómala actividad creativa.
Cuando coaccionáis la estabilidad de los elementos, os
coaccionáis a vosotros mismos, desestabilizáis vuestros equilibrios evolutivos
y existenciales.
La degradación del átomo de
hidrógeno conduce, inevitablemente, a la anulación de las vibraciones que
instruyen la vida.
“No separéis cuanto Dios ha creado y
unido”.
Vuestros achaques físicos y psíquicos y la lenta
capacidad evolutiva de vuestra especie, son debidos a las frecuencias anormales
que las estructuras micro-cósmicas sufren violentando, así, los equilibrios de
la “Fuerza Omnicreadora”, siempre presente en toda cosa.
La desintegración del átomo de hidrógeno descompone
radicalmente sus estructuras creativas, de aquí el lento e inacabable fin de la
vida.
Debéis convenceros de que estas verdades son
fundamentales para poder comprender la real naturaleza de lo que vosotros
llamáis “Espíritu Santo” u otros que hacen parte de vuestros cultos.
“
Escucha: el Astral vive, principalmente, sobre el plano emocional.
Existe, inmediatamente
después de la muerte sensorial física, una vida emocional-astral-espiritual, en
donde los valores tiempo-espacio no existen.
La existencia sobre el
plano emocional-astral-espiritual puede ser feliz y la violencia, cualquiera
que esta sea, no podrá mutar jamás la existencia sobre el plano
sensorial-físico.
Aquel que sobre el plano
sensorial físico ha odiado, sobre el plano astral espiritual sufrirá las
emociones del odio hasta el momento en que el espíritu haya tenido la
oportunidad de reencarnarse sobre el plano físico sensorial, con la precisa
elección de vivir y experimentar una intensa misión de amor.
En el momento en que el
espíritu decide volverse a zambullir en el plano sensorial-físico, abandona el
viejo astral, que se vuelve una existencia paralela, que a menudo visita, pero
que no lo condiciona en su proceso experimentativo-evolutivo. El espíritu se
sirve de sus vidas paralelas para alcanzar los valores experimentados y
proseguir hacia el total conocimiento dimensional. "Lo que se siembra se
recoge”.
Cuando se siembra mal con
los valores sensoriales, es inevitable el intenso sufrimiento emocional sobre
el plano astral-espiritual.
Cuando, en lugar de ello,
se siembra bien, entonces la felicidad es igualmente inevitable y el estado
emocional propone al espíritu elecciones, cada vez más felices y aptas a
impulsar, cada vez más, hacia el plano contemplativo del absoluto o del supremo
conocimiento.
Esta es la escuela del Espíritu que ha querido vivir en lo mutable para conocer
lo inmutable, para luego ser Pastor de hombres y Maestro de Vida y de
Verdad”.
‘95
...mientras hablamos
en grupo de los múltiples problemas de la humanidad, Eugenio nos dice:
“Déjenlos hacer, pero recuerden que cuando sean
llamados a dirigir la verdadera justicia, en vuestra obra, serán los
administradores del cielo...”.
Se iba a marchar y añade: “Terminada esta misión nos marcharemos...”.
(Era el Espíritu de
Juan que hablaba a su tribu).
‘87
Y a otros que
querían agredirme señalo en el cielo la figura de una cepa robusta con
ramificaciones, como diciéndoles que yo no soy uno de ellos, era de otra
dimensión. Marchándome tengo en la mano izquierda una cepa idéntica a aquella,
como un símbolo, y en la mano derecha otra más sutil, ramificada y larga con la
cual me apoyo en tierra.
EL VERBO SE VUELVE PALABRA
La imagen etérica astral se
vuelve cuerpo sensitivo material.
Entonces es verdad, cierto
y verdadero: aquello que nace del espíritu es espíritu y aquello que nace de la
materia es materia.
¡Los poderes de las
imágenes astrales no tienen límites!.
Son deidades solares, son
los arquetipos de las manifestaciones materiales anímicas.
El Padre Creador, el inicio
de toda cosa visible e invisible, es el cósmico Espíritu Omnicreante que reside
en el Sol.
Las potencias celestes
solares son los operadores del Espíritu Omnicreante (Espíritu Santo como
vosotros, terrestres lo definís). Estos son los coordinadores, los
constructores de la idea divina. Son ellos los reales jueces de la justicia
universal, los intérpretes de la suprema voluntad de Aquel que impera en tierra
y cielo y sobre el sistema genético de los diferentes planetas que componen la
cósmica macromolécula.
Del Inmutable al mutable:
Poneros las alas y volad
como una crisálida, volad hacia mi que os he creado para moveros en los cielos
de mi reino y no para renacer gusanos.
Poneros las alas del
espíritu y renaceréis. Seréis libres así como son Mis Ángeles.
¿ES DIFÍCIL COMPRENDER EL LENGUAJE DE LOS ÁNGELES?
Es difícil cuando su lenguaje es figurativo.
La capacidad intuitiva, despeja de todo vicio
psicológico materialístico, facilita la comprensión del discurso de los
Ángeles. Donde está el Verbo la imagen se vuelve palabra, expresión de un
silencioso discurso.
A menudo, no siempre, el Verbo se hace palabra en la
mente del hombre. En este caso se tiene la perfecta convicción de que el Ángel
habla con voz propia.
La otra dificultad que impide comprender el discurso
de los Ángeles es el completo abandono del medio, o particulares influencias de
cuerpos negativos, particularmente en ambientes cerrados.
Las fluctuaciones de pensamientos en
el ambiente pueden interferir, tanto positiva como negativamente, sobre el
medio elegido al contacto con el Angel mensajero. Es oportuno, en estos casos
particulares, evitar presencias condicionantes.
Así como en los
procesos fisico quimicos se pueden realizar las Alquimias gobernadas por la energía psíquica despertada y vuelta
dinámica consciente, sobre planos energéticos astrales se pueden realizar las Arquimias que no son sólo sintonía con
dinámicas astrales superiores, sino verdadera y propia Creación de imágenes y
de formas sobre planos potenciales de actuación desencadenante.
“
El hombre, hijo de Dios, tiene latente, en si, todo poder divino, pero debe
saber usar el libre poder del pensamiento, a él dado por Dios ”.
La Alquimia es la
Alquimia Arquetípica.
ESCRIBE HIJO, POIMANDRES HABLA:
“ Es
cuando os despertais que comenzáis, realmente a dormir ”.
Cuando os despertáis, el
espíritu entra en su templo material‑sensitivo.
Cuando os dormís, entonces
el espíritu es libre en su verdadera patria, en el templo del Gran Espíritu,
templo inmaterial-emocional contemplativo, en donde no existe ni tiempo ni
espacio.
Esta es la verdad que a
muchos escapa, pero que queda verdad eterna e inmutable.
La vida material-sensitiva
instruye y construye la vida inmaterial-emotiva. Es una escuela, un método de
enseñanza que empuja todas las cosas creadas a evolucionar e informar al Gran
Cosmos.
Es una Genética
Cosmológica, siempre tendiende a realizar el equilibrio del dualismo relativo‑absoluto,
materia‑espíritu.
Las exigencias de las cosas
pequeñas no son diferentes de las exigencias de las cosas grandes.
Lo Micro y lo Macro se
compenetran alternativamente para realizar el devenir continuo del Eterno Ser
que os contiene.
Te he hablado y Mi Luz está
en ti, hijo.
ESPIRITU
“ Cuando recuerdo el esplendor divino de las
praderas
de los Cielos, la melancolía baja
y
vela de tristeza los ojos y la luz
de
mi alma ”.
Los seres Macro-Còsmicos poseen cuerpos y anticuerpos.
Los astros son los machos y los planetas las hembras. Su vida media es de 49
billones de años. Cada astro tiene su particular genética informativa que
transmite a los planetas que componen su sistema.
Todo es espíritu en cuanto Dios es omnipresente. Pero
hay el espíritu colectivo de lo viviente en las dimensiones inferiores al
hombre, en las cuales no existe el libre arbitrio.
En el hombre, portador del Ego Sum, hay el espíritu
individual, operante en el libre arbitrio hasta el límite de su prevaricación
de la ley que gobierna el equilibrio y la exigencia de la economía creativa,
semejante a un flujo sin inicio ni fin.
¡El Sol fecunda!
La Tierra y los otros planetas a Él sometidos conciben
y paren.
¡El cuerpo y el alma pertenecen a la Tierra, el
espíritu no!.
Existen dos inteligencias: la del espíritu y la del
alma.
El hombre es el uno y el otro en la misma cosa: es
astral y material; es parte mortal mutable y parte inmortal eterna.
Cuando el Verbo se hace palabra, es el Genio Solar que
se hace sangre y carne; es el hombre-Dios que se manifiesta en el tiempo y en
el espacio: es el hombre cósmico.
Los seres astrales son los genios del glorioso Padre
Creador. Son ellos quienes instruyen la forma y la sustancia, sirviéndose de la
energía Omnicreadora contenida en el átomo primario de hidrógeno.
Han sido estos señores "Elohim" los que
injertaron en el hombre el espíritu, la Inteligencia, soltándolo así, del
vínculo del espíritu colectivo y haciéndolo a Su imagen y semejanza.
El Espíritu y la Inteligencia, dicen, son una única cosa.
La Inteligencia es un memorizador multidimensional; el
Espíritu es depositario de todas las experiencias vividas, experimentadas en
las diferentes dimensiones sensoriales o emocionales, materiales e
inmateriales.
La sublimación del Espíritu-Inteligencia es lenta pero
continua, hasta alcanzar la total realización consciente de su real Deidad.
Es Ley de evolución.
Los mundos materiales-sensibles existen por ésto, para
edificar la conciencia y el despertar del espíritu deseoso de vivir las
experiencias del bien y del mal, del odio y del amor, de las tinieblas y de la
luz, de la muerte y de la vida.
A través de este sendero el espíritu produce la fuerza
consciente de un laborioso trabajo para que toda cosa creada retorne consciente
a la Idea Creativa, al Origen, al pensante-manifestante.
"Antes de que tú fueses te conocía." ¿Dónde?
¿En qué dimensión?.
"Vosotros sois Dioses y hareis
cosas más grandes que yo". ¿Se refería al medio físico o al jinete eterno,
espíritu-inteligencia, que se sirve del medio físico?.
"¿Qué buscas con esta linterna?" Diógenes
contestó: "¡Busco al hombre!".
¿Qué hombre buscaba Diógenes?.
El hombre no es la figura física que veis, que tocáis.
El medio físico sensorial es el instrumento, el habitáculo temporal, mortal; es
la navecilla bio-psíquica de la que se sirve el invisible caballero eterno en
la dimensión en la que cumple sus experiencias, sus misiones.
Si el espiritu-inteligencia es fuerte, difícilmente se
deja condicionar por el medio de que se sirve: "Si la carne es débil, el
espíritu es fuerte".
La inteligencia puede memorizar el bien y el mal, pero
si el espíritu es fuerte se incauta lo positivo y rechaza lo negativo. Esto lo
puede hacer cuando ha realizado los valores complementarios, experimentándolos
o captándolos de las experiencias ajenas.
Si has conocido lo que produce el
odio y lo que produce el Amor, no puedes no amar. Si has conocido lo que
produce la guerra no puedes no desear la paz. Si el medio se vuelve un fin,
entonces la Inteligencia, y en consecuencia el Espíritu, sufren pruebas
durísimas.
¿Os habéis preguntado, al menos una vez en vuestra
vida, quien es Dios y si realmente es posible conocerLo?.
Yo os digo, en verdad: es posible saber quien es Dios.
Es posible conocerLo, poseerLo y ser poseído por Él. Dios en Su verdadera
naturaleza, es simple y puro como un niño y amante de jugar y amar, así como un
niño ama y juega con sus juguetes. No busqueis conocer a Dios como siempre Lo
habéis creido, porque así no existe. Él es luz de amor, de justicia y de
armonía que compenetra el todo, porque el todo es Él mismo, que en potencia
posee tales virtudes.
Si en un ser Dios es consciente, este ser puede hablar
de Dios en primera persona porque es Dios que se expresa en él. En tal caso el
ser es conciente en Dios y Lo posee y Dios posee al ser.
Dios es la suprema inteligencia de lo creado y también
es el mismo creado en toda manifestación suya. Dios tiene el derecho, no
derogable, de poseer aquello que quiere, porque Le pertenece, porque es parte
de Si mismo.
Ninguna cosa creada puede decir nunca, no ser luz de
Su luz, carne de Su carne; ¡Nadie podrá jamás decir esto, jamás! Sois vosotros,
si queréis conocerLo como Él es, y sois siempre vosotros si queréis ignorar Su
verdadera naturaleza y conocerLo como Él, realmente, no es.
Sois vosotros a hacerLo bueno. Sois
vosotros a no hacerLo bueno.
Su naturaleza es la de ser bueno,
amoroso, justo, caritativo y dulce como un niño. Sois vosotros quienes educáis
a Dios en vosotros. Sois vosotros quienes podéis, si sólo lo queréis, poseerLo
como Él es por vuestra felicidad.
Comprender a Dios...
¿Cómo puede lo relativo comprender lo absoluto?. Muchos hombres creen haberLo
encontrado, haberLo realizado, pero sólo pueden encontrarLo o realizarLo
racionalmente, y así “a su imagen y semejanza”. Dios es perseguible, pero es necesario
"buscar" sin paradas, continuamente, dentro y fuera de nosotros, sin
creerLo nunca real como nuestra realidad. Nosotros no podemos partir de la
realidad que creemos tal, para ir hacia lo metafísico; para reconstruir es
necesario demoler antes la "vieja casa" es decir demoler los viejos
conocimientos para poder edificar los nuevos.
Dios se autodetermina - Dios se autodefine - Dios se
automanifiesta.
Dios cual inteligencia del todo, manifestado e
inmanifestado, se expresa a Sí mismo según Sus necesidades. Él se diferencia
creando para Sí mismo aquello que determina Su continuo devenir.
Él es aquel que es, porque es
omnipresente, por lo tanto en cada átomo de cada cosa, Él es la causa primera
de todos los efectos, siendo Él el origen de Su mismo principio.
Todo, comprendido el hombre, está
programado y todo está en función de Su eterno devenir. La omnisciencia es el
completo conocimiento de toda función particular Suya, sobre todos los planos
dimensionales.
POIMANDRES TE HABLA
Es el espíritu que toma
cuerpo y no el cuerpo al espíritu.
Uno es el espíritu, y
muchos los cuerpos.
Cuando el espíritu deja el
cuerpo, del que se ha servido, se identifica en la unidad de su naturaleza,
sumando las experiencias vividas a las ya preexistentes.
Todo ligamen deja de
existir con los valores físico-sensoriales de todas las formas creadas, y
también cambia el concepto existencial, privado, como está, de valores
emocionales brotantes del ego inferior o materialista.
El espíritu tiene sus
leyes, que conoce e interpreta en el momento en que pasa a su real dimensión,
en donde no existe lazo paterno, materno, filial, conyugal y otros.
Existe sólo un grande,
ilimitado amor donde la posesión egoística no existe y donde la libertad no
puede ser influenciable, limitada , coartada.
El espíritu es patrón
absoluto de toda cosa.
En el no espacio y no
tiempo no existen libres elecciones, sino programas que instruyen por sí por
inmutables leyes del "Dar y tener", "Ojo por ojo",
"Causa efecto".
La materia y el espíritu
nacen de una misma matriz y la colaboración en el dar y el tener es intensa,
continua, en todo acto que se realiza durante el transcurrir del tiempo.
Ahora me conviene hablar
del Espíritu, porque Dios se
complace en despertar en mi alma el conocimiento de la Sapiente Obra que con
magnificencia desarrolla. Y también son muchos aquellos que en el aprender de
tal Obra sienten poca dulzura en sus corazones, ni comprenden que tal bienestar
nos llega, justamente, con gracia amorosa, de Dios.
Yo digo a aquéllos que,
todavía, no ensalzan ni adoran la Obra del Espíritu, que no tienen fe y su vida
es como una peña de dura piedra. Dios es Espíritu, Sabiduría, Amor, Bondad,
Caridad, Inteligencia y Fuerza, y tales dones también los tiene el alma, porque
vuestra alma, y también la mía es Suya y es obra del Espíritu. ¿Qué dictamen os
hace conocer, a vosotros, que Su obra sea menor que la obra de vuestras manos?.
¿Qué dictamen os hace creer que vuestro Espíritu obra menos que vuestro
cuerpo?. Sois mal aconsejados, puesto que no amáis ni glorificáis esto por fe,
sentís y sin embargo negáis.
Pobres vosotros, ya que no
hay riqueza en vuestra vida si vuestra obra excluye la obra del Espíritu.
¿Y qué felicidad queréis
sentir vosotros si vuestro amor no está ligado al amor del Espíritu?.
¿Podemos ser felices sí, en
nuestra alma, no vivificamos tal felicidad?.
Necios e infelices sois
vosotros y es por vuestra culpa si de tal modo pasáis las horas, los días y los
años de vuestra vida. Sin embargo algo habla silenciosamente en todos vosotros
y no son los oídos los que escuchan la dulzura de su voz, ¿Quién que habla, sin
abrir boca, sin cuerda que vibra, sin respirar aire?.
Tal pregunta vosotros no
hacéis y si la hacéis la dejáis en la sombra de la duda por falta de fe. Y yo
os digo a vosotros, criaturas cogidas por la duda y sin, o con poca fe:
el Espíritu es Dios y sin
fe Él no concede ni alegría ni conocimiento de las cosas que, por Obra Suya,
viven sobre esta tierra y en los Cielos.
EL RENACIDO
Para un ser de Luz en misión sobre la Tierra es triste y envilecedor quedar en una esfera donde la luz vivificante y restauradora llega a faltar.
La oscuridad, las
tinieblas, descomponen su naturaleza forjada por la Luz, para existir en un
mundo de Luz. Donde existe la noche él se siente extranjero, privado de aquello
que lo nutre y lo vuelve feliz, distendido, alegre.
Este es mi drama y cuando
la Luz se va y llega la noche, me agito y soporto mal la oscuridad hasta el
despuntar del alba. Al surgir el Padre Sol, la tristeza se desvanece de golpe y
mi corazón se llena de alegría.
La Luz vivificante es la
Linfa de mi existir en la eternidad.
Eugenio
PSIQUIS
“ Onda viviente, manifestante
del
Pensamiento Creante”.
LA PSIQUIS
La ciencia terrestre, todavía no está en condición de
conocer, realmente, que es aquello que comúnmente llama "psiquis", ni
conoce de donde ésta viene, para que sirve y que poderes posee.
La psiquis la segrega el Sol bajo forma de energía
estructurante, organizativa material.
La psiquis, como vosotros terrestres la llamáis, es la
energía vital que anima e instruye los valores portantes de la vida física en
todas sus manifestaciones: mineral-vegetal-animal.
El
animismo de toda cosa, aún si esta está aparentemente inmóvil, brota de una
voluntad organizativa bien definida por reglas fijas en la calidad, pero no en
la cantidad. Tal energía (psiquis), responde a un código programático
estructurante de una determinada genética. Todas las manifestaciones físicas,
tanto orgánicas como inorgánicas están coordinadas por esta energía por
vosotros llamada “PSIQUIS”. (HOARA)
Desde los primeros años de mi coloquio con Ellos, supe que el Sol segrega energía psíquica creativa. El Sol es el Logos de la Divina Inteligencia y el contenedor de la Idea Creativa. Puede ser parangonado a una glándula segregadora del cuerpo Macrocósmico, con cometidos bien definidos y con leyes inmutables. Uno de los cometidos primarios es el de absorber la energía primordial pura y psiquizarla.
La materia psiquizada es la resultante de la
colaboración entre la energía vital y los elementos psiquizados. El hombre
físico es materia psiquizada, es una resultante de la Idea Divina, pero también
contenedor de la Inteligencia Divina.
Esta es la maravilla de la creación del hombre.
Dicen los
extraterrestres:
"Es esta energía la que nos permite realizar
cuanto, para vosotros terrestres, es milagro y prodigio. El Sol de vuestro
sistema planetario, además de ser Logos de la Divina Inteligencia, es
contenedor y elaborador de las ideas manifestadas y manifestantes. En el se
instruyen los elementos psiquizados aptos a instrumentalizar los cuerpos y a
volverlos funcionales sobre diferentes planos dimensionales energéticos
físicos.
Los ánticos habitantes de la Tierra tuvieron un
perfecto conocimiento del arte sabio y eterno del Sol. Tuvieron pleno
conocimiento de Su naturaleza viviente y sabían, también, que en Él residían
todos los cuerpo pensamientos de Dios.
Nosotros conocemos, desde tiempo remoto, las
inmutables y eternas leyes que gobiernan las actividades creativas de los soles
esparcidos en los universos. Nuestra devoción a estas leyes es incondicional,
porque somos plenamente conocedores de que estas leyes son la pura expresión de
Aquel que es la Inteligencia Prima y la Eterna Fuerza del Devenir.
La energía psiquizante que los soles segregan, todavía
es desconocida para vuestra ciencia. Algunos estudiosos han individualizado los
corpúsculos vehículo, pero ignoran la particular estructura y la naturaleza
contenida y transportada.
Es esta energía psiquizante la que posee la particular
capacidad de informar a la materia cósmica de los valores estructurales
genéticos. La laboriosa actividad de esta energía solar produce los
"Quanta-sens", que son los valores materiales psiquizantes sobre
diferentes planos dimensionales conocidos y desconocidos por vuestra ciencia.
Estos
"Quanta-sens", además de producir los valores psiquizantes sobre
diferentes planos dimensionales, instruyen y determinan los
"Quanta-memor" que son los cuerpos pensamiento o, mejor, las imágenes
de los valores experimentados y aptos a ser reabsorbidos por el acumulador-memoria
(Sol).
"Energía‑Materia à Materia‑Energía"
"Psiquis
no experimentada à Psiquis experimentada"
"Valor potencial psiquizado no manifestado à Valor psiquizado manifestado e instruido."
Todavía os decimos:
Nosotros usamos, desde tiempo remoto, la energía del
Sol. Usamos, no sólo, la energía que vuestra ciencia conoce, sino tambien
aquella que vosotros terrestres, todavía, desconocéis: es decir la psíquica que
también es producida por los soles.
A) Energía coordinadora (Inteligencia);
B) Energía constructora (Astral-Dinámica).
Luego están las energías secundarias, no menos
importantes que las primarias.
Las energías secundarias son
acumuladas en las estructuras modificadoras de los elementos. Estos están
estrechamente ligados a la energía primaria coordinadora.
La energía psiquizante es artífice de la animación de
la materia.
Tal prodigiosa energía, emitida por el Sol, organiza
las estructuras de la materia orgánica, e inorgánica, proponiendo también una
ley inmutable de causa y de efecto, así como el condicionamiento de los
múltiples desarrollos sobre diferentes planos dimensionales.
La energía psiquizante también es una fuerza
intelectiva instintiva, capaz de asumir un órden genético.
En la materia orgánica tal inteligencia instintiva
carga la energía psiquizante de un orden de defensa en relación a las
características asumidas en un determinado ambiente.
El habitáculo humano es la resultante evolucionada de
la energía psiquizante.
El hombre en equilibrio consigo
mismo, debería comer con las manos para impregnar los alimentos con su propia
energía psíquica, y absorber totalmente las animosidades energéticas.
Aquellos hombres que poseen una conciencia interior
tal, de estar en sintonía con el propio astral, por lo tanto evolucionado,
pueden operar con la energía que sostiene la materia, que es justamente la
energía psiquica. El hombre es, potencialmente, un pequeño sol gobernado por la
propia energía psíquica, que no está ligada a los sentimientos tangibles, ni
siquiera al cerebro, sino a una causa creativa que depende exclusivamente del
Espíritu".
¿Y cómo podemos sentirla?
"Todo estado de ánimo es dependiente de la carga
de energía psiquica. Basta un instante de sonidos, o de colores, o una mirada o
cualquier vibración que interfiera, para hacernos mudar radicalmente el estado
de animo, la voluntad, el deseo o, aquello que es más evidente, el estado de
salud o de enfermedad, los dos potenciales en el cuerpo.
La causa de la enfermedad es siempre una disfunción
energética que produce descompensaciones e incompatibilidades a nivel
bioquímico. He aquí por qué los curanderos, como vosotros les llamáis,
introduciendo la energía psíquica, reponen en orden la causa, produciendo así
la salud sobre la enfermedad".
Las Leyes Universales, inmutables y eternas, son la
Pura Expresión, la Inteligencia Prima de la Eterna Fuerza del Devenir.
Gobiernan la actividad creativa del Cuerpo Macrocósmico a través de los SOLES.
La Energía Psiquizante, ligada al Espíritu Creativo es
Fuerza Intelectiva Instintiva capaz de asumir un orden genético del que brota
el animismo de toda cosa, en relación a las características asumidas en un
determinado ambiente.
Las energías secundarias, acumuladas
en las estructuras modificadoras de los elementos, están estrechamente ligadas
a la energía primaria coordinadora, porque hay el programa, la fuerza, los
estímulos de la Ley Cósmica.
Las energías secundarias son el estímulo para las
energías primarias en cuanto expresan su deseo evolutivo en todo aquello que el
hombre alcanza como animosidad pura.
Es la coordinación de los elementos secundarios que
instruyen los primarios, que son las Fuerzas Espirituales Divinas de los Zigos
primarios.
La
fecundación de las infinitas formas vitales, produce los elementos psiquizados
e instruidos para instrumentalizar los cuerpos y volverlos funcionales sobre
diferentes planos dimensionales energéticos y físicos, en los que Energía
Psíquica y Animismo, por voluntad organizativa astral, se vuelven vitalización,
es decir animosidad planetaria, definida por reglas fijas en las calidades
evolutivas hacia la sublimación.
La sublimación de la materia, anima un mayor
dinamismo.
Aquello que se entiende por Mutación del Planeta, comprendida la humanidad, propone un mayor
impulso dinámico debido al crecimiento evolutivo de la Galaxia en que está
presente este sistema solar, con nuevo dinamismo espiritual-astral-físico.
Las vibraciones, en el tejido de la Galaxia, son
varias y complementarias.
En el microcosmos sucede lo mismo que en el macrocosmos , porque
los elementos que instruyen el cuerpo en la funcionalidad biofísica tienen
estructura complementaria con cuerpos y anticuerpos, en los dinamismos físicos
y en los dinamismos astrales, aún si son planos sustancialmente diferentes por
las potencias dominantes, con flujos y reflujos ordenados por la rígida ley que
brota de la Inteligencia creante que reside en el átomo primario sublimado
espiritual: el Hidrógeno.
EL ARTE DINAMICO CREATIVO
El Verbo es dinámica creativa que se manifiesta en lo
creado en múltiples aspectos. Es como una dimensión de energía pura que
programa y manipula la dimensión más densa con el fin de volverla útil a la
sublimación que requiere el destino evolutivo universal.
Como anillo de enlace entre la conciencia superior y
los tres reinos de la psique material está el hombre, gobernante o sometido a
la prisión de la leyes de vida y muerte, luz y tinieblas, espíritu y materia,
para conducir la materia al espíritu, las tinieblas a la luz. Un servicio en el
todo uno, Divino.
El hombre también es sometido por toda influencia si
no es regido por su coordinación espiritual-astral.
Se puede ser perturbado tambien crónica o
patológicamente por situaciones de salud, estados ambientales, por sensaciones
con aportaciones exteriores e interiores, colores, sonidos, luces, temperatura,
presencias visibles o invisibles, pensamientos, toda vibración.
Consecuentemente entra en distonía la relación sensorial-emocional, los
pensamientos, la intuición, todas las escalas de los valores que regulan la
vida creada.
Vienen a constituirse seres negativos que con el
delito psíquico, imponen sus intenciones de dominio y condicionamiento. Esto
permite, al ignorante y al prepotente, satisfacer sus intereses con menoscabo
de los débiles.
VAMPIRISMO PSIQUICO
Hoara explica: “En estos últimos siglos se ha
desarrollado una morbosa y muy equivocada actividad tendiente a instruir
dinamismos psíquicos, capaces de devenir medios coercitivos condicionantes.
Muchos individuos, psíquicamente débiles, actúan
consciente o inconscientemente, un vampirismo psíquico, estimulando en ellos la
impelente necesidad de cargarse en detrimento de aquellos que, a menudo, se
vuelven instrumentos de sus necesidades.
La absorción de la psíque por parte de entidades
vivientes o desencarnadas, comporta un progresivo debilitamiento psicofísico y
por consiguiente inevitables distonías neurológicas en aquellos sujetos,
particularmente predispuestos y fácilmente coercitibles.
En este caso es necesario que la parte condicionada se
disocie de la fuerza mental del condicionador, aislándose psíquicamente y
creando una barrera protectora, suficientemente activa y capaz de impedir el
ejercicio del vampirismo psíquico por parte de quien, consciente o
insconscientemente, lo ejercita con sistemas fácilmente intuibles.
Existe, luego, el vampirismo físico que no es peor que
el primero”.
Histerismo
astral,
o bien insuficiencia de dinamismo psíquico, debido a excesiva absorción por
parte de entidades deseosas de relaciones sensoriales sobre planos
tridimensionales psicofísicos.
El egoismo puede inducir a tal tipo de entidad a un
orgasmo progresivo, de querer relacionar con un sujeto de su agrado, o por
vínculos existidos, o porque existen valores paralelos de carácter espiritual,
moral, negativo o positivo.
Es necesario evitar que tal orgasmo se vuelva habitual
e incontrolado, y esto para evitar un desordenado y, a menudo, letal consumo de
energía psíquica.
Una falta de sagacidad, en este sentido, puede
provocar insurgencias de distonías muy serias y colapsos neuro-cerebrales con
debilitamiento parcial o total del laberinto nervioso.
Esta advertencia para todos aquellos que ejercitan,
insconcientemente, prácticas sintónicas extrasensoriales, mediúmnicas,
espirituales e hipnóticas.
Estad,
por ello, atentos y prudentes.
(HOARA)
EL TERRIBLE MAL
Hoara explica: "En los dinamismos desordenados,
la actividad psíquica puede, casi siempre, determinar una estabilización.
El hombre posee la facultad de coordinar las líneas de
fuerza que estructurizan la materia orgánica en sus diferentes componentes.
Los dinamismos de cohesión, gobernantes del magnetismo
psíquico, son modificables. Una intervención de fuerza con valores superiores
al desequilibrio 1+1+1 propone cambios capaces de descomponer la cohesión y por
lo tanto la sublevación de la disgregación o actividad anómala en los tejidos
biológicos.
El mal de vuestro siglo no es de naturaleza viral, si
no psíquico o de magnetismo vital descompuesto por su normal desequilibrio
1+1+(1), movimiento o vibración positiva.
Cuando el desequilibrio sufre una fuerza superior a la
norma, ejemplo 1+1+3, entonces adviene el desajuste derivado de los valores de
cohesión, en sus componentes:
modificaciones anómalas en las estructuras celulares
con la aparición inevitable del mal que más os aflíje: el tumor.
Ahora explicaré la parte más importante referente a la
posibilidad estabilizadora”.
“VIBRILIFERO” (2ª PARTE)
“Vuestras
células poseen un dinamismo vibratorio íntimamente ligado a la Pirámide
genética (1+1+1), (1+1+1/2), (1+1+1/3), (1+1+1/4).
Cada vez que se verifica merma o exceso del potencial
vibratorio, el grupo genético predispuesto a desordenarse, sufre un notable
stress, llevando la norma del desequilibrio a una posición excitativa tal que
suscita una corriente descompensatoria en los núcleos celulares en fase
debilitante. Nace así “el anómalo dinamismo vital, llamado por nuestra ciencia
"vibrilifero" que no es un virus, sino más bien una degeneración del
poder "pránico" que lleva a las células a la descomposición de las
estructuras y consiguientemente a la rápida emisión de vibrillifero en el
fluído vital "sangre".
La estabilización del anómalo dinamismo puede llegar a
través de la activación del timo, introduciendo en éste una carga psíquica tal
que contenga la suficiente fuerza regeneradora y equilibrante. Si la fuerza es
suficiente, el poder pránico rehabilitado anulará, rapidísimamente, la acción
del vibrillifero, causa del mal surgido”.
1+1 = equilibrio
+1 = desequilibrio natural que da el dinamismo de la vida.
El 3° (+1) pertenece
a genéticas diferentes con valores diferentes.
PIRAMIDE
GENÉTICA
El hombre pasa de un
punto sobre una recta a un punto sobre un volumen con genéticas evolutívas.
(1 + 1)
Diferenciaciones de
energía psíquica= Tránsito de dimensión.
Los diferentes
componentes de la materia orgánica están estructurados por lineas de fuerza,
dinamismos de cohesión, gobernados por la actividad del magnetismo psíquico.
Si son descompuestos
pueden ser modificados o estabilizados por la facultad psíquica del hombre.
El dinamismo
vibratorio vital celular, está íntimamente ligado a la pirámide genética.
Se sabe, por la
ciencia médica, que el Timo, produce
linfocitos, plasma celular o células reticulares; está dotado de actividad
endocrina y está en correlación hormónica con tiroide, hipófisis y glándulas
suprarenales.
Thymos = alma
La atrofia del Timo
aporta desarreglos psíquicos (anormalidad).
“Existen dinámicas de cohesión que pueden ser
modificadas por medio de energías especiales, conducidas mediante lineas de
fuerza magnética o psíquica.
La materia orgánica obedece a una dinámica biológica,
estrechamente ligada al átomo de hidrógeno psiquizado, mientras que la
inorgánica está gobernada por flujos y reflujos de magnetismo de cohesión
modificante y por la fuerza gravitacional.
Un artefacto de materia inorgánica puede ser
modificado, en la forma, si el magnetismo de cohesión es, forzadamente,
desordenado en sus equilibrios.
Para daros un ejemplo: un tanque, un avión, un navío,
pueden perder su forma y ser reducidos a un montón de metales deformes.
Las micro-vibraciones descompensadoras, chocando
contra el objeto, producen en este un progresivo descamado con la pérdida de la
forma de origen y de la compactibilidad.
No es antimateria, más bien capacidad de modificar la
forma”.
“Nuestros cosmoaéreos (platillos volantes como
vosotros les llamáis) son medios capaces de navegar en el aire, en el agua y
deslizarse a través de la materia sólida o densa, creando pasillos con el
sistema de anulación de la cohesión magnética, por vosotros llamada "antimateria".
Es posible, para nuestra ciencia, reordenar la fuerza de cohesión solidificante
a través de la inmisión de un magnetismo reorganizativo y asociatívo que
vosotros definís "psíque" o dinamismo primario gravitacional
instructivo.
Vuestra ciencia estudia estos valores asociativos y
disociativos con frecuentes errores, con miras negativas y destructivas.
Nuestras disociaciones son total y escrupulosamente
controladas. Hemos dicho: "disociación" y no
"desintegración" como ya indicábamos antes. Para nuestra ciencia es
posible la reasociación de los elementos descompuestos y vueltos penetrables,
maleables y estructurables en función de las necesidades y de las exigencias de
nuestra tecnología, tanto física como astral.
Las estructuras genéticas sufren notables, deletéreas
interferencias. La psíque es cargada contínuamente de stress y elabora
negativamente, modificando el orden genético y, en consecuencia, la estabilidad
de sus normales funciones evolutivas.
Los equilibrios de esta importante estructura son
determinantes para la mejora de la especie. Las emotividades emanantes del
stress psíquico, físico y nervioso actúan, aún cuando lentamente, sobre la red
dinámica que liga los componentes, desestabilizando la memorización y
provocando transmisiones anómalas y perniciosas a la entidad creada.
Es, por ello, cuerdo eliminar las irritaciones
psíquicas en el acto de la concepción y en los primeros años de crecimiento de
los niños.
ESTABILIDAD DEL EQUILIBRIO PSICO‑FÌSICO‑ASTRAL
Es indispensable evitar turbaciones psíquicas,
aceleradoras de distonias neuro-vegetativas. Pensar y actuar sobriamente, con
distensión reflexiva, a fin de auxiliar, al máximo, las estructuras sintónicas
entre psíque, físico y astral.
Las emotividades deben ser controladas, para que las
relaciones no vengan alteradas y puestas en condiciones de sufrir
desequilibrios, ciertamente deletéreos para la estabilidad del complejo
circuíto del edificio psíco-físico-astral.
Las excesivas acciones emocionales comportan un
desgaste del laberinto nervioso y consecuentemente una progresiva decadencia de
los valores portantes que regulan la actividad de todo el cuerpo.
Es indispensable controlar activamente los estados
emocionales, porque fatigan seriamente dañando, a menudo irreversiblemente,
órganos debilitados o predispuestos a serlo.
La humanidad es una fuente de energía psíquica de
enorme potencia, capaz de coordinar negativamente o positivamente el proceso de
los dinamismos naturales, o de los "Zigos" (Aire, Agua, Tierra y
Fuego).
Si la fuente de la energía psíquica de la humanidad
produce fuerzas distónicas, negativas desarmonizantes, es inevitable la
influenciabilidad y, por tanto, la reacción de todos los otros valores
dinámico- cósmicos que están, aún si no lo parece, ligados existencialmente al
hombre.
Si la
humanidad de este planeta no toma plena conciencia de esta verdad, mutando las
actuales actitudes, los "zigos" se arrojarán contra ella.
(HOARA)
AMOR
“El Espiritu Creativo se nutre de Amor,
que
es el supremo Cosmogónico Dinamismo”.
“El Amor es una actividad tal, que cuando
vibra
en la verdad, se vuelve la única realidad
deseable
por los hijos de Dios”.
SOY AQUEL QUE TU PIENSAS Y NO VES
“
Escucha, hijo, soy Poimandres, la Inteligencia suprema del Cosmos.
Aquel que conoce Mi Verdad
es Mi Sacerdote.
Aquel que Me busca, como es justo buscarMe, Me
encuentra y cuando Me ha encontrado, él y Yo nos volvemos una sola cosa. Hijo
Mio, tú y Yo somos una sola cosa.
Escucha y escribe, para que
quede memoria en Tierra y en Cielo: nada puede nacer de la nada, ninguna cosa
puede ser si falta la causa del ser, la Mente que piensa, forma y crea.
Soy Poimandres, la Mente de
todo, la Forma de todo, el Creador de todo y todo soy Yo, la unidad que crea la
multiplicidad. También soy el Amor que liga la multiplicidad a la unidad. Soy
la Justicia que armoniza y regula los
valores complementarios que instruyen y equilibran Mis fuerzas cósmicas, Mi
eterno devenir.
La Luz es el vehículo de Mi
Voluntad, el medio de que Me sirvo para estar siempre presente y activo. Con ella
y de ella salen los valores de Mi Ley causal y estructural de la vida y de
cuanto hace parte de Mi naturaleza viviente.
Dios es el Monarca que
reside y coordina la Luz del Universo, Ministro es el Hombre Dios y posee las
prerrogativas de Mi naturaleza”.
“¿De qué amor queréis hablar?”, reprendía, a menudo, Eugenio cuando se utilizaba esta
expresión.
Y un buen día, que había llegado el momento en que, en mi despertar, debía liberarme de las ataduras que me distraían con sentimientos humanos me dijo de sopetón:
Y un buen día, que había llegado el momento en que, en mi despertar, debía liberarme de las ataduras que me distraían con sentimientos humanos me dijo de sopetón:
“¡El amor no existe!”.
Me miró fijo a los ojos, tendiéndome la llave para salir de una red muy enredada. Reencontré la paz de la conciencia, reaccioné, inmediatamente, en el alma iluminada por el espíritu, aún si en mi celo por sumergirme en el prójimo, me perdí demasiado y demasiadas veces.
Me miró fijo a los ojos, tendiéndome la llave para salir de una red muy enredada. Reencontré la paz de la conciencia, reaccioné, inmediatamente, en el alma iluminada por el espíritu, aún si en mi celo por sumergirme en el prójimo, me perdí demasiado y demasiadas veces.
“¡No pierdas tiempo dándote a tí mismo hacia quien no te tiende la mano, si realmente no quiere ser
salvado!”.
Pero empleé mucho más tiempo del necesario para realizarlo, a pesar de haber comprendido bien las revelaciones que siguen:
“El amor es una metodología”.
Y en este punto recuerdo la continuación de las preguntas y respuestas públicas, frecuentes:
“El verdadero amor es con la "A" mayúscula”.
Esto contiene, en síntesis, la complejidad de aquello que debemos entender por trinidad, o vida en si misma, o cohesión de todo átomo de toda cosa.
Pero empleé mucho más tiempo del necesario para realizarlo, a pesar de haber comprendido bien las revelaciones que siguen:
“El amor es una metodología”.
Y en este punto recuerdo la continuación de las preguntas y respuestas públicas, frecuentes:
“El verdadero amor es con la "A" mayúscula”.
Esto contiene, en síntesis, la complejidad de aquello que debemos entender por trinidad, o vida en si misma, o cohesión de todo átomo de toda cosa.
“¿Yo te pregunto a Ti, Génio Cósmico, qué es, en
realidad, aquello que nosotros llamamos
Amor?”
“
Hijo, el amor contiene el acto más importante y al mismo tiempo divino de la
inmortalidad. Sin el amor todo habría cesado ya, desde hace muchísimo tiempo.
En verdad, el amor es la sublimación de la voluntad creativa, el éxtasis
inmaculado del devenir continuo.
El amor es la síntesis de
la Trinidad, el soplo más cálido, y más fuerte, del celeste arte de Dios
Creador.
¡Recuérdate, hijo:este
grande, infinito, sentimiento que vosotros llamáis amor, es en realidad una
pizca de pura Luz, de aquella Grande e inmortal Luz que invade y vivifíca todas
las cosas que van y vuelven siempre!”
¡Podrá parecer un
contrasentido sentirse acariciar por la expresión del “Sentimiento infinito” y en su lugar pensar
poder ser “Actores
de Dios”!
¿Pero en nuestra
dimensión humana, cómo se puede alcanzar la paz sin el binomio Justicia‑Amor?.
“La Justicia se
antepone al amor, cuando éste se vuelve débil y pierde su verdadera identidad”.
Ser pues “Actores de
Dios” no tiene nada que ver con el teatro de intereses, cualesquiera, humanos,
sino es laborar en sintonía con las metodologías divinas, rebosantes de aquel
programa de Amor infinito dirigido a la redención de la humanidad. “¡ Yo te amo
por ti misma, alma mía!”.
¡Y, así, el amor
humano no existe porque no es verdad!.
He preguntado a Cristo, el Señor contestó:
"Gran cosa es el amor, un bien por encima de todo
bien; el único que vuelve ligero todo aquello que es gravoso y hace que se
lleve con igual ánimo todo aquello que es más desigual.
Sostiene su peso sin sentir peso, y hace dulce y
apetitosa toda cosa amarga.
El amor de Jesús es noble, empuja a realizar grandes
empresas e incita a desear una perfección, cada vez mayor.
El amor tiende a estar en lo alto, no quiere ser
entretenido por las cosas vulgares de la tierra. El amor quiere ser libre, no
vinculado a ninguna afección mundana, para que su ojo interior no tenga
impedimentos, ni que las comodidades temporales lo enreden, o sucumba a causa
de los sufrimientos.
Nada hay más dulce que el amor, nada más fuerte, nada
más sublime, nada más extenso, nada más alegre, nada más pleno, nada más bueno
en el cielo y la tierra, porque el amor ha nacido de Dios, no puede encontrar
descanso en las cosas creadas, sino solamente en Dios.
El amor es diligente, sincero, piadoso, alégre, delicioso, fuerte,
paciente, fiel, prudente, tolerante, viril: quien ama no se busca jamás a sí
mismo.
Cuando uno se busca a sí mismo, renuncia al amor, el
amor es cauto, humilde y derecho, no débil y ligero, no dirigido a las
vanidades; es sobrio, casto, firme, quieto y controlado en todos sus sentidos.
El amor es sumiso y obediente a los superiores deseos,
es vil y despreciable a los propios ojos, devoto a Dios y agradecido; está
siempre pleno de esperanza y de fe en Dios, aún cuando no Lo siente, porque sin
dolor no se vive en el amor.
Existe un alimento inmaterial, invisible, e impalpable
que es alimento de tu espíritu.
Este gran bien es el Amor y su morada es la Luz.
La luz está dentro de ti si la descubres y la liberas
de los tormentos materiales, si quitas los densos velos que la ocultan y la
vuelven incapaz de irradiar, en tu corazón, el esplendor del Amor que posee.
En esta yace, suavísimamente, la sublime caricia del
Creador, en ella está la totalidad de Su Divina Magnificencia.
Si esta Luz la haces brillar en tí, entonces ten la
certeza de poseer a Dios y de gozar de Sus excelsas y celestes virtudes. La
alegría de amar será la corona de tu vida eterna”.
Excitando el amor, se fuerza a la psique a la completa
rehabilitación vibratoria o restablecimiento de la dinámica biofísica del
cuerpo.
Así se expresa Wodok:
“Recordad bien, el amor no debe ser poseído. Es el
amor que debe poseer.
Cuando ejercéis coerción sobre el amor, lo matáis.
El valor del amor es grande si es nutrido por el
Espíritu, alimentado por Su delicada y sensible pasión. Sin estas
indispensables predisposiciones, sólo se obtiene el amor efímero y transitorio
de la materia y de sus orgasmos: la luz que corrobora la real felicidad está
ausente y la desilusión desconsoladora.
Es, pues, necesario que el amante del amor sea el
Espíritu, porque es verdad que en Su universal libertad se ofrece, no para ser
poseído, sino para poseer y realizarse a través de la ley que en Su eterna
inmutabilidad Lo vuelve libre y Lo transfigura en mil maneras y en mil modos.
La patria del verdadero amor es el cosmos. El verdadero amor no
obedece a vuestras leyes, sino a las leyes del gran y eterno amor creativo.
Debéis aprender a amar dando al amor el único medio
para que éste pueda sobrevivir: ¡La libertad! En Su Ley”.
ESCUCHAD, HIJOS DE MI CREACIÓN.
“
Escuchad e imprimid en vuestros corazones la “Palabra” de Aquel que es Padre
Misericordioso y Amoroso, pero que es, sobre todo, Justo e Inflexible.
Mis Hijos, a vosotros más
cercanos, han visitado vuestras moradas y han llamado a la puerta de vuestros
corazones para haceros penetrar Mi Divina Luz y para haceros sentir, aunque por
un sólo momento, quienes verdaderamente sois, y a que meta estáis destinados.
Muchos han percibido, en el
silencio de sus memorias, la solemnidad de aquel momento y han agrandado las
cuerdas de la propia conciencia hasta volverla unísona al concierto universal
que se viste de Verdad, Armonía, Equilibrio y Belleza.
Muchísimos otros aturdidos
y oprimidos por su egoística sed de cosas efímeras y falaces, han querido
cerrar la puerta, del propio entendimiento, al Pan de los Cielos y han
acrecentado la solitud y la dureza en sus corazones.
Hace un tiempo os dije que
retornaría en las tinieblas de los últimos días para llevaros Mi Divina Luz de
Salvación y de Justicia para que se cumplieran todos los designios que Mi
Creativa Mente propuso para sostén y tutela del Mío y vuestro devenir eterno.
Ahora, el tiempo que Yo
sólo conocía llama impetuosamente, en la realidad de cada día vuestro y Mi
Santísimo Juicio revuelve y purifica toda cosa que muriendo en el ocaso de un
momento renace en la aurora de Mi Eternidad.
Yo que soy el Primero y el
Último, la fuerza regeneradora y edificadora de todo cuanto en Mí vive y se
perpetúa, esto he decretado para que vosotros, hijos Míos, podáis ser salvados
en el espíritu y a Mí semejantes por grandeza, amor y bien”.
El indisoluble trípode
sobre el que se apoya, solemnemente, la felicidad existencial es:
“JUSTICIA, PAZ, AMOR”.
Si una de estas divinas
virtudes falta, las otras dos potencias sufren, inevitablemente, efectos
contrarios desarrollando valores opuestos.
La justicia quiere ser el
pilar central y la paz y el amor quieren ser el complemento del árbol de la
vida.
Sobre este trípode se
desarrollan las supercivilizaciones y con estas virtudes se instruyen y se
construyen los valores morales, sociales y científicos sobre nuestros planetas.
Es necesario cuidar
atentamente y con diligencia la continua estabilidad de estas tres potencias,
si se quiere alcanzar la ambicionada meta de la felicidad colectiva, la
verdadera fraternidad universal, la real libertad.
Sobre vuestro planeta,
estas tres potencias continúan siendo condicionadas por efectos extremadamente
contrarios, opuestos a la verdadera, real ley que bien conocéis, pero que no
practicáis.
Mientras falte la armónica
función del trípode divino no tendréis ni justicia, ni paz, ni amor.
Examinemos los
paralelismos recíprocos de las fases Descendente‑Ascendente en la
relación Justicia‑Amor
Amor
primario en las Vibraciones elementales
EL PADRE OS DICE ESTO:
“En Mi estuvo toda la
beatitud de Mis criaturas, en Mi aún está toda la beatitud de toda criatura del
mundo terreno y de los universos estelares.
¿Cómo acontece pues que
todavía tantos y tantos hijos Míos no reencuentran el punto focal de su Todo?.
Acontece porque así ha
acaecido al principio del alejamiento de Mi, cuando ellos desviaron su mirada y
su voluntad de Mi Luz directa, y perdieron inmediatamente el punto central de
la eterna visión de toda cosa.
Inmediatamente buscaron
otras visiones, otras actividades diferentes de aquella, única, que Yo y el
Padre pedimos y que se llama Amor.
Este extravío del centro,
continúa aún para muchos elegidos, y Me es fatigoso volver a llamar y hacer
comprender que soy Yo, Yo sólo, el punto que da Luz al Todo.
No os obstinéis, hermanos
míos, en ser sordos y ciegos.
Reconoceros todos en este
infinito y Santísimo Amor y en verdad os digo: seréis libres para siempre del
dolor de la muerte”.
DUALIDAD,
TRINIDAD, UNIDAD
MASCULINA
Y FEMENINA
“ El principio es trino, invisible y eterno.
Él
es Padre, Madre e Hijo.
El
principio es pensamiento
y
crea todas las cosas por poder infinito.
El
Soplo es generador de movimiento,
el
movimiento es forma,
la
forma es vida”.
Una noche que quedé solo, en Valverde, mientras Eugenio y otros habían salido, tuve un desdoblamiento en el que veía, a poca distancia, a una mujer que me sonreía, melancólica y yo les dije a algunos amigos que estaban conmigo: “¡Mirad, ahora entro en ella!”. Y así hice, y nos volvimos uno. Y no estaba, de hecho, asombrado, más bien me sentía pleno en la máxima paz.
Muchas veces Eugenio
me empujaba a meditar sobre conceptos de la dualidad que lleva a la
complementariedad, a la Unidad. Dos aspectos efímeros de una única substancia,
tanto por los dinamismos energéticos en los dos sentidos, como por la realidad
dimensional humana, terrestre, de macho y hembra.
¿Pero la conjunción
tiende sólo a alcanzar el equilibrio, según nuestra lógica, o algo mucho más
profundo e infinito?
“Hijo, quien habla soy Yo,
el Genio Cósmico, Aquel que tú sientes y no ves.
Escucha, hijo mío, escucha
porque es verdad que el Espíritu del Creador está en ti para sembrar Sabiduría,
Justicia, Verdad y Amor. Bendito sea siempre el día de tu renacimiento porque
es verdad que tú eres el Renacido, el Uno y el Otro en una misma cosa y tu santa
obra es bendecida por el Padre Creador.
Ahora escucha, hijo, y
escribe tales enseñanzas para que tú puedas comprender mejor y mejor competir
en la obra emprendida.
¿En verdad, qué sabe el
hombre de la mujer, la mujer del hombre, el hijo del padre y de la madre y el
padre y la madre del hijo?.
El hombre y la mujer se
buscan, ambos, y ambos se desconocen.
Él busca y la ama, ella
busca y lo ama y nunca se preguntan por qué están forzados a hacer esto y el
por qué, como ellos, toda cosa creada actúa semejantemente.
En verdad, él la busca
porque ella hace parte de él y viceversa.
Ellos están en dos, pero en
realidad, son dos en uno y con el hijo, tres en uno.
Si para renovar la Unidad
en la eternidad es necesario que el hombre y la mujer se vuelvan una sola persona,
también es verdad que en la Unidad de esta dualidad existe el triunfo creativo
de la Trinidad de Dios, manifestado. Así, todas las cosas creadas son
semejantes al Padre Creador.
En verdad, la Trigeminidad
está en todas las cosas, porque todas las cosas gozan del devenir continuo y
eterno. Sobre este planeta, vuestro, la trinidad se expresa en dualidad y en
potencia en el hijo, que es el devenir continuo de la Unidad Trigemina, es
decir de Dios Manifestado.
Es verdad que en tal
dimensión la Unidad Trigemina se manifiesta dividida en sus dos aspectos
principales, pero también es verdad que la Trinidad es, indisolublemente, una
realidad que encuentra glorificación y divino cumplimiento con el éxtasis del
amor creativo.
En verdad, el Ser
originario es eterno y se expresa en la dualidad de su naturaleza en la
manifestación de una cantidad sin fin.
La Trigenimidad de Dios
manifestado es una multitud, una gran multitud, una numerosísima familia, un
numerosísimo pueblo. El principio de su Unidad es Dios Trino, la semilla de
numerosísimas espigas.
Ahora es cierto que
vosotros terrestres, en verdad, sois hijos de Aquel que todavía os es Padre y
que fue el principio de todos vosotros. Vosotros, en realidad sois la suma de
Su devenir, la totalidad de Su Unidad manifestada sobre planos y dimensiones
diversas. Tu, hijo, eres parte de Mi, más bien, eres Mí mismo y tus hijos son
parte de ti, de tu dualidad y de la Mía originaria Trigeminidad. Vosotros sois
Mi mismo, ligados a Mi Unidad. Dios es Unidad y multitud al mismo tiempo.
Junto al principio de la Trinidad, hay otro:
“La Ley de la Dualidad”.
Esta mira no el reordenarse de la Unidad en superiores sistemas colectivos, sino su íntima composición. Más allá de la Unidad está el “3”, en su interior está el “2”.
“La Ley de la Dualidad”.
Esta mira no el reordenarse de la Unidad en superiores sistemas colectivos, sino su íntima composición. Más allá de la Unidad está el “3”, en su interior está el “2”.
Esto en el sentido de que la individualización no es
nunca una Unidad, sino siempre un dualismo que, en su aspecto estático, divide
a la Unidad en dos partes, del ser y no ser, en dos mitades inversas y
complementarias, contrarias y también recíprocas, antagonistas y también
necesarias; en su aspecto dinámico es un contraste entre dos lados opuestos que
se mueven y se balancean en un equilibrio inestable, que continuamente se
desplaza y se renueva, es un ciclo hecho de dos semi-ciclos que se persiguen y
se completan, es un íntimo pulsar según el cual avanza la evolución.
Este dualismo es el binario que guía y frena el
movimiento sobre el que progresa la gran marcha de la transformación evolutiva.
Doble es la respiración de todo fenómeno: fase de aspiración y de expiración;
doble su pulsación: centrífuga y centrípeta; doble su movimiento en el avanzar
y el retroceder.
La evolución está hecha de esta
íntima oscilación y por el empuje de esta oscilación progresa. El devenir es
dado por este íntimo contraste, el movimiento ascensional es la resultante de
este juego de empujón y contraempujón entre las dos barreras inviolables, por
lo cual el movimiento vuelve siempre sobre sí mismo; el fenómeno avanza
mediante el apuntalamiento alternativo de estas dos fuerzas-mitad por las que
está determinado.
El movimiento genético de la
evolución es dado por esta íntima vibración que muta al ser de forma en forma.
Toda unidad es duplicada y se mueve
entre dos extremos que son sus dos polos.
El signo (+) y (-) está por doquier, y el binomio reconstruye la unidad que así aparece siempre como una pareja: día y noche, izquierdo‑derecho, blanco‑negro, alto‑bajo, trabajo‑reposo, delante‑detrás, derecho‑torcido, externo‑interno, activo‑pasivo, bello‑feo, bueno‑malo, grande‑pequeño, norte‑sur, macho‑hembra, acción‑reacción, atracción‑rechazo, condensación‑evaporación, creación‑destrucción, causa‑efecto, libertad‑exclavitud, riqueza‑pobreza, salud‑enfermedad, amor‑odio, paz‑guerra, ciencia‑ignorancia, alegría‑pena, paraíso‑infierno, bien‑mal, luz‑tinieblas, verdad‑falsedad, espíritu‑materia, vida‑muerte, absoluto‑relativo, principio‑fin.
El signo (+) y (-) está por doquier, y el binomio reconstruye la unidad que así aparece siempre como una pareja: día y noche, izquierdo‑derecho, blanco‑negro, alto‑bajo, trabajo‑reposo, delante‑detrás, derecho‑torcido, externo‑interno, activo‑pasivo, bello‑feo, bueno‑malo, grande‑pequeño, norte‑sur, macho‑hembra, acción‑reacción, atracción‑rechazo, condensación‑evaporación, creación‑destrucción, causa‑efecto, libertad‑exclavitud, riqueza‑pobreza, salud‑enfermedad, amor‑odio, paz‑guerra, ciencia‑ignorancia, alegría‑pena, paraíso‑infierno, bien‑mal, luz‑tinieblas, verdad‑falsedad, espíritu‑materia, vida‑muerte, absoluto‑relativo, principio‑fin.
Todo adjetivo, toda cosa tiene su
contrario; todo modo de ser oscila entre dos cualidades opuestas. Toda unidad
es una balanza entre estos dos extremos y se equilibra en este su íntimo
principio de contradicción.
Los extremos se tocan y se reúnen.
Los extremos se tocan y se reúnen.
LA DUALIDAD EN EL SER CóSMICO
Ser “hijos conscientes en Dios” significa haberLo
reconocido como Él, verdaderamente es y no como os ha sido impuesto de creerLo.
Está el ser cósmico existente pero no creado.
Está el ser cósmico creado, pero no manifestado.
Está, finalmente, el ser cósmico manifestado.
Vosotros, nosotros y todos los otros seres, operantes
sobre planos dimensionales diversos, estamos por éste contenidos y a éste
semejantes en el proceso manifestativo existencial y estructural, aún siendo
extremadamente pequeños.
El principio es siempre el caos o mejor, la aparente
caoticidad de los elementos dinámicos mutantes en elementos físicos. Esta
verdad debería daros la exacta medida de los microscópicos procesos de flujos y
reflujos en el programa de la economía creativa del cosmos.
También
es verdad que su funcionalidad, considerada por vosotros negativa, en realidad
no lo es, y esto porque todavía desconocéis las exigencias existenciales de su
naturaleza macrocósmica.
(ADONIESIS)
“Escucha, hijo, escucha y
escribe lo que, todavía, quiero decirte:
Aquel que vivifica los
seres y las cosas manifestadas es el Espíritu Creativo, el Todo que comprende
todos y todas las cosas creadas e increadas.
Dios es Su Conciencia, la
vivaz célula de Su Inteligencia, la Luz de Su Luz, la Voluntad de Su Voluntad.
En el Cosmos, como tu bien
sabes, son innumerables los Universos que contienen, a su vez, innumerables
sistemas solares.
Conoces exactamente toda
cosa sobre la evolución de la conciencia y no ignoras la ascendencia y la
descendencia de ésta con relación a la dimensionalidad en la que se manifiesta.
Ahora, bien, yo te digo:
Hay constelaciones que
cumplen el propio ciclo evolutivo en una dimensión completamente opuesta a la
que gobierna vuestro sistema solar.
La palabra “opuesta” quiere
decir “complementaria” para la Economía Cósmica, en la cual los diferentes
movimientos evolutivos expresan Su Real Naturaleza.
Son niveles diferentes con
cometidos diferentes.
Es lógico pensar cuan
diferente es la materia sólida de la líquida y cuan diferente es la materia
gaseosa de la líquida y de la sólida.
En verdad, esta variación
comporta una actividad dimensional diferente la una de la otra.
Ahora, en algunos mundos,
la conciencia del ser manifestado está íntimamente ligada al ciclo de la
naturaleza dimensional de los elementos que componen la calidad exterior de su
personalidad y, así, la actividad funcional de los órganos y de la vida.
Sobre vuestro plano existe
una fuerza dualística que os consiente conseguir la unidad a través de la
unificación de la dualidad y, así, el devenir continuo de la unidad misma.
Así no es en otros mundos
donde el plano dimensional consiente a la vida de los seres conseguir la
dualidad en la unidad misma y manifestar a la unidad el devenir continuo de sí
mismos.
En verdad, la vida eterna
existe y existe sólo en la dimensión en la que en la unidad se funde la
dualidad.
El eterno femenino es parte
integrante del eterno masculino, formando la unidad perfecta del ser trigémino.
La regeneración de su
personalidad nace de la devoción en el amor creativo, creando, en la misma
unidad de las dos naturalezas la tercera personalidad: el hijo, él y todos los
otros destinados a devenir la imagen eterna de la vida eterna.
Los primerísimos habitantes
de vuestro planeta, en principio, eran poseedores de estas cualidades y
pertenecieron por tanto tiempo a la Jerarquía de los Seres eternos del Dios
manifestado.
Todavía, en vuestros tiempos se simbolizan
Adán y Eva pero, en verdad, no fueron los solos ni los únicos a tomar posesión
del Edén de este planeta. En verdad hay pueblos que son la suma de otras
unidades, es decir, de otros Adán y Eva.
En verdad, el pecado
original ha existido realmente (habíamos hablado de la genética de Caín). Por
tal pecado la naturaleza del ser trigémino se vuelve dualista, perdiendo así la
inmortalidad y la bienaventuranza del Edén terrestre.
Él no pudo más edificarse a
sí mismo, en sí mismo, sino que se desdobló a través del instinto del innato
amor creativo y con la activa e indispensable colaboración de Aquel que, en
realidad, fue y todavía es parte integrante e indisoluble de su originaria y
eterna personalidad trigémina.
Fue así como, sobre la
Tierra, nacieron las primeras cepas de la unidad desdoblada y multiplicada.
Sobre este vuestro mundo,
existía y todavía existe la dualidad y, ellos al principio y vosotros hoy,
lucháis desesperadamente para anular los efectos.
En verdad, la subida de la
materia ya ha terminado desde hace tiempo y desde hace tiempo ha comenzado la
del espíritu.
Los efectos de la causa,
que originó una tan dura experiencia se apaciguan.
Ahora, la subida del
principio ha tenido su verdadero inicio.
El hombre desea
desvincularse de la rigidez que lo inmoviliza, todavía, en los efectos de un
dualismo inconsciente, ignorado, que aún lo proscribe de conocerse, realmente,
a sí mismo.
La consciencia ha crecido y
la dimensionalidad, en la que ésta está obligada a manifestar la inteligencia,
en radical mutamento, las reminiscencias, aún cuando, gravemente deformes en la
actividad edificadora, son más claras y más rápidas.
El tiempo es mejor para el
espíritu y peor para la materia.
La lucha no ha tenido fin”.
ENSEÑANZAS
Los efectos sobre el plano dimensional
de la dualidad son numerosísimos.
El mal propone la
concepción del bien, el sólido propone la concepción del líquido, la noche
propone la concepción del día, etc..También es verdad que la materia propone la
concepción del espíritu. ¿Pero, en verdad, el espíritu qué es?.
Sobre la tierra conocéis la
materia porque sobre vuestro plano dimensional os aparece tal como vosotros la
nombráis pero, en verdad, ¿Qué es la materia?
Y, he aquí, hijo, el drama
de la existencia y de los Cielos que impulsan la una y la otra naturaleza a
competir en el devenir continuo del cuerpo cósmico.
Si te dejase imaginar, aún
mínimamente, el complejo edificio que caracteriza Su devenir, las miríadas de
estrellas que se podrían contar en el cielo se volverían una nulidad.
Poimandres: yo no puedo
odiar aquello que no conozco.
“Es verdad, hijo, por eso
te digo: nadie podrá conocer la alegría sin haber conocido el dolor.
El dolor es un medio y no
un fin.
Así es el mal, así son las
tinieblas, así es Satanás, así es la muerte, así es el odio. El hombre será
verdaderamente libre sólo cuando, a través de los medios de que dispongo, haya
conocido aquello que debe odiar y aquello que debe amar.
Él no podrá ser justificado
si ha tenido la gracia de conocer aquello que antes ignoraba. Quien ha conocido
el odio no puede no amar”.
Poimandres, me equivoco si
digo: el dolor es un amigo mío, porque es él el que me empuja a conocer el
bien.
Las tinieblas son mis
amigas, porque son ellas que me empujan a amar a Dios.
La muerte es una amiga mía,
porque es ella que me empuja a desear y amar la vida.
El odio es mi amigo, porque
es él el que me empuja a conocer el amor.
¿Es así, Poimandres?.
“Cierto, hijo, es así. Pero
recuerda bien: el medio no debe ser el fin, si no se pierde la gracia y se cae
en desgracia.
El medio, hijo querido, es
Amor, Amor de Dios, es Ley de Evolución”.
El inexorable proceso
evolutivo de toda cosa manifestada no tiene otro camino, no tiene otra
elección. Si matas, serás matado.
El conocimiento se adquiere
con la experiencia.
Repetir la experiencia,
después de haber seriamente cribado, asimilado los valores dualísticos, es
imposible. El conocimiento es verdad.
POIMANDRES TE ESCUCHA,
HIJO, E ILUSTRA TU PREGUNTA PARA QUE LOS HOMBRES SEPAN.
“El bien y el mal conviven
con el hombre a causa de su originaria desobediencia a las Leyes del Creador.
Es libertad del hombre hacer fermentar, en el propio espíritu, el valor
positivo o el negativo, Dios o Satanás, el bien o el mal.
El hombre posee en sí la
luz y las tinieblas, la oración y la blasfemia, el amor y el odio. El hombre es
Dios cuando ama, es Satanás cuando odia y dispensa dolores y todo cuanto hiere
y oscurece la luz interior.
El bien no puede no ser
Dios y el mal no puede no ser Satanás, cuando éste se vuelve fin a sí mismo. El
hombre es potencialmente, desde su nacimiento, en agua y espíritu, mitad ángel
y mitad demonio.
Si él, creciendo y
aprendiendo, hace suya la ley evolutiva del Creador, consiguiendo ser a Su
imagen y semejanza, no puede no devenir hijo de Dios y gozar de Su Excelsa
visión; en caso contrario no puede no devenir hijo de las tinieblas, servidor
del mal y privado del conocimiento de la Luz Creante.
Ignorando la Verdad no
conseguirá ser libre, ni podrá evitar el crecimiento de Satanás en él. Si el
hombre alimenta el mal y lo nutre de cuanto necesita para alimentarse y crecer
produciendo odio, dolor, sufrimiento y sed de sangre, nunca podrá esperar, que
en él, muera la fuerza dominante demoníaca.
El Anticristo está en el
hombre y lo está hasta que éste esté contra la inmutable ley de justicia, paz,
amor y fraternidad, sancionada en el pacto entre el hombre y Dios.
El hombre que no fortifica
el propio espíritu y el propio corazón con cordura y sabiduría, obedeciendo a
las Leyes Universales, no podrá aspirar a ser hijo de Dios.
Como tu bien sabes, el mal
es el complemento del bien, las tinieblas el complemento de la luz, el odio el
complemento del amor. A través de esta dualidad es posible sacar conocimiento,
consciencia, evolución, y esto cuando el mal no se vuelve fin en sí mismo.
Sería imposible poseer el
conocimiento del bien sin haber conocido antes la parte complementaria, o
viceversa. El negativo y el positivo no son fuerzas opuestas, más bien
complementarias. Se vuelven opuestas si se traspasa el desequilibrio superior a
uno.
Las experiencias se
edifican con tal desequilibrio y no existe otro sendero para conocer la verdad
perdida con la caída, temporal, de la deidad.
Cuando el desequilibrio,
superior a uno, excede, entonces es inevitable la rotura de la complementariedad
y, consiguientemente, la imposibilidad de la convivencia de los dos polos
opuestos, por exceso o por defecto. En la dimensión positivo-negativo, en
realidad, el mal no existe, así como tampoco existe el bien.
Es el conocimiento de la
verdad lo que cuenta y, sólo a través de los valores binarios, es posible
conocerla y ser libres”.
LA
LUZ, EL VERBO, LA VIDA
“La Vida es el principio de una
voluntad que fue.
La Muerte es el principio de un
camino diferente
de una cosa que será”.
“¿Vosotros creéis que aquí dentro esté la luz?”
Interrogó Eugenio al grupo de invitados, una tarde, en el saloncito de Valverde.
Alguno miraba hacia la bombilla
encendida ¿Pero quién comprendió?.
Eugenio alejó el embarazo hablando
de otra cosa. Aún si bromeaba, continuaba resonando en mí aquella pregunta e
intentaba contestar a sus ojos que seguían mirándome a hurtadillas, de vez en
cuando.
Y me recordé de algún escrito suyo:
“La luz es la fuerza de arrastre de las imágenes pensamiento. La
Onda Cósmica es 100 veces más veloz”.
¿Pero entonces que relación hay
entre la Luz Creativa y la luz de energía terrestre?.
“En verdad yo digo a quien me escucha:
Esa Luz nace del fuego. ¿Pero antes de que el fuego se vuelva tal, tus ojos
la han, nunca, visto?
Cuando la luz nace del fuego, esta ilumina las cosas materiales, esta ha
iluminado, pero tus ojos no la han visto, ni tus manos la han tocado”.
¿Es, pues, la Luz Astral de la que
brota lo manifestado?.
“La Luz Creativa, el Principio que está en todas las cosas, es la esencia
pura de Dios.
Ésta reside con el fuego y dentro de éste se aloja, siendo ella misma sutil
fuego, la vivificación de los cuerpos visibles e invisibles, el alma del
Universo, cuerpo viviente y eterno, manifestado y no manifestado”.
Hablemos, un poco sobre la causa de
la Luz:
Vosotros, terrestres, conocéis en
parte el efecto, mientras desconocéis completamente la causa.
Sabed que la causa es cósmicamente
inteligente y actúa relacionando a tal inteligencia con aquella esencia, que es
exactamente justo e indispensable para poner en movimiento una determinada
fuerza, con relación al objeto hacia el que la fuerza está dirigida. Si para
vuestro planeta la fuerza en movimiento es X, para el planeta Júpiter es Y.
En sustancia, la causa expone, a
priori, los principios coordinadores que deben caracterizar los efectos que, a
su vez, se desarrollan en los objetos hacia los que la fuerza está dirigida.
La Luz, a su vez, es obligada por la
capa magnética que rodea vuestro planeta, a estabilizar una serie de efectos
secundarios, pero no menos importantes.
De hecho los rayos cósmicos, como
vosotros los llamáis, luz y energía magnética, provienen de una única causa,
aún si los efectos pueden hacer pensar a causas diferentes.
Los cometidos de estos tres factores son determinantes en el campo
físico, biológico, psíquico, etc.
La inteligencia de la causa prima actúa en todas aquellas estructuras que
se han formado, poco a poco, a través de todos aquellos efectos secundarios
que, en parte, conocéis y, en parte, ignoráis. Ignoráis la densidad rítmica de
la Luz, que varía de objeto a objeto y que coordina la ley de la visibilidad,
así como la de la dimensión entre el cuerpo y el no cuerpo. Todavía ignoráis el
poder conductivo de la Luz, el cual tiene una parte importante en la formación
de algunas características en las células de la materia orgánica e inorgánica.
Finalmente, por cuanto se refiere a la Luz, ignoráis una de las más
importantes capacidades que ésta posee: se trata de la aportación que ésta da
con relación a su reflejo de un cuerpo, o más cuerpos, de naturaleza
energética, tanto positiva como negativa.
La Luz, finalmente, es un invisible carril por el que se deslizan en
continuo cambio las cualidades fundamentales, nacidas de su principal efecto y
que realizan operaciones de naturaleza constructiva.
Los rayos cósmicos, como vosotros les llamáis, son los efectos principales
de la Gran Causa y su aportación, en la obra creativa, es de la máxima
importancia.
Para vosotros, terrestres, es difícil la individualización de la verdadera,
genuina, naturaleza de estos minúsculos, pero tan potentes, corpúsculos.
Para nosotros, que a menudo nos encontramos en el espacio sideral, en donde
estos cuerpos viajan a increíble velocidad, individualizarlos y examinarlos,
con instrumentos adecuados, en su estructura original, es cosa facilísima.
Vosotros, terrestres, conocéis al Sol como una enorme bola de fuego o,
mejor de materia incandescente.
Nosotros os decíamos que el Sol es, aún si no lo parece, una masa oscura y
fría de naturaleza puramente energética.
Con esta definición queremos referirnos a aquella energía cósmica que
vosotros, terrestres, todavía no conocéis y que nunca conoceréis si no cambiáis
radicalmente vuestros actuales, errados, conocimientos.
La Gran Causa que reside, justamente, en el Sol es una enorme Fragua de
insuperable inteligencia que distribuye, con una ley infalible, a través de una
serie de causas y efectos primarios y secundarios, como ya os hemos mencionado
con relación a la Luz. Nosotros os mencionamos las más importantes y que se
refieren a vuestro mundo.
El Sol puede ser, sin haber exagerado nada, el Macro-Cosmos de vuestro
cerebro, mientras los efectos que este produce, estabilizándose en otros
innumerables sub-efectos, se pueden alinear con los diferentes plexos que gobiernan
vuestro cuerpo.
En verdad os decimos que los ánticos antepasados de vuestros padres,
conocían perfectamente la obra de la Gran Causa y, podemos bien deciros, que no
se limitaban solamente a adorarlo como es realmente, una Divinidad Cósmica,
sino que sabían aprisionar la exuberante potencia a través de innumerables
operaciones de reflexión en cooperación con la luz y con piedras o metales
idóneos para tales operaciones.
En estos tiempos, vuestros, esto
acontece sin la participación de vuestro conocimiento pero con idéntica
condición y en diferentes circunstancias.
No os asombréis, pues, si todavía os decimos que vuestras funciones están íntimamente ligadas
por estructura y por capacidad organizativa a la Gran Causa.
Vosotros, nosotros y todos los seres vivientes,
comprendidas las cosas que no parecen tales, son un efecto que suma las
vibraciones de otros innumerables efectos dependientes, todos, de aquella
Inteligencia Cósmica organizativa que, reside en el Sol y que se podría llamar
el modelo cósmico de nuestro sistema planetario.
Es, pues, lógico que todos los elementos primordiales
que existen sobre vuestra tierra y sobre la tierra de los otros planetas, estén
sujetos a sufrir aquel (quid) de potencia que es, justamente, la carga vital y
cohesiva que tiene en constante equilibrio todas las estructuras atómicas y
celulares de todos los cuerpos.
Es evidente el hecho por el cual la energía magnética
es un sustancial aportador de equilibrio estructural en las células humanas y
en todos los átomos que componen la materia.
Las vibraciones de un determinado mineral pueden ser
nocivas para uno y benéficas para otro, pero esto no excluye que las diversas
cualidades vibratorias de diferentes metales son proyectadas, en dirección
fija, en todos los plexos de vuestro sistema orgánico, con el único fin de
alimentar las estructuras celulares de determinadas cualidades vibratorias que
son justamente los valores positivos del dinamismo vital.
Podremos tratar muchas cosas más complejas y tan
útiles de conocer, pero, por el momento, nos limitamos a deciros, todavía,
cuanto sigue.
Imagináros una gran habitación, y después de ésta,
todavía otra, la primera con paredes enlucidas con mercurio, la otra con
paredes enlucidas con hierro; éstas, finalmente, impactadas por la luz en tal
modo que al ser reflejada, tal luz, se concentre en un cuerpo enfermo de anemia
incurable.
¿Os preguntáis el resultado?
Experimentarlo y recibiréis el resultado.
Vuestro gran Hermes Trimegisto dejó inmensas obras
maestras sobre la materia, destruidas en un cataclismo, pero todavía han
quedado elementos de enorme importancia, a través de los cuales podríais
levantar de nuevo las bases de su particular, pero eficaz conocimiento en el
campo terapéutico.
Os equivocáis si pensáis que los ánticos no comprendían
cuanto, hoy, sabéis vosotros.
Si habéis progresado en un campo, también debéis
admitir que el retroceso ha sido mayor en otros campos.
En estos últimos tiempos habéis, en realidad, tocado
algunas nuevas cuerdas de la ciencia pura, pero os faltan aquellas bases
necesarias para poder, con prontitud, disfrutar de los beneficios.
SIN MI LUZ VUESTRA VIDA SE APAGARÍA
“Mi luz es el aliento de vuestra vida.
Mi amor es el latido de vuestros corazones.
Yo soy el Artífice de Mi mismo y vosotros sois parte de Mi,
estando Yo en vosotros. Todo brota de Mi divina idea y todo es porque quiero
ser, porque ninguna cosa podría ser si no manifiesto Mi idea.
Mi luz es manifestación de Mi idea y vosotros sois hijos de la
luz. Vosotros sois porque Yo soy.
Si amáis, Me amáis en vosotros, si odiáis Me odiáis en vosotros.
En vuestra libertad podéis, si queréis, hacerMe bello o feo,
bueno o malo, consolador o castigador, edificador o destructor, muerte o vida,
amor y odio.
Si queréis todo aquello que edifica el bien, Mis ideas serán
positivas, pero si hacéis cuanto edifica el mal, Mis ideas serán negativas.
Si de vuestras obras brota el odio, no puedo daros amor, pero si
de vuestras actuaciones brota amor, podré amaros y daros el fruto de Mis ideas,
que nacen del amor.
Está en vosotros atraerMe como queréis.
Está en vosotros autorrealizarMe positivamente, para seguir
vivientes y conscientes de Mi luz.
Ser libres, pero libres de verdad, quiere
decir conocer Mi real naturaleza en vosotros, vivir conscientemente por aquello
que, en realidad, soy en vosotros y no por aquello que creéis que Yo sea en
vosotros. Recordad: vosotros sois a Mi imagen y semejanza. ¿Aún no habéis
comprendido?.
¿Si no seréis como Yo deseo ser en vosotros, cómo, decidMe, cómo
podré nunca ser plenamente mi mismo en vosotros?.
Me obligáis a reprenderos y soy Yo quien sufre. ¡Recordadlo!.
La libertad que poseéis no debe haceros olvidar que
cotidianamente Yo os ofrezco Mi cuerpo y Mi sangre y que haciendo así, nutro a
Mí mismo, en vosotros, para el devenir de Mi eternidad y de Mis ideas
creativas.
Vosotros sois una idea Mía, manifestada en la luz, una parte de
Mi, proyectada en Mi mismo, en la naturaleza poliédrica de Mi personalidad
cosmográfica.
¿Conseguís comprender?”.
A lo largo del
ocaso...
Cuando, en el norte,
las veladas veraniegas no tienen fin y te encuentras a las orillas de un lago,
de forma que los reflejos de un cielo de luz misteriosa se reflejan, profundos,
en tu alma y que el perfume de los bosques te lleva a recuerdos de vidas
pasadas, tus ojos se elevan hasta los últimos bordes de cirros, todavía
rosados, y un vuelco en el corazón te susurra la poesía de la vida de siempre.
Una paz inmensa, vuelta éxtasis místico, tanto que el alma misma habla con la Madre, y en estos sentimientos te puedes dilatar hasta la locura.
Una paz inmensa, vuelta éxtasis místico, tanto que el alma misma habla con la Madre, y en estos sentimientos te puedes dilatar hasta la locura.
Interviene, sin
embargo, la consciencia de un más volumétrico estado de ser y esta sutil
película de superficie terrestre rozada por los últimos reflejos solares te
hace enlazar el ocaso al alba y tu pensamiento de lineal se vuelve esférico; tu
presente ya no es relativo, sino espacial. Sí, Madre soberbia, sí, tu siempre
estás en mí y yo en tí en el latido de triste reclamo. Pero, también, el
adamítico hombre que un día se sumergió en la naturaleza húmeda, hoy resurge
para loarTe a tí, más bella que nunca, vivo y triunfante en el Espíritu del que
nace y ahora retorna.
“Cuando estoy invadido por la divina sabiduría me
siento el Uno y el Otro de una misma cosa.
Cuando en tal estado está mi vida, me parece pasar el
umbral del más allá y del más acá del tiempo y del espacio, de la vida y de la
muerte.
Cuando la divina luz estrecha mi cuerpo en la
inmovilidad de un sueño consciente, noto que el Uno queda como extasiado
percibiendo al Otro alzándose hasta alcanzar el Reino de la Luz Creativa.
En tal estado me parece haber vivido en la
inmortalidad”.
Mientras
pensaba en estas cosas y mis ojos habrían podido cerrarse porque otra Luz me
había dado un nuevo ambiente, Eugenio me llamó para ir a buscar un recogedor
para enseñárselo a los invitados, aún si las palabras y los dinamismos se
extendían en el que hacer momentáneo, seguía pegado a aquel nuevo estado
transcendental de iluminación. Y esto se verificaba, más veces, durante mis
jornadas de trabajo.
Una tarde,
semidormido sobre el diván, fui arrebatado por los planos astrales en gran
serenidad y vi mi cuerpo con vaporosa y transparente luz azul cielo, con rayos
solares que partían del plexo solar, bajo el corazón y del núcleo espiritual en
el centro de la frente.
Siempre he deseado
volver a verlo, pero para devenir consciente y operar en astral, aún no estaba
preparado.
“La Luz purísima de
Poimandres ilumina tu espíritu.
Soy el Espíritu Santo, la
Potencia de lo increado y lo creado, el Artífice de lo inimaginable.
No temas y confía en los
Seres nacidos de Mi Luz y en Ella existentes, porque son mente, brazos, boca,
fuerza y potencia de Mi naturaleza invisible. Esté serena tu alma, porque Yo
quiero que así sea.
Vosotros no conocéis la
autoridad de los Astrales, Su ciencia, Sus directivas y el poder que ejercitan
por voluntad y virtud de la Inteligencia “Omnicreante”.
No os habéis, mínimamente
dedicado a interpretar la “ley” que os ha sido dada, y, así todavía hoy, os
dejáis arrastrar por la ignorancia con las consecuencias visiblemente
deletéreas que os afligen y que atormentan vuestra existencia. Todavía no
lográis dar su justo valor a la vida ni a su real significado, ni os empeñáis
en descubrir la aportación que ésta debería dar a la economía creativa cósmica.
Creéis vivir así, por
casualidad, fuera de todo querer establecido e intranspasable.
La ignorancia sobre la
verdad revelada por el Genio Solar Cristo, a través de Jesús, os impide ser
libres y conscientes de poder contemplar la belleza y la armonía de cuanto
constituye el edificio inmortal de toda cosa nacida de la Idea Divina.
La materialización de la
Idea, de la forma y finalmente de la substancia visible, palpable, animada e
inteligente es el arte más avanzado de nuestra ciencia astral. La luz, como ya
os hemos dicho, la manipulamos así como vosotros manipuláis la arcilla y siendo
ésta el artífice primario del átomo creante, nos permite coordinar todo tipo de
estructura física y dinámica.
La luz es materialización y
puede servir de conductor.
Nuestros medios están
compuestos, en la mayor parte, de cristales de luz materializada con
componentes psiquizados.
Una vibración regulada nos
permite salir de vuestro campo visual y, aún estando presente nuestra
identidad, no puede ser identificada por los instrumentos que poseéis”.
COMPRENDED LA LUZ Y CONOCERLA.
Haced vuestro el conocimiento que os viene de la Luz y
os volveréis Hijos de la Luz.
La Luz es Amor y las tinieblas son el odio. Sed hijos
del Amor y no del odio.
Si comprendieseis y conocieseis la Luz, seríais
instrumentos del Altísimo, Hijos de Dios.
Buscad en vosotros este Bien y custodiadLo
celosamente, porque es la felicidad, la compañera indivisible de vuestro
peregrinar en lo creado.
Seréis buenos si poseéis el conocimiento de la Luz;
seréis buenos y gratos al Reinante del Cosmos, al Dios viviente.
Escucha hijo
Aquel que tú ves, es aquel
que tú no ves.
Aquel que tú eres, es aquel
que tú no eres.
Ninguna cosa es en el
tiempo la misma cosa, aún si tal aparece a los ojos.
Ahora tú estás allí abajo,
hecho de carne, ahora tú igualmente estás arriba en espíritu.
El celeste Padre es la
misma cosa: ahora está arriba en purísimo Espíritu inmortal, ahora igualmente
está en ti Su divino templo viviente y mortal.
Es, pues, verdad que Él
está en ti y tú estás en Él, aún cuando a ti no te parece aceptable, cual
suprema verdad, aquello que en verdad te digo.
Hijo mío, si me ha sido concedido instruirte,
por voluntad suprema, es porque tú has encontrado en Él tu principio y al mismo
tiempo, es porque has vuelto a encontrar aquella imagen tuya que está en DIOS y
que, sin embargo, no ves.
Tal hecho, hijo, une aquello que está abajo
con aquello que está en lo alto, o mejor, une aquello que es a aquello que no
es.
Por consiguiente tú eres una misma cosa con
aquello que reside en la Luz. Puesto que el Reino de la Luz es el Reino de
DIOS, tú estás con DIOS y por tal motivo DIOS está contigo.
Te has conocido a ti mismo y habiéndote
conocido, también has alzado el velo de la ignorancia.
No te queda otra cosa que escuchar a Aquel que
reside en ti, siendo lo más fuerte, lo más puro y lo más noble de ti mismo.
Hijo, te habla
Poimandres,
Aquel que tú oyes y
no ves:
“El bien incondicional está solamente en el
corazón de los justos, en el espíritu de aquellos que están iluminados por Mi
ley de Amor.
Muchos creen ser los artífices de la providencia y no saben que
soy Yo quién da y quita, quién remunera y castiga.
El premio que concedo es para aquellos que
saben no poseer nada, que están desnudos así como han nacido. Yo los visto y
los nutro; Yo los encamino hacia el supremo conocimiento, a través del dolor y
de la alegría, si han comprendido Mi viviente naturaleza.
Aquellos que Me asemejan hacen cuanto Yo hago
sin pedir nada, sin condiciones.
Mi Luz compenetra al cuerdo y al perverso, al
justo y al injusto, hasta que el bien triunfe en ellos y Mi Luz se vuelva su
eterna morada.
El ascenso hacia la suprema beatitud es
prerrogativa de todos, porque todos hacen parte de Mí.
Es solo cuestión de tiempo, de sufrimientos,
de pruebas, de realización, de vida, de muerte y de renacimiento”.
Tantas veces he
percibido que su personalidad me leía en los pensamientos más profundos, me
aconsejaba sobre las acciones futuras y no comprendía la lógica de expresiones
fuera del tiempo y de lo racional. ¡Cuánto amor de conciencia universal y
cuanta justicia de severo silencio que transmitía a esta alma que, sin embargo,
era tan perceptiva como desatenta, distraída por los problemas, hechos y
tentaciones actuales!.
¡Sin embargo no estábamos en otro
lugar de ejercicio que este!. No ascético, no mágico, no escolástico, sino todo
junto con dobleces más extrañas y fácilmente confundibles de actitudes humanas,
no obstante debía, debía aprender, así como me dijo: “Debes ser el uno y el
otro, juntos” ante mi drama de incompatibilidad. Y siempre, más a menudo, el
temblor de esta conciencia me invade, sacándome de este vivir. De hecho vi en
astral que cada familia venera y convive con los propios muertos.
POIMANDRES, ¿muchos se preguntan el
por qué de la vida, para qué sirve?.
“Hijo mío, es un secreto que cada individuo
debe descubrir por sí mismo.
Cuando lo haya descubierto, entonces
estará en condición de apreciarla y de amarla.
Si se ignora el porque se nace, se
vive y se muere, no se podrá nunca dar el valor que la vida se merece.
Lo alto sirve a lo bajo y lo bajo a
lo alto.
Existir en un mundo material
significa adquirir pleno conocimiento de los eternos valores binarios operantes
en el cosmos.
La materia y el espíritu nacen de
una única matriz y la colaboración en el dar y en el tener es intensa,
continúa.
Él por qué, querido hijo, está en
todo acto que se realiza durante el transcurrir del tiempo”.
¡EUGENIO, SOY POIMANDRES!
¿Qué quieres de mí, Señor?
“¿Quién es aquel que podría dirigir
esta pregunta?. ¿Quién propone?. ¿Quién dispone?.
¿Quién puede decir no cuando debe
decir sí, y quién puede decir sí cuando debe decir no?. ¿Quién es libre de
vivir cuando debe morir y quién es libre de morir cuando debe vivir?.
El hombre cree ser libre en la
elección y no sabe que cuando ha elegido, ya lo había hecho Dios antes de que
el acto se revelase en su mente. El camino trazado antes, se revela en el acto
que se recorre: “Antes de que tú fueses, ya te conocía”.
¿Dónde?. ¿Cuándo?.
¿Hay alguna cosa que es, que no haya
sido antes de que fuese?. ¿Quién dispone que suceda mañana aquello que había
debido realizarse hoy, o viceversa?. Todo acontecimiento que se manifiesta en
Cielo y en Tierra ya existía en la Luz Creante, No Manifestado”.
Hágase Tu Santa Voluntad, mi Señor,
mi Creador, y no la mía.
“Dices bien, hijo mío, porque será
siempre así, para quién posee el don de la Gnosis, pero también para quién está
privado del supremo conocimiento.
La omnipresencia, la omnisciencia,
la omnipotencia, son prerrogativas de quien es todo y cada pequeña cosa al
mismo tiempo. Aquello que a los ojos del mortal aparece desunido, separado de
las otras cosas, para la Luz Creante es homogéneo, todo está ligado y todo
vibra al unísono.
No hay espacio y no hay tiempo y no
existen libres elecciones, sino programas que se instruyen por si mismos para
la inmutable Ley del dar y del recibir, del “ojo por ojo, diente por diente”,
que también quiere decir causa y efecto.
Consideráis la vida como un
instrumento para satisfacer la perversa hegemonía del dolor, de la violencia y
de la muerte.
Un don tan precioso deteriorado
inútilmente, sin ningún provecho para el espíritu y para todos los valores que
empujan al ser inmortal a elevarse, cada vez más, hacía las metas de su real
destino”.
La Contemplación Divina
“La vida creada y creante es la
imagen, la fuerza, la sublime belleza del infalible y afable espíritu
primigenio del cosmos.
La vida es fruto del amor que genera
amor, es la linfa indestructible que nutre la luz que regenera toda cosa que
vive al unísono con el gran Arquitecto de lo edificado eterno.
Comprender esta eterna verdad quiere
decir amar y respetar la vida y volverla fecunda y feliz”.
Poimandres,
dime: ¿qué sentido tendría la vida si todo terminase con la muerte?.
“Sabed que la vida no es otra cosa
que un medio que concede, a los mortales, la posibilidad de evolucionar
anulando, con la visión de la obra del bien, cada mal residuo del oscuro
pasado.
Esta es la vida y no es la única
verdad que de esta brota, puesto que en ella muchos misterios se ocultan al ojo
del profano.
El hombre quisiera conocer la
verdad, pero es bueno que no la conozca, que no tenga plena consciencia del
post‑mortem.
La caída del velo de Maya,
inmediatamente después del abandono del cuerpo físico, revelará a cada
particular identidad una realidad desconcertante, impensable durante las vacuas
ilusiones de la vida.
Solo entonces la verdad se revelará
y con ella el real sentido del porqué de la vida y de la muerte.
¡Entonces, y sólo entonces, cada uno
comprenderá!”.
“En verdad yo os digo: está en
nosotros Aquel que toca y ve, sin embargo nosotros no tocamos ni vemos. Y,
todavía, digo: nosotros sentimos a Aquel que toca y ve, sin embargo nosotros no
sentimos con los oídos.
Y, finalmente, yo quiero demostraros
aquello que está en nosotros y, sin embargo, no tocamos, no vemos ni sentimos y
Él está en nosotros semejante al perfume de las flores.
Y yo, como demostración os digo: ¿no
es, acaso, Dios Aquel que toca, ve y siente y sin embargo, no vemos ni
tocamos?.
¿No está, quizás, en nosotros la
misma cosa?. Para quien pone amor en el espíritu, comprender esto es cosa
fácil, semejante al común trabajo de la vida.
Soy yo y también otros, que teniendo
amor infinito al espíritu, comprendemos su hacer en la vida de aquí y en la
otra más allá.
En verdad yo os digo: hay dos
puertas que abrir en la vida y una que cerrar después. Ahora sucede que en vida
el hombre sólo abre una y la otra, a menudo, la tiene siempre cerrada, sin
embargo aquella que tiene abierta, finalmente debe cerrar.
Yo y otros que tenemos amor al
Espíritu, tenemos las dos puertas abiertas, puesto que una conduce donde los
ojos ven y las manos tocan y la otra donde el pensamiento ve y el pensamiento
toca. Extraña puede parecer tal demostración mía, sin embargo no es extraña
para mí, ni para otros que probamos tal dulzura de verdad.
Ahora yo os digo que para conversar
con el Espíritu no se usa palabra tonante, porque tal palabra es la de una
puerta, pero yo bien digo la Otra porque es justamente aquella que lleva allí
donde la palabra es como silencioso viento.
Yo siento felicidad y amor y caridad
y bondad y sabiduría e inteligencia y consejo y también temor de Dios cuando de
la otra puerta salir deseo; ya que cuando tal umbral traspaso, mi conversar,
aún silencioso, es talmente dulce que yo no siento de volver a entrar nuevamente
aquí. Sin embargo hacia aquí vuelvo, puesto que del conversar aprendo diversas
directivas a las cuales conviene obedecer por el temor que en Dios siento. Y
vuelvo aconsejado y pleno de esperanza y de sapiencia y todavía siento, más que
antes, Inteligencia, bondad y caridad.
Tales cosas, una puerta no da a mi
alma, y, por esto cuando yo entro de la otra puerta feliz y lleno de tanta
esperanza y amor, mis ojos se vuelven algo tristes por aquello que yo veo aquí,
donde más allá yo no veo y sin embargo soy tan feliz.
Ahora muchos comprenden mal tal
demostración mía, porque nunca han abierto la otra puerta que está en la vida y
por esto nunca han sentido aquello que yo y también otros, sentimos con dulzura
infinita en el alma.
Y por lo cual no tenemos sombra de
duda en el conversar del Espíritu, puesto que la enseñanza nos viene por la
otra puerta de la vida.
Ahora yo digo: que yo, cuando pasar
el umbral de la otra puerta deseo, no pongo ningún peso ni ninguna fatiga, sino
que solamente digo: “¡Quiero!” Con toda la pasión y fe del alma. Y entonces
acaece que paso el umbral, sin embargo mi cuerpo queda en la puerta una
esperando aquello que de la otra puerta ha salido.
Ahora esto yo hago y con los Ángeles
de los Cielos encuentro conversación y consejo. ¿Y vosotros pensáis que yo
quisiera retornar a aquel que espera en la puerta una? Esto no quisiera hacer
nunca más si directivas del Alfa y del Omega no me dijesen de hacerlo.
Por lo cual yo os digo que aquel que
está en vida y también después, y aquel que aquí está, está también más allá.
Dios y tal cosa vosotros sabéis,
está más allá de todas las cosas creadas. Y sin embargo está en las cosas
creadas.
Y Él, entrando en nosotros cierra la
otra puerta ya que de allá Él entra. Y puesto que Él ha cerrado la puerta por
donde ha entrado, Él no la abre hasta que nosotros no decimos:
“Abre, mi Dios, la otra puerta de la
vida para que yo pueda venerar Tu potencia”.
Y no basta haber dicho cuanto yo he
solicitado, escribiendo, sino también es necesario dar carácter al alma y al
mismo tiempo dar, también, promesa de obrar como está en su voluntad y tener
máxima fe en la potencia de Su Reino. Si así no está dispuesto, aquel que de la
otra puerta quiere salir, esta nunca se abrirá, hasta que llegue la hora que
sea abierta desde fuera ya que la puerta una se cierra para siempre.
Entonces, y sólo entonces, os
percataréis que en la vida hay dos puertas.
Ahora yo os relato aquello que me
sucedió cuando me apremió el deseo de salir por la otra puerta, por
consentimiento recibido y por voluntad expresa. Aconteció así como yo relato:
Un día, yo me encontraba encerrado
en una profunda y melancólica tristeza, sin motivo alguno. Sin embargo, mientras
yo no comprendía lo que en mí se verificaba, sentía agitar en mi alma algo que
parecía un consejo o, mejor, una fuerza que me imponía fijar los ojos en un
punto azul del cielo. Allí donde yo me encontraba cuando esto sucedió, era un
lugar silencioso en donde sólo el pensamiento hace compañía.
Y aconteció que mis ojos
quedaron parados, inmóviles como la muerte, y mi cuerpo no hacía más labor
a excepción del corazón, la sangre y los pulmones.
Y yo aún quedando en tal
posición vi abrir la otra puerta, cerrar la puerta una y ésta no para siempre,
ya que el corazón, la sangre y los pulmones todavía trabajaban como antes de
que la otra se abriese.
Ahora sucedió que cerrada
la puerta una yo me movía, y sin embargo no caminaba, y era tan veloz aquel
movimiento mío que semejante a la luz yo corría.
Ahora advino, también, que
yo alcanzase, sin sentir fatiga alguna, la otra puerta, y como un niño
entretenido con un agradable juego, yo tal alegría sentía y el umbral pasé ya
que consentimiento había tenido.
Y mientras el cuerpo estaba
parado, yo era otro. Sin embargo mientras el cuerpo permanecía aquí, yo corría
más allá de aquí, moviéndome como quería.
Ni me servían ojos para
ver, sin embargo veía, ni boca para hablar, sin embargo hablaba, ni oídos para
oír, sin embargo oía, ni manos para tocar, sin embargo tocaba, ni pico tenía,
sin embargo yo penetraba en las más duras cosas.
Y tanta maravillosa belleza
yo vi que a mi me parece pecado redactar con semejante desenvoltura. Sin
embargo toqué y sentí tantas profanadas cosas que quedé más veces asombrado y
acariciado de infinito amor.
Ahora yo os digo: que
aquellos que no tienen fe en Dios, ni adoran al Espíritu jamás sentirán lo que
yo siento, puesto que no podrán salir por la otra puerta, pero aquella puerta
es la puerta que conduce a Dios.
Y vuestro juzgar sobre
aquellos que están señalados en la frente, es como una pompa de jabón, ni
podréis declarar cosas mejores porque una puerta es la materia, la otra puerta
es el Espíritu. Y yo, en verdad, os digo: que aquel que alcance el tiempo por
el que la puerta una deberá cerrarse para siempre, la otra vendrá abierta desde
fuera.
Sé, pues, atento y
aconsejado a no tener la mínima duda ni paciencia limitada, puesto que el
espíritu arde en nosotros si el soplo de nuestro amor, y de nuestra fe, lo
sacude ahora y siempre.
Nosotros y el árbol somos
la misma cosa, allí donde las raíces profundizan está una puerta y allí donde
las hojas y los frutos se manifiestan está la otra puerta. Si la una y la otra
son la misma cosa, la una y la otra operan por diferente consejo.
Arrepentiros pues, y poned
en vuestra alma la fuerza de la fe y del Amor al Espíritu de Dios, y acontecerá
que la otra puerta, que es de esperanza y de amor, vendrá abierta desde dentro
y en vida, por concesión de Dios.
Entonces vuestro juzgar
sobre aquellos que están señalados en la frente, será como la luz del sol y
sobre la puerta de vuestra vida no llamará el demonio ya que la otra puerta
está abierta y él se mantendrá lejano.
Sé cauto y de esto te
advierto gravemente de no hacer, nunca, palabra de todo aquello que percibes en
lo secreto del invisible.
El Verbo
“Yo soy el Principio de la
Luz. El Verbo de la Creación.
Soy Yo que hablo en
silencio. Y en silencio Me escuchas.
Sabe, dilecto hijo, que:
El Verbo del Creador no es
semejante a la palabra de los hombres.
El Verbo se expresa en el
silencio porque es cosa espiritual y no material. El Verbo siendo aún más
fuerte y más espiritual que la palabra tonante, no sigue, jamás, la orden
racional de la palabra tonante.
El Verbo no modifica la
expresión inmutable y eterna de las imágenes primordiales de las cosas creadas.
Especificar con el Verbo un
objeto obligado a mutar continuamente la forma dimensional es imposible.
Es, en su lugar necesario
que tal especificación advenga en todo tiempo en que el objeto existe en
aquella determinada dimensionalidad.
Se dice: era aquello y
ahora ya no es aquello que era.
Pero se dirá: “Es otra cosa
de lo que era antes”.
Por consiguiente ya no podré especificarlo como lo especificaba antes.
El Verbo no podría
expresarse, nunca, de tal modo porque, siendo la voz silenciosa de la eterna
verdad, especificará siempre y en modo absoluto el principio eterno, aún cuando
mutable, de la cosa que es y será siempre en eterno.
Si con la palabra
especificáis las cosas así como vuestros ojos las ven, es porque aquellas cosas
viven y existen en vuestra dimensión material.
Fuera de tal dimensión no
es posible para la palabra, la misma especificación.
Para el Verbo no existe ni
dimensión ni mutable especificación.
Para el Verbo sólo existe
la imagen de cada principio destinado a manifestarse en diferentes aspectos y
bajo diferentes planos dimensionales.
Para el Verbo la naturaleza
de las cosas creadas está especificada en la causa de su principio que queda
inmutable y eterno.
Es verdad, pues, que la
palabra del hombre no especifica la realidad de las cosas que él ve, en tal
dimensión, como cosa que existe porque tal es.
Es verdad que la imagen del
hombre es aquella que los hombres han considerado llamar así. ¿Pero es, luego,
verdadera y justa la definición?.
Diciendo: esto es un
hombre, o esta es una nube. ¿Han, en verdad, significado la pura realidad de su
verdadera naturaleza?
De esto que te hemos dicho
comprenderás muchas cosas”.
La Inteligencia
Cósmica es la Causa del Principio de las imágenes astrales.
El Verbo es la
Imagen del Principio que crea a través de la luz solar.
La Luz Creativa
Cósmica es el Instrumento Puro de Dios, el Alma del Universo, esencia del H
universal, fuego del fuego.
La Luz creativa
solar es el instrumento del Verbo vibración del Fuego Solar, H creativo de cada
esencia material.
Se puede hablar de
la Luz sólo mediante el Verbo.
La Trinidad Divina
(Cuerpo, Alma, Espíritu), existe paralela en las tres dimesiones superiores:
5ª, 6ª, 7ª.
El hombre capitanea
al Logos Solar de la 5ª.
El plasma solar, la
Luz materializada crea al hombre.
“La vida va hacia la
muerte, la muerte hacia la vida, todo cambia, excepto la ley que instruye la
eternidad de lo creado, a través del cambio que determina la evolución de todo
aquello que sirve a la inmortalidad del Espíritu Creativo. Todo es hoy, todo
será mañana.
El mañana será diferente,
pero será siempre el todo de ayer, con nuevas formas, nuevos colores, nueva
linfa, nueva conciencia, nueva vida y nueva obra.
La muerte empuja la vida
hacia nuevos senderos más luminosos. La verdadera vida emerge de la muerte.
Despojándola de los hábitos materiales se vuelve real y existente, sabiendo de
ser una sola cosa con la vida del cosmos.
La muerte es una amiga
generosa. Es la generadora de la verdadera vida”.
“La faz de la historia no es siempre la misma.
Todas las cosas que caracterizan un determinado
tiempo, a menudo quedan anónimas a la inteligencia de la generación que en ese
tiempo se agita, vive, goza, sufre y muere.
Y la historia continúa, contrayendo y dilatando la faz
que el tiempo muta como cosa común.
Los acontecimientos más extraños se detienen, siempre,
sobre el borde de un tiempo que no acostumbra a hacerse conocer tan fácilmente,
y mientras el hombre, con el ansia de un conocimiento interior, mide la
distancia y el alcance en modo crepuscular, la increíble lucha de la
manifestación dilata lentamente la envoltura del nuevo advenimiento,
revelándolo en su pequeña estatura, todavía incomprensible.
El hombre atento, en su silencioso trabajo, percibe la
nueva proyección del infinito devenir. Queda mudo, observa, piensa, deduce
mientras el tiempo cubre inexorablemente la voluntad de gritar con la pesada
duda de la no certeza. Y la historia continúa, llevando sobre su faz la nueva
efigie, sin que el hombre haya tenido plena consciencia”.
GENÉTICA
“Somos una realidad, en medio de vosotros
desde
cuando hemos injertado
los
genes necesarios al desarrollo de la
identidad
funcional, capaz de
existir
y operar en la dimensión
en
la cual temporalmente vivís”.
¿Cómo considerar la Genética Cósmica?.
Hablemos de la ingeniería genética de la Suprema Inteligencia Omnicreante:
Hablemos de la ingeniería genética de la Suprema Inteligencia Omnicreante:
“Solamente a los Dioses les es dado conocer el
prodigioso, infalible Arte Creativo y los secretos de la Divina Inteligencia”.
Las galaxias, los sistemas solares y todo cuanto
existe en el infinito espacio cósmico, han brotado de la perfectísima
ingeniería genética de la Inteligencia que preside el continuo devenir del
todo, comprendido el hombre.
Sería tiempo de que también el hombre de este planeta
se diese cuenta de que los injertos, las mutaciones frecuenciales que proponen
los complejos mutamentos, en los diferentes planos dimensionales, han siempre
existido desde el principio.
Los “Zooides cósmicos”, cometas, tienen una función
específica en la economía creativa. Los cometas no están por casualidad, llevan
consigo un programa causal bien preciso y determinante, dirigido a estructurar
o a influenciar según la idea de la Inteligencia OmniCreadora.
COMETAS
Cada día se
depositan sobre la tierra toneladas de partículas cósmicas, llevando informaciones
genéticas de cada tipo, de las moléculas a las energías más sutiles.
La sucesión de los
cometas produce variaciones de la energía ondulatoria solar. Quien no se
predispone a las nuevas vibraciones, entra en distonía.
Algunos cometas
pasan cíclicamente, regenerándose de nuevas informaciones, llevándolas
internamente al sistema solar. Su paso produce variaciones de la energía
ondulante solar.
Son Mensajeros
Divinos, cuales enzimas de la Inteligencia universal llevan Sus programas allí
donde la Inteligencia universal lo desea.
Así han hecho los
tres recientes:
1994:
Shoemaker‑Levy 9, que
ha impactado sobre Júpiter, fecundándolo con informaciones para el inicio de la
mutación sobre nuestro sistema planetario.
“El injerto del
Zooide sobre Júpiter, podría fecundar sobre este astro una nueva dinamicidad
solar y por consiguiente la posible convivencia de dos sistemas solares
paralelos”.
1996: Halley,
aumento cíclico vibracional del sistema solar.
1997: Hale‑Bop,
acompañado de una astronave, portadora de los elementos de la vida, ha iniciado
la vida biológica sobre Io y Europa. “La cola del cometa será el pijama
que se pondrá la tierra a penas llegue la orden de los redimensionamientos”.
La ciencia
terrestre, recientemente, ha descubierto que sobre Io y Europa hay agua y
atmósfera.
Soles y
Cometas.
La dimensión astral, no siendo visible a nuestros ojos, puede ser interpretada
como agujero negro, tal es el lugar donde los soles cambian de dimensión.
Podríamos considerar que en Júpiter coexisten dos estados dimensionales:
uno es el agujero negro interno, por la presencia de
la Energía central coordinadora del Padre del sistema solar, lugar de la
Inteligencia Cósmica, y el otro externo como revestimiento temporal. Las
formaciones cósmicas de los agujeros negros son cuerpos celestes que se han
despojado de la dimensión material física para asumir su naturaleza astral.
El nucleo central reducido a nebulosa es la parte gaseosa más cercana al estado de energía cósmica.
El nucleo central reducido a nebulosa es la parte gaseosa más cercana al estado de energía cósmica.
Los cometas tienen:
El Nucleo central
hecho de hidrógeno espiritual.
La Cola hecha de
hidrógeno astral, revestido de dinamismo gaseoso y polvo cósmico. Proyecta las
fecundaciones instructivas.
Es un programador
cósmico.
Núcleo
|
Corteza
|
Atmósfera
|
|
Júpiter
|
Padre
H espiritual, 7a
|
Plasma
dinámico
de hidrógeno solar
|
Energía cinética
|
Sol
|
Adonai
7a
Logos
Crístico 6a
|
Ummo
H Astral 5a
|
Dinámica psíquica
Elios
Creativo 4a
|
Planeta Tierra
|
Hidrógeno Astral 5a
Biosfera interna 4a
|
Materia
planetaria
Biosfera
externa 3a
|
Dinamismo creado
|
Es el interno de los
planetas que instruye al externo.
Esta estructura
interna de los planetas de nuestro sistema solar vale para Venus, Marte, Tierra
y Saturno. Más allá de Saturno no es concebible por nuestra mente.
Además de los cometas también los
Tronos son Genios cósmicos que vienen
a nosotros a través de seres que llamamos "Grises", o ejecutores de
la Voluntad Divina.
Son las Enzimas del Padre y hacen
prevalecer su justicia donde no hay.
La ingeniería genética astral-creativa,
según la voluntad del H (Hidrógeno) espiritual, se manifiesta sobre el H astral
que modifica las proyecciones psicocreativas, tanto sobre los dinamismos
planetarios como sobre las manipulaciones humanas, que están ligadas, entre
ellas. Es un orden de ejecución. El hombre que tiene la consciencia despierta,
si es rebelde, está oprimido por la falta de sintonía vibracional. Quien se
predispone es guiado por los seres Grises, personalidades espirituales,
programadores y tutores de la justicia desde la Trinidad Cósmica.
Desde siempre han operado la mutación
genética con la cirujía que implanta microsincronizadores, también sobre
aquellos que solemos definir “raptados”.
Para salvar a la humanidad es necesario
salvar la enzima genética humana, formando las enzimas necesarias a la Tierra
para la próxima generación, en sintonía vibracional (vease Mutación del
planeta).
Hoara explica:
Ya deberíais saberlo.
El Sol, todavía desconocido por vuestra ciencia,
libera las fuerzas que modelan toda cosa existente y viviente sobre vuestro
planeta, según un preciso código genético cósmico.
La causa de cada efecto reside en el núcleo escondido,
en donde existen todas las ideas manifestantes y manifestadas.
En este globo reina soberana la "Fuerza
OmniCreadora", gobernadora absoluta de todo el sistema planetario.
"Es la Luz, la Verdad y la Vida".
Es sede de la potencia astral, de los arquetipos, de
los seres Dios, ejecutores de la Suprema Inteligencia Cósmica.
El hombre existe porque ha sido hecho así para poder
iniciar los primeros ciclos ascensionales, para luego alcanzar la meta que le
ha sido predestinada desde su nacimiento. "Ser realmente la Imagen del
Creador" para continuar la gran obra del devenir eterno del cosmos.
La razón de vuestro ser y operar ha nacido de una
precisa exigencia de naturaleza cósmica, difícilmente receptible por quién se
obstina en pensar que todo es casual.
Quién ha perfeccionado el proceso inicial de la
especie humana (manipulando las primitivas estructuras genéticas, injertando la
entidad inmortal llamada individualidad, espíritu), tiene la capacidad evolutiva
de experimentar cuanto existe en la conciencia del poder creante y de sus
programas.
¿Han vuelto los Maestros de la Genética Cósmica?
¿Han vuelto los Hijos del Altísimo Señor del cielo y
de la tierra?
¿Está en crisis el injerto originario que ha vuelto al
hombre a imagen y semejanza de Dios?
Hablemos un poco.
Es cierto que algo, en la especie humana, ya no
funciona bien.
¿Esto estaba previsto?
La nueva genética G.N.A. había sido prevista hace
tanto tiempo. La predisposición ha quedado en el estado potencial, aún si ha
sido experimentada en algunos terrestres con resultados excelentes.
La crítica situación actual vuelve a proponer este
nuevo injerto genético que debería recalificar al hombre para volverlo idóneo a
entrar en contacto con las superiores medias frecuencias, con el consiguiente
abandono de las bajas. Tal nuevo injerto propondría a la especie humana un
salto evolutivo y una mayor dinamicidad psico-física-espiritual, es decir una
conciencia capaz de desvincularlo de las actuales frecuencias degenerativas
emergentes de su original naturaleza animal.
Los hijos de Dios han vuelto, también, por este
específico cometido, insertado en el vasto programa de renovación en curso de
actuación.
Ha quedado latente la influencia de los 144.000
mutantes. Ahora ha llegado el tiempo de resucitar al hombre nuevo, al hombre
del reino prometido. Algunos ya están resucitados y portando la nueva genética.
GENETICA G.N.A.
¿No os ha sido dicho que estáis en el mundo y no sois
del mundo?
Vuestra estructura informativa genética no es D.N.A,
sino G.N.A.: Genética Cósmica poseída por los Titanes, coordinadores de la Idea
creativa.
Observad bien el siguiente gráfico y estudiadlo seria
y profundamente.
7.465.006 es el número de aquellos destinados a poseer
la genética G.N.A.; no os asombréis y no os amarguéis si sois rechazados por
aquellos que poseen la genética D.N.A.
La dinámica evolutiva material en fase creciente es la
resultante de la dinámica espiritual en fase creciente ascensional, proyectada
más allá de los valores primordiales creativos - A.B.C.D. - con el desarrollo
de la genética G.N.A. vuestra conciencia es empujada hacia fuera de la
conciencia C.D. (Hombre-Animal), asumiendo carácterísticas sustancialmente
diferentes, manifestando cualidades espirituales, materiales y morales en
contraste con C.D.
Vuestra historia está tejida de flujos y reflujos, no
ciertamente comprensibles por la ínfima capacidad de la inteligencia, vinculada
a los valores creativos y organizativos primordiales y de todos los otros valores
políticos, científicos, religiosos y morales derivados, que son el equipaje
evolutivo inicial.
Para aquellos que han alcanzado el peldaño de esta
nueva actividad genética, comprender esta exposición mía no es difícil, aún si
no creo el momento justo para ampliarla ulteriormente.
(ADONIESIS)
“Sólo los portadores de la genética G.N.A. pueden
enseñar la verdad porque éstos están en el mundo pero no son del mundo.
Son sólo estos simples, incomprendidos individuos,
conocedores del injerto genético en las estructuras portantes del G.N.A.”
"La mutación de la pirámide comporta una
variación sustancial de vuestra genética informativa y de los valores
fundamentales que instruyen el orden existencial de los elementos que coordinan
los seres vivientes y operantes, comprendido el hombre”.
MANIPULACIONES GENÉTICAS
Así se expresa Hoara, científico biólogo, médico
astral de la 4ª dimensión: Nuestra alta ciencia cósmica se propone volver
inmunes al Harbar a sujetos particularmente sensibles y con características
bien precisas.
Están en curso, en varias zonas de vuestro planeta,
manipulaciones genéticas para el desarrollo de altos valores
físico-espirituales en aquellos sujetos predispuestos y activamente sondeados.
Esta intervención nuestra tiende a edificar una nueva y estable estructura
genética, capaz de hacer emerger una precisa cualidad de hombres y mujeres
proyectados en dirección opuesta de los actuales, decadentes, dinamismos
bio-psíquicos.
Algunos jóvenes, nacidos de este proceso, además de
poseer una sobresaliente capacidad intuitiva, conservan inalterada una
conciencia cuadrimensional. Demuestran ser ajenos al corriente concepto
existencial y critican severamente al opulento y degradante sistema moral,
político, religioso, científico.
Desean un mundo feliz, exento de hipocresía, iluminado
de cuerda justicia, de fraterno amor y de no violencia. Son conscientes de
haber recibido algo bello e importante y no pueden contener esta alegría.
Dicen: "No somos de este mundo". No debéis
sorprenderos de esto, porque, en realidad, la resultante de sus valores y de
las conciencias que expresan y practican, está elaborada y estructurada por una
genética que no se asemeja a ninguna otra de este planeta. El proceso de
implantación tiende, principalmente, a hacer salir una cualidad evolutiva capaz
de desarrollar los valores indispensables para un decisivo mejoramiento de la
especie humana que vive y opera sobre vuestro planeta, para el desarrollo de la
conciencia universal y las capacidades ligadas a esta.
No tenemos necesidad, como muchos creen, de imponer
tal metodología con el fin de usar vuestro planeta y coartar o esclavizar a la
humanidad. Al contrario de cuanto algunos cerebros degradados imaginan, nuestra
labor está saturada de amor altruístico, completamente desinteresado. Obedecemos
a una voluntad y desarrollamos un designio viejo de milenios.
Deberíais conocer Quien nos guia y nos sostiene en
esta obra purificadora.
¿No os ha sido dicho que la cizaña será separada del
trigo?.
¿Lo habéis olvidado?.
Nosotros os lo recordamos con las obras que estamos finalizando y que muchos espíritus despertados en la verdad intuyen en su interior. Recordad: el reino de Dios en la tierra lo heredará la calidad que estamos preparando. Las manipulaciones genéticas son, justamente, una exigencia indispensable para implantar esta cualidad idónea, para instruir e instaurar el nuevo árbol de la vida, iluminado y sostenido por la Suprema Ley del Creador.
¿Lo habéis olvidado?.
Nosotros os lo recordamos con las obras que estamos finalizando y que muchos espíritus despertados en la verdad intuyen en su interior. Recordad: el reino de Dios en la tierra lo heredará la calidad que estamos preparando. Las manipulaciones genéticas son, justamente, una exigencia indispensable para implantar esta cualidad idónea, para instruir e instaurar el nuevo árbol de la vida, iluminado y sostenido por la Suprema Ley del Creador.
La progresiva inserción sobre el plano de las nuevas
vibraciones os procurará ligeras perturbaciones, que no os deben preocupar. Es
normal, a causa de la aceleración de los valores portantes de las estructuras
psico-físico-astrales, obligadas a soportar una forzada mutación, y, por este
motivo, una notable absorción vibratoria.
Ya os ha sido comunicado que vuestro planeta ha sido
embestido por una fuerte energía purificadora con el fin de debilitar la
acumulación de ciertas fuerzas negativas que intentan producir desequilibrios y
convulsiones bastante deletéreas para los valores existenciales. Además os ha
sido recomendado de mantener la máxima calma, evitar el alcohol y todo aquello
que reviste características excitantes para el sistema neurovegetativo.
No será fácil superar las pruebas que todavía deben
manifestarse si falta la indispensable sintonía con las nuevas vibraciones de
alto valor espiritual.
El injerto tiende al mejoramiento de la especie
humanoide. No imponemos tal metodología. Nuestro cometido está saturado de
altruístico amor.
¿Y esto, por qué?
La contaminación del habitat terrestre es ya
desastrosa.
Los elementos están en fase de decadencia y su
aportación deformante. Los valores biodinámicos están en desacuerdo con los
dinámicos a causa de una progresiva incompetencia colaborativa y de continuo
rechazo.
Las estructuras genéticas sufren deletéreas
interferencias.
La psique se carga de stress y elabora negativamente,
modificando el orden genético y la estabilidad de sus normales funciones
evolutivas.
Los equilibrios de esta estructura son determinantes
para el mejoramiento de la especie. Las emotividades brotadas del stress
psíquico, físico y nervioso actúan sobre la red dinámica que liga los
componentes, desestabilizando la memorización y provocando transmisiones
anómalas, destructivas a la entidad viviente.
Por ello, algunas características somáticas y de
comportamiento del primate del hombre están volviendo a emerger.
El tratamiento genético efectuado, hace varios
millones de años, por Genios Cósmicos arquetipos solares de la especie humana,
está sufriendo modificaciones bastante preocupantes.
Día tras día, año tras año, la especie humana de este
planeta, sufre una lenta pero inexorable pérdida del injerto genético que la
habría debido llevar hacia las fronteras de la cuarta dimensión.
Los seres humanos, por fortuna no todos, están retrocediendo,
rechazando las características primarias de aquel injerto que, en función a
cuanto ha sido dicho y escrito: "¡Vosotros sois Dioses y haréis cosas más
grandes que yo!", habríais debido adquirir los superiores valores de la
conciencia cósmica y, por consiguiente, de la deidad.
Desgraciadamente, y es evidente para todos, la mayor
parte de esta humanidad, privada de la virtud del discernimiento, valor eterno
e inmutable de la ley divina, se está precipitando en el tenebroso abismo de la
recesión, con la probable pérdida del Ego-Sum y con el trágico y penoso retorno
a un espíritu colectivo animal (muerte segunda).
Las potencias celestes han hecho y dicho cuanto debían
hacer y decir, para despertar la conciencia de cuantos se han abandonado en el
torbellino de las disoluciones materiales, morales y espirituales.
Los válidos consejos y las necesarias incitaciones al
arrepentimiento han sido manifestados a todos los hombres del planeta, de
diferentes modos, y todos válidos para parar los perniciosos males que
trastornan la justicia, el amor y la paz.
Los ánticos Padres habían injertado el primer árbol de
vida. Luego "algunos Hijos de Dios se enamoraron de las hijas de los
hombres y las desposaron".
De allí inicia la historia de Abel y Cain con el error
propuesto por la legión de Lucifer (Arcángel Genio) injertando un gene en un
momento prematuro, con un acto de orgullo. Un árbol fecundado por una nueva
fuerza genética, cuyos nuevos brotes han dado una linfa degenerada, vuelta
incapaz de regenerar los valores primarios injertados.
Pero el programa ha quedado. El árbol nuevo está para
ser trasplantado y los buenos brotes del viejo árbol serán injertados en el
nuevo y de estos nacerán los frutos.
¿UN NUEVO TRATAMIENTO?
Sofisticadas manipulaciones en la especie humana están
en curso.
Nadie, o pocos están en conocimiento de aquello que se
prefijan alcanzar los "Creadores del hombre".
Cierto es que nuevos tratamientos están en curso para
estirpar la calidad degenerada, que se ha desarrollado a causa de la
desestabilización de los elementos que instruyen el dinamismo vital biofísico‑psíquico.
El Harbar ha asumido valores negativos preocupantes.
Lo que se busca hacer es modificar la carga genética portante del dinamismo
distónico turbulento.
El problema de la herencia está en primer plano. Según
recientes informaciones está en curso una intervención precisa y secretísima.
A su tiempo se dijo, se escribió y se transmitió que
Dios se había arrepentido de haber creado al hombre.
Hoy se dice y se escribe que el hombre actual será
destruido para hacer uno nuevo, cuerdo, obediente e incorruptible.
El tiempo de este nuevo injerto genético ya ha llegado
y la obra para instruir al hombre nuevo, con la conciencia cósmica, está en
curso aún si pocos lo saben.
Los Genios Cósmicos, los Arquetipos Solares, los
Querubines, los Serafines y los Tronos ya están en el mundo para poner en acto
los deseos del sumo Padre Creador.
"Los experimentos logrados son el fruto de una
recíproca colaboración entre el ser elegido y el arquetipo.
La buena voluntad de todos aquellos que se han,
voluntariamente, sometido a captar los reales, eternos conceptos de la ley
cósmica, ha concedido a sus espíritus un despertar capaz de asimilar la real
omnipresencia de la Inteligencia Omnicreante y de la veraz naturaleza del
Creador.
Unos experimentos han sido conseguidos parcialmente y
otros, todavía, han fallado, por haber antepuesto una resistencia de las
fuerzas degenerantes de la materia a la oferta sublime de los Arquetipos
interesados en remodelar la imagen del hombre decadente, casi vencido por el
poder autodestructivo suscitado por la desarmonía y por sus letales
consecuencias.
La incapacidad de sobremontar el mal con el bien ha
descompuesto la pureza de los espíritus, multiplicando vertiginosamente el
proceso de todos los valores negativos.
Ésto saben los hijos de las estrellas.
Ésto deben saber los hijos del mundo".
LA PÉRDIDA DEL
PROGRESO GENÉTICO EVOLUTIVO
“El hombre sufre un anómalo proceso genético. Vuestra
ciencia moderna, tendiente a manipular las dinámicas genéticas de los animales
y de cuanto debería conservar la natural evolución tridimensional, pone en
serio peligro los equilibrios enzimáticos del planeta tierra.
El hombre del planeta tierra podría perder su real
identidad, recibida a su tiempo, por voluntad de Aquellos que lo han hecho a Su
imagen y semejanza.
A causa de estas anómalas manipulaciones, que vuestra
ciencia sin conciencia produce, se evidencian, cada vez más, en la joven
generación instintos felinos animalescos y actitudes semejantes a la raza
primitiva de la que provienen los primeros seres humanos genéticamente
instruidos por los “Elohim”.
¡Estad atentos porque es verdad que el hombre podrá
perder su Ego-Sum y volver a ser lo que era antes de ser hombre!”
LOS NIÑOS INFELICES DE VUESTRO PLANETA
Las diversas incapacidades de tantos niños se revelan
a causa de cuanto no conseguís vencer, para volver sana y fecunda la vida y por
la creación de presupuestos ideales, capaces de dar a cada nacido los elementos
básicos equilibrados e idóneos para volverlo inatacable por las fuerzas
genéticas degeneradas.
Sobre nuestros planetas, hemos realizado el medio
capaz de eliminar las causas que suscitan formas anómalas, a través de una
severa investigación preventiva de las estructuras genéticas de las parejas
generatrices.
También hemos eliminado las carencias de los
dinamismos externos, desviadores de las normales relaciones naturales que, más
que cualquier otra cosa, influyen notablemente alterando gravemente el proceso
biológico.
Nos referimos a toda especie de contaminación y a
todos los elementos químicos introducidos en los ciclos vitales de las
estructuras que gobiernan la estabilidad y el armónico desarrollo existencial.
La falta de dinamismos positivos de ayuda, pone en
dificultad al genetismo.
Las anomalías, las malformaciones y las otras
carencias bio‑físico‑psíquicas de los niños, vienen instruidas por metodologías
existenciales equivocadas sobre los planos evolutivos tanto físicos como
astrales.
Vuestros niños llevan, potencialmente, el resultado de
vuestros errores, de vuestras malformaciones psíquicas así como genéticas.
En su tiempo, os habíamos aconsejado de tomar en seria
consideración un estudio atento y profundo sobre la genética para evitar la
perpetuación de un drama, cada vez más pesado, hacia absurdos sufrimientos.
La corrección de las distonías genéticas es posible si
la aplicación es seria, responsable y consciente.
Sabéis, muy bien, que si no curáis las causas, los
efectos quedan.
Sabéis, además, que no es posible obtener el bien si
no se elimina el mal que a éste se opone.
La salud de vuestros niños depende de la medida de
vuestro amor, si verdaderamente los amáis.
QUIÉN TENGA OÍDOS ENTIENDA!
La diligencia que me ha impulsado y me empuja a
continuar el discurso iniciado en los años 50, es debida a una precisa, no
derogable meta: sensibilizar el predestinado número de espíritus vivientes a
asumir las nuevas frecuencias evolutivas, a su tiempo programadas.
Se trata de la calidad fermentadora de las nuevas
frecuencias G.N.A.
La nueva generación de los 144.000 contiene un número
bien preciso, variable en el acto de la elección. Esta nueva raza nace, crece y
sigue un programa predeterminado y minuciosamente controlado por quien tiene el
poder de hacerlo.
Es probada y cribada con el fin de conservar la
incorruptibilidad en el cuerpo, en la mente, en el espíritu.
De ésta se formará el nuevo pueblo heredero del reino
celeste en la tierra.
Sólo por este consciente motivo se puede justificar mi
diligencia y la continuación de mi discurso.
¿Queréis repetir los mismos errores del pasado?
Buscáis, por todos los medios escarnecer, ridiculizar
y burlar. ¿Por qué?. ¿Por qué? ¿Os preguntáis el por qué lo hacéis?. ¿Estáis
contra el bien?. ¿Estáis contra el amor universal?. ¿Estáis contra la justicia?.
¿Sois odiosos hacia quien grita la verdad?.
Escarnecéis y perseguís a aquellos que desean un mundo
mejor, una humanidad fraternal, feliz, menos egoísta, menos violenta, menos
hipócrita, menos auto-lesionante, menos destructiva.
¿Teméis?. ¿Lo qué?. ¿La justicia?.
¿Teméis a aquellos, que, creciendo, no os asemejaran
más, ni estarán dispuestos a cometer los errores y los horrores que habéis
cometido y cometéis?. Tenéis el fango hasta los cabellos y quisiérais envolver
a quien desea seguir limpio.
Entonces disuadís, denigráis, vituperáis con lengua
bifurcada. Decís: ¡Están locos!.
Pues bien, amigos terrestres, nosotros os decimos
haber injertado sobre 7.465.006 personas de ambos sexos, una genética que no es
de vuestro mundo. Estos saben, muy bien, lo que deben hacer y no temen vuestros
blasfemos juicios, no temen vuestro odio. Su conmiseración es grande y a
vuestro odio anteponen su amor.
Pero, tened cuidado: pueden anteponer su justicia, si
su amor no fuese suficiente para haceros arrepentir de no perseverar en el
error.
La fuerza que reside en el pensamiento de estas
personas está regulada por una programación bien precisa y ausente de cualquier
ambición negativa o coercitiva. La genética que poseen no se lo permite, porque
los vuelve plenamente conscientes del bien y del mal. Sus pensamientos son
cuerpos obrantes y modificadores. Los efectos negativos, surgidos de causas
negativas, vienen reprimidos por estos cuerpos-pensamiento modificadores y,
casi siempre transformados en efectos positivos.
Nuestra asistencia sobre éstos es activa y constante
porque los consideramos nuestros hermanos, a todos los efectos. Debemos, aún si
la mayoría no lo agradece, crear los presupuestos ideales del reino de Dios en
la tierra. Es un designio que debemos realizar por suprema voluntad del
Altísimo y creemos deber advertiros que todo tipo de oposición resultaría vana.
Es el tiempo. ¡Lo sabíais!. No es posible replicar a
Dios.
Muchas estructuras existenciales están destinadas a
mutar.
Las actividades biodinámicas sufrirán una renovación
radical e incluso la genética se verá obligada a elaborar condiciones
totalmente diferentes. El crecimiento del planeta que habitáis, os propondrá
nuevas energías cósmico evolutivas y no podréis evitar estar implicados en este
proceso cíclico que impone el dinamismo del espíritu creativo.
Seréis útiles si os adaptáis a este nuevo desarrollo.
Seréis cuerdos si comprendéis, en tiempo útil, las
apremiantes exigencias de la ley superior cosmofísica y las leyes inmutables
que la gobiernan en los ciclos de crecimiento. Vuestro planeta muta y así,
también vosotros, debéis crecer si solicitáis, realmente, servir conscientes
los valores eternos que confirman, en cordura y discernimiento, los dinamismos
existenciales y los vuelven armónicos y equilibrados.
No sabéis por qué existís, pero no podéis ignorar que
sí existís, es un motivo válido para existir, operar, y ser, sea como fuere,
hasta que seáis convertidos en un instrumento directivo y no ejecutivo.
El Gran espíritu y el pequeño espíritu no se separarán.
El uno sirve al otro, y el otro al uno.
VIBRACIONES
“El
movimiento común es único;
los
movimientos de los cuerpos individuales
son
múltiples”.
La morada de la Fuerza Omnicreadora del Padre de lo Creado y de lo No Creado, de lo visible y de lo invisible, está en el átomo de hidrógeno.
En el átomo de hidrógeno se alberga toda la genética
del cosmos.
Desde su morada, la Fuerza Omnicreadora determina las
diferentes dimensiones y los elementos que las constituyen.
Es verdadera Su Omnipresencia, Su Omnisciencia, Su
Omnipotencia.
Sin Su presencia nada puede manifestarse. El espacio
es ocupable sólo si Su fuerza está presente y móvil.
Como ya ha sido explicado por el hermano Hoara, el
átomo de hidrógeno es el átomo primordial y primario. La variación de sus frecuencias
comporta una determinación constante y precisa en las diversas estructuras
dimensionales de la materia, tanto sólida como dinámica.
La ley de la fuerza omnicreadora está sostenida por el
inmutable instinto del devenir y por los equilibrios de los diferentes
dinamismos creativos de forma y de sustancia. Desestabilizar los dinamismos
comporta una anómala actividad creativa.
Cuando coercéís la estabilidad de los elementos os
coercéís a vosotros mismos; desestabilizáis vuestros equilibrios evolutivos y
existenciales.
La degradación del átomo de hidrógeno conduce,
inevitablemente, a la anulación de las vibraciones que instruyen la vida.
“No separéis cuanto Dios ha creado y unido”.
Vuestras enfermedades físicas y psíquicas y la lenta
capacidad evolutiva de vuestra especie, son debidas a las frecuencias anómalas
que las estructuras micro-cósmicas sufren, violentando así los equilibrios de
la Fuerza Omnicreadora, siempre presente en toda cosa.
La desintegración del átomo de hidrógeno descompone
radicalmente sus estructuras creativas. De aquí el lento e inexorable fin de la
vida.
Debéis convenceros de que estas verdades son
fundamentales para poder comprender la real naturaleza de aquello que vosotros
llamais "Espiritu Santo" u otro que hace parte de vuestros cultos.
Nuestros
conocimientos físicos dan como velocidad de movimiento perpetuo de los
electrones sobre el nucleo de 1016 vueltas al minuto.
¿Puéde ser
controlado el movimiento de la energía que determina la manifestación física?
He aquí las
revelaciónes de Adoniesis:
"A nuestra ciencia le es posible el control del
movimiento de la energía que determina la manifestación tanto física como
astral.
Poseemos el conocimiento de la causa que determina
tales efectos y sabemos que tal conquista brota de un conocimiento aplicado a
la ciencia o viceversa, evitando en el modo más absoluto la exaltación de
nuestras inteligencias y obedeciendo a las leyes fundamentales de la causa
primaria de la Inteligencia Creativa del cosmos".
¿Es posible
determinar un cambio controlado de una densidad material en astral y
viceversa?.
"Tambien tal cambio es posible en el modo más
consciente, pero es necesario dedicarse con mucha seriedad y sentido de
absoluta responsabilidad. Sería un verdadero acto criminal concederos, así como
sois, un conocimiento tan delicado y de alto concepto moral y espiritual,
¡Sabemos ya que abuso haríais!".
¿Puede el hombre
volver a ajustar la dinámica de su cuerpo físico, restableciendo la
recuperación de la vida después de haber sufrido un coercitivo desequilibrio y,
por consiguiente, la pérdida total o parcial de la energía psíquica (muerte)?.
"El hombre lo puede todo; sólo que todavía no es
capaz de conocerse a sí mismo.
A menudo el miedo a la muerte lo limita, porque se
obstina en creer que todo termina allí.
El cuerpo de Jesús, después de la intervención
coercitiva, fue totalmente rehabilitado, en todas sus funciones. También el de
Lázaro: ¿Os recordáis?.
Y bien,
nuestra ciencia también puede hacer ésto, porque conoce la total disposición
del espíritu creativo respeto al amor que se concede y del cual él se nutre”.
¿Existen seres
capaces de controlar el dinamismo de la energía psíquica y poner ésta en
condiciones de obedecer a un programa en vez de otro?.
"Cierto que existen y también en vuestro mundo. Pero
vuestra ciencia conoce, sólo, una limitada parte de aquello que es el edificio
viviente del hombre y se vuelve sólo garante de aquello que prefiere conocer,
sobre el plano exclusivamente material.
Los científicos terrestres sólo creen en la resultante de una combinación química:
Los científicos terrestres sólo creen en la resultante de una combinación química:
el hombre es, para ellos, una resultante química y
nada más. Es indudablemente verdadero que el hombre físico es un instrumento
instruido por un dinamismo diferenciado de la energía psíquica y por lo tanto
obligado a una organización psico-bio-física, pero también es verdad que éste
posee, igualmente, la causa primaria que es la eterna e inmutable Inteligencia
del cosmos (Dios, como vosotros lo llamáis).
La causa que determina la diferenciación de toda cosa
visible e invisible es la prodigiosa Inteligencia que todo compenetra y todo
instruye con leyes que no se pueden impunemente transgredir, sin sufrir los
efectos. Su naturaleza no es físicamente sondeable, pero os aseguro que es
Omnipresente, Omnisciente y Omnipotente. Esto ya deberíais saberlo hace tiempo.
Y bien, queridos hermanos, es de este gran e insondable Amor del que se sirvió
Jesús para curar a los lisiados y dar la vista a los ciegos.
En vuestro mundo existen seres capaces de excitar este
supremo cosmogónico dinamismo hasta el punto de forzar la psique a la completa
rehabilitación vibratoria y, por consiquiente, al restablecimiento de la
dinámica bio-física del cuerpo.
Tambien es verdad que el hombre, por el momento, sólo
puede intervenir en estos casos limitados pero vendrá el tiempo en que llegará
a rehabilitar completamente los órganos en descomposición gracias al
conocimiento superior de los movimientos diferenciados de la energía psíquica,
propuestos por los valores espirituales que, todavía, no estáis en grado de desarrollar
conscientemente, responsablemente y con la fuerza de amor más grande de todos
los amores. Para nuestra ciencia espiritual estas prácticas ya son muy, muy
viejas".
Si la energía es
materia y la materia es energía, ¿cuál de los dos aspectos es primario y cual
secundario, considerando el hecho que la materia posee un movimiento mucho más
lento con respecto al de la energía en su real dimensión?.
La energía es la fuerza primaria y la materia la
secundaria, pero es, también, siempre la misma cosa.
De hecho la materia no es otra cosa que energía en un
movimiento diferenciado, pero también siempre energía solar. Igualmente se
podría llamar: " HHelios ".
La psique, o mejor la dinámica de aquello que vosotros
llamáis vida, organización material sobre el plano mineral, vegetal y animal,
la secrega " HHelios ".
El hombre es la resultante de movimientos
diferenciados de la psique de los tres estados citados, un movimiento
vibratorio más alto con relación al inicial mineral. Con esto no he dicho que
el hombre físico sea la máxima expresión del dinamismo psico-material de la
energía primaria que secreta " HHelios ".
Existe, y creo haberlo ya dicho, la Inteligencia del
cosmos que todo compenetra , que todo instruye, que todo determina. Este
dinamismo lo desarrolla el átomo espiritual que es justamente la causa
primaria, o mejor "el Alfa", el principio inminente de todo plano
manifestativo dimensional, condicionado por varios movimientos diferenciados
"Omega".
Acelerando o
disminuyendo el movimiento de la energía psiquica, ¿cuáles podrían ser las
resultantes de estas diferenciaciones en el hombre, considerando ésto una
vibración de energía densificada en la dimensión en que está obligada a
manifestarse?.
Estas posibilidades están, en potencia, en el hombre.
Las altas vibraciones de la inteligencia pueden, decididamente, intervenir
sobre la dinámica psíquica y, consiguientemente, también sobre la física. Pero
todavía son pocos aquellos que, sobre vuestro planeta, están en condición de
sacar provecho de estas maravillosas posibilidades que ofrece la dinámica
espiritual superior. Pocos ya lo hacen, pero son burlados, escarnecidos y
perseguidos porque molestan la especulación y el beneficio de las industrias
farmaceuticas y de todos aquellos que se enriquecen propinando venenos.
Es verdad que vuestra ciencia, la más consciente, con
esfuerzos sobrehumanos y personales, ha conseguido modificar algunos estados
vibratorios de negativos a positivos; pero también es verdad que niega,
decididamente, la curación de la causa, dedicándose con apasionamiento a la
cura de los efectos.
EXPOSICIONES PERSONALES DE ADONIESIS
AÑADIDAS A LOS RELATOS EXPUESTOS
Todo es movimiento.
Para ser más claro, todo es vibración sobre planos
diferenciados y con ritmo de movimiento mínimo, medio o máximo.
Los cuerpos materiales pesados están caracterizados
por un ritmo de movimiento mínimo en una dimensión inicial Mineral.
El desequilibrio inicial de uno, más uno, más uno
todavía corresponde a 5000 vibraciones al segundo (vida mineral). Tal
desequilibrio está destinado a aumentar con el consecuente incremento del poder
vibratorio hasta alcanzar la completa sublimación y el desarrollo de una
energía psíquica, que es la máxima expresión de la dimensión mineral.
Alcanzada tal sublimación, el mineral sufre un cambio
sustancial tanto sobre el plano dimensional como sobre el vibratorio. La mayor
aceleración del movimiento, 10.000 vibraciones por segundo, orienta a la psique
a organizarse sobre el plano de la dimensión vegetal. Tal programación se
desarrolla hasta alcanzar la dimensión animal y, consiguientemente, humana,
20.000 vibraciones por segundo (vida inicial del hombre).
Los hombres de hoy estan a punto de desarrollar el
ritmo medio vibratorio de 35.000 vibraciones por segundo.
Tal vibración propone a la energía viviente
condensada, un mayor ritmo y, por lo tanto, una lenta pero continúa
transformación del hombre físico.
Sólo cuando el hombre haya alcanzado el último ciclo,
49.000 vibraciones por segundo, entonces advendrá la sublimación de la materia
bio-física y, por consiguiente, la completa transformación de ésta en dimensión
astral, que será el alcance del punto máximo del valor medio de la energía
psíquica diferenciada.
Sólo entonces habrá alcanzado la personalidad astral,
por tener completo dominio sobre los otros valores vibratorios inferiores o,
mejor, de la energía materializada en ritmos diferenciados en los ciclos
menores o medios iniciales.
La diferencia entre la personalidad astral y la
espiritual consiste en el logro de la sublimación de la personalidad astral con
65.000 vibraciones por segundo, para luego iniciar la ascensión final hacía la
sublimación del espíritu 99.999 vibraciones por segundo para estar en la
conciencia dimensional de la naturaleza de la Inteligencia creativa de la
energía Alfa, o Dios, como vosotros Lo llamais.
La Inteligencia Divina causa las diferenciaciones en
los dinamismos de la energía psíquica que instruyen las organizaciones
psicobiológicas del hombre. La diferenciación puede ser controlada
influenciando el dinamismo cósmico Divino con el Amor Espiritual rehabilitando
la psique, también de cuerpos en descomposición.
El Espíritu Creativo se nutre de Amor.
El H, Átomo
Espiritual produce Helios, energía astral que secreta la psique, dinámica de
vida en todo plano dimensional manifestado, en los múltiples movimientos
diferenciados.
Las altas vibraciones de la Inteligencia pueden
intervenir sobre la dinámica psíquica o física.
El universo invisible no es menor que el visible. Vuestra frecuencia visual
no está en condición de concederos la visión del vasto panorama de una multitud
de cosas existentes en el espacio en el cual vivís. Las frecuencias
dimensionales, aún siendo diferentes, no impiden entrar en contacto con
vuestras entidades físicas y percibir, a través de los diferentes campos
vibracionales que instruyen los cuerpos invisibles, las actividades
psíquicamente introducidas en el ámbito de su capacidad receptiva. Todo número
y toda letra emiten una determinada vibración. Más números y más letras emiten
otras tantas vibraciones. Los discursos son una secuencia vibracional, y no
sólo los discursos, sino también los pensamientos, los actos en general. Todo
aquello que viene trasformado en dinamismos vibracionales entra automáticamente
sobre un plano de frecuencias dimensionales inmateriales. Tal plano se debe
definir “frontera que separa al universo visible del invisible”.
(ALI)
La Psique se organiza sobre planos dimensionales caracterizados por diferentes vibraciones: mínimo omega 5.000, medio 49.000, máximo alfa 99.999.
El alfa es el átomo espiritual, la Inteligencia cósmica que compenetra, instruye, determina, es el principio inmanente condicionado por los diversos movimientos diferenciados omega.
Curando la causa, se curan los
efectos. Las vibraciones de la Inteligencia pueden intervenir sobre la dinámica
psíquica y, por consiguiente, sobre la física.
En 1972 Eugenio recibió el
consentimiento de dar, a quien considerase oportuno, la posibilidad de mejorar
el control psicofísico, llevando a la altura del plexo solar un rubí-corindón
(sintético), tallado de una forma especial (foto
n° 12).
Lo denominó “Macromolécula o Esencia
dinámica del Espíritu Creativo”, y habría desarrollado funciones a través de la
energía solar que puede transmutar las energías, psiquizándolas.
Naturalmente era
simplemente un instrumento subordinado al verdadero estado
psico-anímico-espiritual del portador.
Si no era usado positivamente, según
el plano de las Leyes Universales en las cuales habría debido vibrar, no habría
servido para nada.
No puede, por lo tanto, ser usado
por cualquiera, a no ser, como banal collar.
Medio adormecido, veo mi parte
etérica, noto principalmente los ojos brillantes, limpios, muy penetrantes que
parecen maquillados, la miro profundamente casi confundiéndome, diciendo: ¡ya
está, así estoy bien!.
La miro lo más detalladamente
posible y noto al cuello un grueso rubí cuadrado achaflanado, en el pecho, como
dos cuadrados el uno en el otro, pero estoy para despertarme y la imagen, el
rostro, se vuelve cada vez más material, vuelvo a esta dimensión.
“Frecuencias psíquicas bajas, medias, altas”.
¿A cuál de estas tres frecuencias pertenece el hombre, hoy?.
¿Qué comporta un mutamento de frecuencias?.
¿Cómo es posible coordinarlas?.
¡Hablemos un poco!.
El hombre de este tiempo está a punto de sufrir notables influencias de las
frecuencias psíquicas medio-altas. Una posición bastante delicada si se
considera que el aumento vibracional psíquico es de 45.000 vibraciones de más
con relación a la baja frecuencia.
La actividad cerebral y física del hombre y de todas las especies vivientes
sobre el planeta tierra se aproxima a las “ondas Veilter” de la cuarta
dimensión. Una menguada toma de consciencia sobre estas nuevas frecuencias y
sobre su responsable coordinación, comporta serias distonías en el ámbito de
los equilibrios psico-físicos de los seres vivientes. Las superiores
vibraciones no empleadas positivamente acelerarían los instintos negativos
existentes, potencialmente, en cada individuo viviente.
Los jóvenes de este fin de siglo, más que los otros, perciben la
aceleración que produce este cambio de frecuencias, exteriorizándolo con
movimientos rítmicos desordenados y con acciones confusas y a menudo violentas.
Evidentemente, la culpa no es de ellos sino de la ciencia, aún incapaz de
poner en evidencia la causa que produce tales cambios y por lo cual es
necesario instruir una nueva metodología existencial, capaz de llevar a buen
fruto la notable influencia que comporta la nueva frecuencia psíquica.
Es posible que se evidencie sobre el plano humano una acentuada capacidad
de percibir y visualizar los valores cuatridimensionales, de tener perfecto
conocimiento de cuanto, con las bajas frecuencias, no sea posible percibir,
visualizar, oír y tocar.
El hombre, potencialmente, es el uno y el otro en una misma cosa: el uno es
lento y el otro veloz, el uno está relativamente ligado a las bajas frecuencias
y el otro a las altas frecuencias: “ponderable e imponderable".
La aceleración de las frecuencias psíquicas aproxima el uno al otro y esto
comporta notables modificaciones que, si no son coordinadas positivamente,
manifiestan inevitablemente una incompatibilidad de servicio y,
consiguientemente, la inadaptación progresiva a las nuevas vibraciones:
“autoanulación” o “autocombustión” del uno.
Las vibraciones, en el tejido etérico de una galaxia, son diversas y
complementarias.
Vuestras vibraciones revisten un carácter negativo y es inevitable el
impacto con las vibraciones positivas.
Observad bien la funcionalidad biofísica de vuestro cuerpo y las
estructuras complementarias de los elementos que lo instruyen: cuerpos y
anticuerpos, dinamismos físicos, dinamismos astrales.
En una galaxia existen componentes idénticos sobre un plano completamente
diferente del plano en el cual se realizan vuestros valores existenciales.
Cuanto se realiza en vuestra dimensión biofísica astral, espiritual
microcósmica, igual de semejante es la realización en la dimensión
macrocósmica, astrofísica, astral, espiritual. Cambian sustancialmente las
potencias dominantes, con flujos y reflujos ordenados por una rígida ley
emanante de la Inteligencia creadora que reside en el átomo primario sublimado
(átomo espiritual).
Los seres hidrogenales son regidores universales creadores de la idea
divina. Vuestro sol es logos de la idea divina y su luz es crística, siendo
emanación de la voluntad suprema creadora (Padre de todas las cosas).
(HOARA)
En el interior de la pirámide de Keops está encerrado el Zed, pero, todavía
no os es concedida la posibilidad de interceptarlo.
El Zed es un radiador cósmico, un memorizador, un depósito de las ideas
divinas, un sincronizador, programador de aquello que está abajo, en relación
con la voluntad que está en lo alto.
Sobre vuestro planeta existen, desde tiempo remoto, más “Zed” y sobre cada
uno de ellos viene irradiada “la Luz de la Suprema Inteligencia del Cosmos”,
las intenciones de la Idea creativa.
De ellos han brotado los programas que se han
desarrollado, que se desarrollan y que se desarrollarán sobre vuestro planeta.
EL GRAN SECRETO DE LA ESFINGE Y NUESTROS TIEMPOS
La esfinge es algo de lo más real y que mira,
precisamente, más que a la fantasía a la inteligencia del cosmos. Millones y
millones de hombres de todas las razas se han detenido ante esta enorme figura
de piedra, dirigiéndose diversas preguntas. El silencio ha sido siempre su
respuesta y jamás el hombre pudo dejar libre su atávica verdad, aprisionada en
la majestuosa figura. Sus garras hundidas en la arena del desierto demuestran,
todavía hoy, que está decidida a quedar así, hasta que el hombre descubra su
secreto.
En verdad, el tiempo ha llegado y es, precisamente, el hombre quien tiene
que dejar libre el enigma que la ha vuelto aureolada de gran misterio.
La esfinge es el puro testimonio de la presencia de Aquellos que el profeta
Ezequiel vió sobre el río Chebar y que llamó Querubines, el testimonio de la
presencia sobre la tierra de potentísimas Criaturas venidas de los abismos
siderales para cumplir una misión divina. Su personalidad estaba llena de saber
universal, de aquel saber que roza el completo conocimiento de todos los
secretos del cosmos.
Todos los grandes profetas del pasado vieron, oyeron y operaron, a través
de su continua e incesante intervención que, con medios de impensable ciencia y
con dimensiones todavía desconocidas, imponían la formación de una progresiva
conciencia que debía desarrollarse, lentamente, hasta alcanzar una base
suficientemente idónea, para luego poder proceder al inicio de otro paso mejor.
Toda la historia evolutiva de la humanidad está tejida de esta gran y universal
intervención divina.
El universo en el cual nuestro sistema solar vive su cosmológica existencia
está en continua evolución y el Espíritu Creador en continua obra creativa y es
absurdo pensar que nuestro mundo, y el mismo hombre, no sufra la consecuencia
de esta inmutable causa.
Los Querubines están, nuevamente, sobre la tierra para preparar un gran
evento y, esta vez, han venido sin velos, sin tablas de esmeralda y sin el
propósito de hacer construir una nueva Esfinge, pero decididos, porque ésta es
la voluntad del Altísimo, a invitarnos a construir un mejor camino y
prepararnos para mejores intenciones si queremos sobrevivir y volver a ver,
todavía, otra vez la gran Gloria de Dios descender sobre este mundo para darnos
el más grande perdón y la eterna felicidad tan anhelados en los tiempos de los
tiempos.
La
esfinge, finalmente, ha hablado.
PIEDAD,
CARIDAD,
CARIDAD,
CONOCIMIENTO,
FE
FE
“Tengo fe
porque
he comprendido”.
Es Poimandres que te habla:
“El infierno y el paraíso,
el mal y el bien, el odio y el amor, habitan en cada uno de vosotros.
Sois siempre vosotros a
querer el uno o el otro. Si no sois conscientes de los efectos que producen
estas fuerzas complementarias, entonces debéis necesariamente experimentarlas.
Sólo entonces estaréis en
grado de comprender él por qué de la infelicidad o de la felicidad, de la
alegría o del dolor, del odiar o del amar.
Ha sido dicho que “si
conoces lo que produce el amor, no puedes no amar”. Si maltratáis el bien, el
mal se manifiesta y os domina.
“No sabía” no es
justificable si, experimentando, has conocido los efectos que produce la verdad
de lo uno y de lo otro.
La sabiduría nace del
conocimiento de aquello que desarrollan estas aparentes fuerzas opuestas ”.
Antes de conocer a
Eugenio, buscaba, buscaba, y una nueva apertura me había sido preparada por un
sublime maestro: Paramahnsa Yogananda.
“¿Por cuánto tiempo os dejaréis cortar, inertes, por la
guadaña de la muerte, porque nunca habéis tentado, durante vuestra vida, vencer
a Maya, la ignorancia?”.
Y en esta dimensión
humana, social, mi juventud se debatía para conquistar el discernimiento entre
realidad de la Verdad y realidad de la ilusión.
No era fácil
liberarme de la red de este diferenciador: ¡la ilusión cósmica!. ¡Este poder
mágico de la creación, este juego divino que tiende a ofuscar las tensiones
humanas desviándolas de la conquista de las leyes del Espíritu!.
Y, todavía, me era
difícil concebir el sentido de la compasión oriental, que conduce a la apertura
del corazón y a la iluminación.
P. Yogananda es el
ejemplo de quien, olvidando la egoística beatitud, vuelve a la dimensión del
dolor que es un sendero más largo y difícil por amor a la humanidad, a través
de la Iluminación. Compasión o Piedad son el Conocimiento de amar al prójimo en
Dios, son la fuerza y la sabiduría en Dios. Aquel que lo da todo sin recibir
nada a cambio.
El hombre piadoso es
iluminado para sublimar el sufrimiento y amar con conocido sacrificio.
“Mi sufrimiento no es casual, sino causal, porque es a
través de éste que catalizo aquellas frecuencias espirituales que se pueden
perder si no son corroboradas y alimentadas por cuanto el dolor produce.
Estas son características que revelan una verdad
conformada por quién conocía una realidad que, a menudo escapa: “Bendecid a quien
os hace sufrir”.
Sí el cielo ama, prueba, y el cielo sabe porque
prueba.
Hágase la voluntad del Altísimo.
Para mi no es un misterio el dolor de todos aquellos
que están en el mundo pero no son del mundo”.
Si no se vive una
realización, si no se llega a esta con pena de desesperación, no se puede
concebir el renacimiento.
Las palabras y los
pensamientos quedan tales, fríos.
La compenetración en
la idea divina, en esta dimensión, puede ser asumida con el dinamismo, un
dinamismo operativo de humildad, de voluntad de amor con todas las fuerzas de
Dios.
Es cuando el Padre
te deja solo y las fuerzas tentadoras y disuasoras buscan estrujarte, que
puedes encontrarte a tí mismo para volverte como Aquél que es. Sólo la “fuerza primaria” del amor perseverante es tu amiga en el sacrificio.
Crecer significa ser conscientes de los valores
eternos que corroboran de cordura los dinamismos existenciales y volverlos
armónicos y equilibrados.
Vosotros no sabéis porque existís, pero no podéis
ignorar que si sois, hay un válido motivo para ser, operar y ser todavía hasta
volverse un instrumento directivo y no ejecutivo.
Nacer, mutar y renacer hasta que se alcance la
realización de la propia real naturaleza divina. Entonces se es una gota de
agua del océano, en el cual se vuelve una sola cosa, alcanzando la unión de la
multiplicidad en la unidad.
El hombre se redime cuando renace conocedor de su
dignidad humana y divina.
El hombre es un instrumento programador de la ecología
universal.
El debe ser consciente de esta verdad fundamental.
Debe ser plenamente conocedor de los valores operativos de la tercera
dimensión.
La sintonía que liga el humano al divino es el Amor y
la Armonía de las pequeñas cosas que edifican el Amor y la Armonía de las
grandes cosas.
En la economía del cosmos, toda cosa creada y
manifestada es siempre una sola cosa.
Pero si degeneráis y perseveráis, quedáis privados del
real conocimiento que es la sola vía que conduce a la realización del Ego
Superior, coordinador de evolución e instructor de las portantes existenciales.
El desprecio hacia
las cosas materiales es una fuerza activa que evidencia la Piedad hacia Dios
que es lo contrario de la ofensa, por consiguiente respeto hacia la voluntad de
asemejarLe.
Y así es el
sacrificio de la Madre, de los Mensajeros, de Dios que del Espiritu renace en
la materia.
Así es la ley del
sacrificio de los tres Reinos que se ofrecen con amor para ser transformados,
evolucionados a través del hombre y sus expresiones dinámicas.
Este estado de
consciencia superior tambien podría llamarse “Fe”:
"Esta Fuerza, omnipresente que jamás tiene
reposo, que se libera con emisión de energía" decía Eugenio.
¿En verdad, quien de vosotros conoce la realidad de
esta titánica fuerza que actúa constantemente en las sensibles estructuras
hiperfísicas de vuestra alma?
La fe, en verdad, es una innata predisposición que
pone, en cada instante, al habitáculo del Espíritu en una fase posible de
autorrealización de las fuerzas edificadoras del Ser eterno y divino que se
detiene en tal manifestación. La fe es un veraz bálsamo capaz de sacudir el
sueño de Aquel que está inmerso en los sueños de la vida y de las obras
limitadas del espacio y del tiempo.
En verdad, quien tiene fe y por su medio creerá y
edificará en la vida, ciertamente realizará aquel invisible puente que une el
Ser relativo al ser Absoluto y todas las cosas limitadas a las cosas
ilimitadas.
Ante la fe pura, las barreras del espacio y del tiempo
cesan de existir porque es verdad que entonces, el espíritu se habrá elevado en
su verdadera gloria.¡Al decir ésto, con juicio y sabiduría, comprenderá!.
"La Fe es una sintonía de salvación".
La Fe, la Paciencia y la Humildad son las vias
maestras que conducen hacia la fortaleza espiritual.
Sólo cuando habréis alcanzado esta luminosa meta,
sentiréis en vuestros corazones el latido potente del corazón de Dios.
El coraje que el Padre glorioso os concede está en
perfecta sintonía con la fe que poseéis para la superación de las debilidades
que os vuelven incapaces y miedosos.
Hombres de poca fe, hombres a quienes falta la
voluntad de atraer sobre si la Gracia del Señor.
Hombres tibios, privados de la fuerza que quema al
Espíritu y al corazón de pasión, como la que tuvo el Maestro para poder
recorrer la vía triunfal de la divinidad.
Si os dejaréis coger por el sueño, estaréis perdidos.
¿Por qué decís:"Queda con nosotros Señor porque
se hace noche"? Vuestra tibieza nace del miedo de no estar tutelados y
aliviados de las dificultades que vuestra pálida fe no consigue quitarse.
Aquello que siempre
ha diferenciado la actividad de Eugenio, ha sido la diligencia. He conocido y
vivido durante años al lado de Eugenio esta energía que no tiene reposo.
El período
divulgativo de Valverde del 72 al 76 ha sido el más provechoso de encuentros y
viajes.
He estado casi todas
las tardes, hasta la noche, sin horario, a ver pasar ríos de curiosos,
periodistas, estudiosos, amigos pasión pasajera, interesados en recibir quien
sabe que cosa, como hacerse transportar en un autobús hasta las escarpadas
pendientes del monte, del propio sendero a recorrer con toda la fatiga
necesaria. Llegados allí, teniendo que apearse para poner en práctica,
desaparecían o se rebelaban desilusionados.
He acompañado a
Eugenio en numerosos viajes, en Italia, Norte de Europa, España, Sud América.
He oido repetir las mismas enseñanzas infinitas veces con infinitos matices y
estados de ánimo.
He visto infinitas
bocas abrirse e infinitas mentes meditar. Y Eugenio siempre estaba dispuesto,
contestando aún sin que las bocas hubieran vuelto sonora la pregunta,
aconsejando, reprendiendo, leyendo en el alma, con lágrimas o con alegres
carcajadas. Eran momentos en los cuales, yo mismo, ya no sentía mi cuerpo sino
sólo la vibración.
De vez en cuando
decía al grupo de los más intimos: “Ahora
estáis viviendo envueltos en algodón. Vendrá el tiempo en el que las pruebas
seran terribles y no se quién, de vosotros, será capaz de superarlas”.
Estos estímulos al
discernimiento eran intercalados por los más largos momentos de enseñanza y
apertura de conciencia.
Aún si muchos
coloquios eran de aparente consolación acariciante, en verdad predisponían a
comprender que es la Luz, la Fe, la Vida, las Leyes de la Naturaleza Divina:
“Luces de mi Luz viviente,
no os asalte la duda si verdaderamente conocéis los poderes de Mi Ley y los
Divinos Valores de Mi naturaleza viviente.
Vosotros sabéis que yo no
soy la expresión de la humana ley, no soy hombre, soy Dios y, como tal, también
soy Aquel que está viviente en cada cosa que es parte de Mi mismo.
Vuestra vida es Mi vida,
vuestra sonrisa es Mi sonrisa y también vuestras alegrías y vuestros dolores
son Míos.
Yo os he querido vivientes
en el tiempo de Mi Obra en el mundo en el cual habéis renacido.
Yo os he acogido, uno por
uno, y a cada uno he dado Mi voluntad y un cometido a desarrollar.
No os asalte la duda y no
se debilite la Fe que he vuelto a encender en vuestros corazones.
No se debilite vuestro
coraje y no se apague vuestra esperanza, si a menudo estáis forzados a hacer
aquello que no quisiérais hacer, a oir aquello que no quisiérais oir, a ver
aquello que no quisiérais ver, a tolerar aquello que quisiérais repeler.
Recordaros, siempre, que
estáis en el mundo y no sois del mundo y Mi Divina Luz está en el mundo. A
través de vosotros, Mis Angeles preparan a aquellos que yo he señalado para ser
despertados y para que hablen de Mí, de Mi Verdad, de Mi Tiempo y de Mis
profetizados designios que deben desarrollarse y cumplirse.
Los poderes de Mi Ley están
en plena actividad y toda cosa es removida, agitada y destinada a la
purificación. Los valores Divinos de Mi naturaleza viviente están manifestados
en vosotros, en vosotros que sois Mi Palabra y la Fuerza que de esta emana.
A vosotros ha sido confiado
el cometido de fermentar el Bien, la Justicia, la Paz y el Amor de Mi Celeste
Reino y de exaltar entre los pacíficos y los mansos la Ley de la Fraternidad
Universal y la inmensa felicidad que tal Ley edifica en las almas y en los
corazones de los hombres.
Esto os ha sido confiado
por Aquél que fue, es y será vuestro sostén, vuestro seguro guía, vuestro
espiritual consuelo. Él es y será siempre la Pura Expresión de Mi y de Mi
Eterna Verdad, Él es el Primero y el Último, el Alfa y el Omega.
Ahora os digo: nadie conoce
aquello que edifica vuestra obra, pero Yo sí, Yo conozco los frutos que se
maduran. También conozco aquellos que os procuran sufrimientos, que os
calumnian, que os persiguen y se rien de vosotros. Estos no saben que haciendo
ésto, me lo hacen a Mi.
Pero Yo los reprenderé y
los llevaré allí, donde ninguno de ellos quisieran ir. No temáis, vosotros que
estáis en Mis Gracias y que por Amor Mio no tenéis reposo. La Beatitud será
vuestro premio y en Mi Reino estará vuestra casa, moraréis eternamente en Mi
Luz de Amor y de Paz, de Belleza y de Felicidad.
Sedme fieles hasta el
último instante y tened en vuestros espíritus la alegría que os he dado.
Vosotros sois Mi Luz Viviente en el mundo, no os asalte la duda, porque es
Verdad cuanto, por medio de mi siervo y hermano, os he dicho y os diré”.
INTUITIVO, PERCEPTIVO,
SENSITIVO
“Es necesario pasar
de
un punto sobre una recta
a
un punto sobre un volumen”.
No hay que temer, nunca, penetrar en el infinito porque somos parte de él.
Autorrealizarse
quiere decir sublimar la sintonía con lo Divino.
La predisposición es
un catalizador que favorece el devenir práctico de algunos estados de
consciencia, o intuiciones, o voluntad, respecto a otros.
Es esta
espiritualidad instintiva que, a menudo me salía de lo íntimo, me ha conducido
siempre fuera del fondo de los océanos en los que estaba para morir, por amor
al prójimo, encontrándome siempre y sinceramente al lado del Maestro, como cosa
obvia.
Y no sé si es más
absurdo que no lo hubiese comprendido bien enseguida o que debiese esperar
larguísimos años para realizarlo.
A menudo estaba en
crisis porque debía luchar con los impedimentos, en lugar de desarrollarme como
quería:
“Tus crisis las conozco bien, también las he pasado yo” me contestaba Eugenio, y luego “debes tener más confianza en ti mismo”.
¿En la Arquimia?. “Sí”.
“Tus crisis las conozco bien, también las he pasado yo” me contestaba Eugenio, y luego “debes tener más confianza en ti mismo”.
¿En la Arquimia?. “Sí”.
Sin embargo el
Consolador, a menudo ha estado cerca de mi en los límpidos desdoblamientos
astrales.
1989: “Corría alegre
junto al Consolador a lo largo de un sendero de montaña. Eugenio estaba sentado
sobre el muro de su casa y nos miraba sonriendo”.
Mi temor era el de
buscar algo que nunca había buscado y mi alegría era de encontrar cuanto nunca
había buscado, y ahora comprendía que siempre lo había deseado.
Mis ojos miraban
hacia el último rosa de los cirros a lo largo de aquel cielo azul, pero
inmediatamente volvían entre las ramas del bajo bosque para no perder el
sendero, para habituarme a mirar en la oscuridad, cada vez más opaca. Tal vez
habrían querido saltar sin tanta fatiga, mis piernas, a lo largo de la
pendiente de aquella montaña escarpada, y mis manos acariciar los troncos para
empujarme dulcemente, volar, pero solamente ahora descubro que mi pensamiento
no estaba presente en aquellos momentos de angustia y, de vez en cuando, debía
pararme para retomar aliento, con el fin de tranquilizar el impulso más
violento que el pecho quería dar al caminar de mis ansiosos pasos. Era como si
yo supiese, pero en realidad no lo sé explicar.
Debía ascender,
debía llegar allá arriba... me esperaba.
Eran finales de
abril de un año de esta mi vida, en el que todas mis vidas me han vibrado
alrededor, casi acariciándome en la unidad de mi esencia para reconducirme más
allá de las ilusiones. Como si años y siglos inútiles desaparecieran, ante la
realidad, era yo mismo, en equilibrio entre el cuerpo viviente en esta
dimensión biofísica y mi espíritu eterno y omnipresente. Un instante infinito
estaba entre mis ojos y mi corazón, y mi alma suspendida de profunda tristeza,
consciente del retorno al presente. Algún momento antes se había desgarrado,
definitivamente, el velo de Maya y mis ojos veían más allá de todo horizonte de
mis pensamientos.
Estaba apoyado en la
base de una encina, en el interior de un antiguo cráter del Etna, una brisa
helada me cortaba las mejillas entre los bordes del chubasquero y hacía
campanillear las últimas hojas secas. Más que por los cirros rosa, era atraído
por las matas de florecillas de primavera y mis pensamientos se encaminaban a
cuan inútil y estéril se había vuelto la vida sobre este planeta de humanidad
asesina: ¿por qué continuar luchando?.
De repente, un extraño
rumor, rítmico, cada vez más cercano, se transformó en un potente batido de
alas que, desde mi parte izquierda me sopló ráfagas de aire que me sacaron del
ensimismamiento, transportándome de golpe a la sensación del temor feliz.
Una gran águila de
plumas doradas al ocaso, con algún que otro batido se posó sobre una rama más
alta. No tuve el tiempo de mirarla mejor cuando un agudo grito de reclamo
penetró como una cuchilla en mis sentimientos, como para romper la fuerza de
los sentidos, liberar la luz de mi alma y hacerla ascender hacia ella, y
mientras esto acontecía, como un eco melodioso repetía el grito, pero no venía
del embudo del cráter, estoy seguro que venía del alto azul.
No tuve el tiempo de
mirar, entre las ramas, aquellos ojos de fuego que no comprendía si me miraban
o me hablaban, porque las enormes alas se abrieron majestuosas y seguí, como a
cámara lenta, un largo volteo, primero alrededor de la encina, luego a lo largo
de los bordes del cráter y luego más arriba, en lo alto y era neta mi impresión
de la espiral de la serpiente que se eleva de lo manifestado... pero busqué, en
vano, aquel puntito allá arriba, en el rosa violeta, había desaparecido. Fueron
tantas las observaciones de mí conciencia y tan inmediatas que, mirándome
alrededor, exploté en un sollozo incontenible.
Cada conciencia debe
alcanzar el estado unitario para que la Luz de la Divina Sapiencia se vuelva
aquella única cosa que siempre ha sido y nunca conseguida por la inmadurez del
poder intuitivo.
El secreto de la Purísima Verdad
desde siempre había sido concedido con manifestaciones diversas, pero siempre
velado por lo incomprensible, como satisfaciendo nuestra morbosa curiosidad por
sentirnos felices, pero las respuestas sólo contenían una parte sutil de verdad
para una mente humana sin posibilidad de comprender.
Una revelación que continúa
ocultándose, hasta que llegue el momento en el cual ya no será posible hacerlo.
¿Y entonces?.
Entonces acontecerá por
haber alcanzado el tiempo y por el desarrollo conseguido, que la verdad no les
será, más, negada.
La intuición solamente ve lo Invisible, en cuanto ella
misma es misterio.
Si tú eres capaz de percibir el misterio, éste se
manifestará a los ojos de tu mente.
La pródiga naturaleza del Señor no tiene limitaciones:
ésta se manifiesta a través de todo el mundo.
Tú puedes conocerla, puedes, más bien, verla hasta en
tus manos y contemplar la imagen de Dios.
Busca un guía que te acompañe al umbral de la Gnosis,
donde clara la Luz resplandece clara, pura de sombra, donde ni siquiera un alma
está ebria, sino todas sobrias, despiertas de su delirio y tienen los ojos
fijos sobre Aquel que quiere ser visto. Dios no ignora al hombre, más bien, Él
lo conoce enteramente y a fondo y Su voluntad consiste en ser, también Él, bien
conocido por el hombre.
Y es éste, para el hombre, el único medio para
salvarse: la Gnosis de Dios. Éste es el sendero que sube a lo largo de la
montaña y sólo con tal ascensión el alma humana se vuelve buena.
Pero ser capaces de conocer el Bien y querer, esperar,
esta es una vía estrecha, es el mismo Sendero del Bien.
Sólo que tú pongas el pie en aquel Sendero, el Bien te
vendrá al encuentro, de todas partes, y será pues visible, también donde y
cuando tú no creías encontrarlo; cuando tú velas, cuando duermes o viajas por
tierra y por mar, de noche o de día, si hablas o si callas.
¡Puesto que nada existe que no sea imagen del Bien!.
Y aquel que no ignora estas cosas puede conocer a Dios
en el sentido más completo de la palabra, más bien, si nos atrevemos a decirlo,
puede verLo “volviéndose él mismo la Cosa que ve” y, viéndoLo se vuelve
inmortal.
He ahí, oh hermanos, el ántico contenido que jamás el
tiempo destruyó por la Verdad Suprema de la Sapiencia Divina de Dios.
Y yo quisiera respirar, todavía, como en aquel tiempo,
el aire del Templo Supremo que movió de vitalidad el atávico cuerpo más veces
derrotado.
¿Qué dirían aquellos que por el mismo Sendero se han
vuelto Regentes de las potencias de la Divina Sapiencia de Dios, si todavía me
mostrase ante Sus ojos con el cetro del Gran Querer?.
Oh, Grande y Divino Padre, ¿por qué, por qué nunca tal
querer yo cumplo en este tiempo y en este lugar de dura penitencia?.
No me contestes, Padre dulcísimo, porque no es lícito
que, todavía, yo dude del despertar que me ha sido concedido por el Divino
Consejo de los Siete Jueces.
Perdóname, Esplendor de mi alma y concede a este
humilde servidor tuyo la gracia de Tu Celeste Justicia.
Yo estoy aquí, en los mismos semblantes de aquel que
tuve, en el gran pasado y Te sirvo, Dios mío, Te sirvo con extrema humildad
operando con el Arte de la Sapiencia de Tus Jueces, mis dilectos Maestros,
dispensadores de Tu Luz Eterna.
Oh, mis dilectos Maestros de la dulcísima mirada, que
liberáis la Luz de todas las creaciones y difundís el Soplo vivificador en todo
remoto punto de los Siete Cielos, concededme Vuestra Divina Sapiencia para que
yo no tenga un camino diferente y para que cada cosa advenga según Vuestra
Divina Necesidad, así como Dios ha predispuesto que sea.
Vuestras enseñanzas, oh Sapientes Ministros, se
revelan ante mi consciencia y no hay cosa que me sea extraña, ni verdad que me
pueda escapar.
Todo, aunque lentamente, se desliga en la viva Luz de
la Verdad Una y de la Conciencia - Una y no hay paso que pueda permanecer
oculto al ojo de mi espíritu.
Todo reside en Mi, todo contemplo en la libertad de la
Luz Inmortal y de esto Os rindo reconocimiento, oh amables Maestros, puesto que
sin Vuestro consuelo mi espíritu no se habría dilatado tan rápidamente.
Ahora Os ruego permanecer dentro de mi, para que me
sea lícito realizar la obra preparatoria y para que se verifique el total
cumplimiento del primer discurso del Sagrado Libro del Triángulo de Oro.
"Nosotros, hijo, tenemos el cometido de mutar los
conocimientos según el tiempo que consideramos oportuno, para que el hombre de
esta esfera, tenga que tomar, con maduro conocimiento, el aspecto progresivo de
las leyes que, a través del tiempo, cambian de aspecto.
No es suficiente comprender el efecto de una ley: es
necesario conocer la causa que produce el efecto.
Muchos hombres, todavía, están sordos y ciegos, pero
en verdad, querido hijo, advendrá que ellos deberán, necesariamente,
arrepentirse.
La receptividad del medio no es la receptividad del
corto, ni la receptividad del medio y del corto es igual a la receptividad del
largo o de los cortísimos.
Todo ser que vive sobre esta esfera recibe las leyes
según la onda sobre la que escucha y actúa con los efectos que absorbe, según
la dilatación o la gravitación de las mismas.
Ahora es tiempo que te digamos:
Los nuestros y tus amigos deben, absolutamente,
comprender los actos que necesariamente estamos obligados a manifestar. Aquello
que les sucederá a ellos y alrededor de ellos es debido, principalmente, a un
método extremadamente secreto, apto a estimular una activa y consciente acción
en confrontación con los instintos interiores atávicos, con el fin de impedir
la intervención y, por consiguiente, el desarrollo de un impulso
psicológicamente deletéreo y contraproducente al estado preparatorio del desarrollo
de los órganos del P.E.S. bajo nuestro control. Es verdad que la maduración de
acontecimientos simbólicamente demostrativos quiere, claramente, encaminar los
órganos en desarrollo hacía un plano dimensional psico-intuitivo y orientativo
al mismo tiempo.
Si una rosa roja se vuelve blanca, no debe expresar un
hecho fenoménico, sino debe, más bien, concederos un motivo para comprender,
intuitivamente, un hecho expresado simbólicamente.
Otros acontecimientos expresados simbólicamente, en
tantos diferentes modos, quieren comunicaros datos de atracción ligados al
tiempo y a los acontecimientos inmediatamente próximos a manifestarse.
Nuestra tutela puede pareceros bastante extraña por el
modo en la cual es realizada pero todavía debéis esperar para daros cuenta de
ello.
Podemos deciros que todas las circunstancias causales
de cualquier acto vuestro, están subordinadas a un conjunto de previsiones
referentes a los efectos que la fuerza del acto está obligada a determinar.
Cuando estos efectos resultan contraproducentes, las
circunstancias cambian la dirección del impulso evitando, de tal forma, los
efectos no deseados.
Son muchos los que creen estar en contacto con
nosotros, que reciben mensajes y comunicaciones varias. Muchos de estos se
engañan y son engañados.
Nuestros colaboradores terrestres poseen
características bien precisas y son el fruto de una elaboración bio-dinámica,
derivada de una manipulación genética, desde hace tiempo, programada".
VISUALIZACIÓN,
AUDICIÓN Y MEMORIZACIÓN
DIRECTAS E INDIRECTAS: HOARA EXPLICA
Los ojos son los medios físicos que transmiten, a los
centros nerviosos, las imágenes. Los oidos son los medios físicos que
transmiten sonidos y vibraciones a otros tantos centros nerviosos. Estas
imágenes y estos sonidos son, a su vez, memorizados.
Este
sistema (normal para la naturaleza física del hombre) es definido por nosotros
"visualización, audición y memorización directas". La visualización,
la audición y la memorización indirectas acaecen a través de la penetración en
los centros de percepción del cerebro de imágenes, sonidos y colores cuando el
sujeto está en fase de desdoblamiento controlado. En este caso no ve y no oye a
través de los medios físicos, sino por sintonia directa. Los valores de la
realidad que son captados por el sensorial emotivo no son, de hecho, diferentes
a los que se reciben a través de los ojos y de los oidos.
En el desdoblamiento
las capacidades de los centros nerviosos son aceleradas, llevando el cociente
intelectivo y memorizativo al máximo y tal que no puede ser fácilmente borrado
de la memoria. El éxtasis de los videntes es una práctica de desdoblamiento
controlado que concede ver y oir cuanto otros, no sometidos a tal
procedimiento, no ven y no oyen. Casi siempre los contactos con las frecuencias
superiores advienen por vía indirecta. Solo en casos excepcionales advienen por
la vía directa. Las visitas celestes tenidas por el profeta Lot y por otros
contactados han advenido a través de la vía indirecta.
(HOARA)
Cada atención, cada vibración, cada tensión, te lleva, te transporta inexorablemente donde piensas querer ir. Es el momento de comprender si es un instinto de intuición interior o una simple satisfacción de irritación material.
EL SECRETO DEL YO
Ser conscientes de ser, de pensar y operar, de
reflexionar y de actuar en bien y en mal no es suficiente prueba de la completa
consciencia del ser.
El Yo superficial es el Yo presente y es el producto
de una experiencia temporal, que se limita a manifestar las actividades de
aquel Yo temporal operante con una consciencia limitadísima con relación al
tiempo, también este limitado.
El Yo profundo, que encierra toda la consciencia del
ser, es una secreta actividad que opera solamente en el vastísimo campo del ser
incorpóreo.
Lo incorpóreo no es otra cosa que el conjunto de las
experiencias, el equipaje que contiene las secretas cosas del Yo inmortal.
El Yo inmortal es el Yo eternamente unido a todas las
manifestaciones de lo creado. Él no está sólo en el presente, sino tambien en
el pasado y en el futuro.
El hecho de que algunos puedan conducir el camino de
algunos otros hacía senderos, que estos últimos desconocen, no es cosa
misteriosa ni es fenómeno como muchos quieren creer.
El fenómeno no existe si no existe la causa que
produce aquello que muchos, desdichadamente ignorantes, llaman fenómeno.
Muchas causas son, todavía, potentes fuerzas
misteriosas que actúan y se manifiestan y que, a menudo, dejan perplejos a
quienes no quieren comprender su naturaleza y su procedencia. Pero, en verdad,
no hay tanto misterio como, aún, se quiere obstinadamente creer; el misterio y
el fenómeno son y existen solamente para aquella parte de la humanidad aún niña
e inconsciente.
Tales acontecimientos, que todavía se discuten como
cosas ocultas son, sin embargo, actividades de un mundo superior mucho más
evolucionado que el nuestro y con criaturas vueltas más conscientes.
El Yo secreto es un faro de luz que ve, oye, opera y a
menudo actúa, procurando a aquel que sabe sacudirlo, una sabiduría sin límites
y potentes posibilidades de conocimiento.
Una vez en contacto con esta inmortal Luz, los ojos
del espíritu sufren una tal dilatación que permite la visión inmensa y sublime
del gran Templo, en donde la vida y la muerte operan en continua armonía para
la realización de aquel Yo completo, idóneo a traspasar, y para siempre, el
mundo de la materia con el perfecto conocimiento de todas las capacidades
morales.
La íntima historia del alma de este mundo, desde su
creación, corre sobre las alas inmortales del tiempo.
Su encanto divino es inagotable, queda indeleble en la
Luz del eterno pensamiento de los hombres y nunca se ha mostrado en la mente
del profano el místico poder que religiosamente se oculta en el alma ardiente
de aquellos que, con entrañable amor, despiertan su fuerza y de ella cogen la
verdad y la belleza.
No es cosa fácil tener éxito en tal empresa, ni es
cosa simple abrir las alas de fuego del espíritu para poder saborear totalmente
la dulzura de un viaje a través del Templo del tiempo, en donde cada cosa logra
vivir en un breve espacio, en los Cielos.
Yo, que he amado, más alla de los límites, tal encanto
con religioso conocimiento de los Divinos Poderes, he abierto las alas de fuego
de mi espíritu con la plena consciencia de volverme a encontrar en aquel breve
espacio de los Cielos y de haber comprendido, además de la infinita grandeza de
Dios, el significado profundo del misterioso camino de los seres de este mundo
y de todo aquello que en él vive y se transforma por virtud de aquella divina e
inmutable Ley que tal obra rige.
La historia es breve en el pensamiento e inexpresable
verbalmente, y es quizás por ésto que también es incomprensible para aquellos
que, todavía privados de aquella inmortal Luz interior, a menudo confunden, con
su natural fantasía, una obra espiritual nacida de la profundidad de la
conciencia interior, con una obra común de experiencia puramente literaria y
limitada por los conocimientos de una brevísima existencia.
Yo digo que no es suficiente comprender aquello que
está limitado por la membrana del breve tiempo que es nuestra vida, ni es
satisfactorio para el alma coger solamente aquello que se encuentra en la
superficie de la conciencia.
Es necesario ir al fondo, rompiendo con la fuerza de
la fe todas aquellas membranas que encierran los verdaderos valores de la
conciencia atávica del Yo eterno.
Allí, el alma se siente unida al inconfundible y
eterno Principio y solamente allí puede coger las apreciadas perlas de una
Verdad que conforta y que promueve la resurreción de la eterna conciencia.
No es vano el camino, ni nunca lo será para aquellos
que creen en Dios y Lo buscan en el secreto del Yo.
No es en vano el camino, creedme.
Quisiera poder comprender el secreto atávico de la
fantasía humana para poder encontrar el conforto que busco y que todavía no
consigo encontrar.
Quisiera poder confundirme con la verdad de todas las
criaturas de Dios que me rodean, que pienso, que creo y que amo, como una sola
y única cosa existente.
Quisiera poder hablar en el silencio de la Luz de los
Cielos para calmar la encendida tempestad que se ha desarrollado en lo profundo
de mi Alma.
Quisiera finalmente, poder preguntar al Eterno Padre
de los padres si vale la pena desatar, de la atávica conciencia, el nudo de Luz
que encierra las preciosas Gemas para imprimir Su eterno reflejo en estos
folios y si, todavía, es útil que yo haga conocer a esta generación, enana de
fe y gigante de orgullo, tantos secretos que, quizá, ridiculizará porque no
comprenderá.
Si tanta gracia Él me concede y si tanta luz hay
dentro de mi alma, no puedo no creer diferentemente que sí.
Y yo no vacilo un sólo instante a decir a quien cree y
a quien no cree:
Hay una extraña fuerza que opera incansablemente y que
crea las cosas, todavía, antes que el Ser las piense. Esta fuerza, que no es
ciertamente material, es inmortal siendo parte operante del sistema creativo
del Pensamiento Divino.
Por el momento nosotros la llamaremos “fantasia“ y nos limitaremos a ir de acuerdo con los hombres de
la actual ciencia que mejor de todos saben y comprenden la verdad.
La verdad indiscutible es que muchas cosas antes se
piensan y, luego, se realizan y, ciertamente, no podría ser diferentemente.
Sin embargo, para poder quedar definitivamente convencidos, deberemos conocer o por lo menos pensar la verdad inicial que debería dar respuesta a esta pregunta:
Sin embargo, para poder quedar definitivamente convencidos, deberemos conocer o por lo menos pensar la verdad inicial que debería dar respuesta a esta pregunta:
“¿Dónde
estaba el objeto, o la forma del objeto, todavía antes de ser pensado y, luego,
realizado?“.
Mil respuestas, con palabras más o menos difíciles, se
condensan ante esta pregunta.
Los doctores escrutan el horizonte físico y otros,
todavía, buscan en el fenómeno sin causa la explicación natural, dando un sí o un pero, sin conseguir con
esto una respuesta aproximada.
No son necesarias difíciles expresiones, ni cálculos numéricos para poder
tomar el argumento principal que lleva a una concluyente respuesta a tal
pregunta.
La enorme dificultad está solamente en poder comprender el valor
intrínseco, aún cuando alegórico, del argumento que más se ha vuelto idóneo a
abrir el vastísimo horizonte de un tan importante conocimiento.
Si el pensamiento es el producto de la energía radiante que desarrolla la
actividad de nuestro cerebro, éste debe poseer, necesariamente, aquella
extraordinaria elasticidad que posee la luz y, por consiguiente, aquellas
determinadas características que un cuerpo luz posee.
Por tal motivo la primera verdad no está en el pensamiento, sino en la
energía que contiene el atávico germen del pensamiento y que, en un cierto
momento, encuentra en las vibraciones de un cerebro el campo idóneo de su
desarrollo.
Por germen, quiero decir una parte o, mejor, el principio de una larga
estela de gérmenes-pensamiento, ligados los unos a los otros y que hacen parte
de una determinada actividad del cerebro atávico.
La verdad es que un mundo super-consciente y super-inteligente, si bien
incorpóreo y microscópico, nos escapa a la observación, y aún cuando sufrimos
con consciencia cualquier actividad suya, no buscamos nunca la verdadera causa,
justamente porque no estamos en el campo de observación en aquel determinado
momento.
De hecho, cuando una estela luminosa de gérmenes-pensamiento entra en
contacto con un ser preparado e idóneo para desarrollar las características y
por consiguiente el metódico movimiento vibratorio, los gérmenes-pensamiento
producen en este ser la perfecta visión de los hechos, acontecimientos, formas,
objetos, etc.
Y es difícil, extremadamente difícil poder comprender a aquel o aquella que
se han vuelto sujetos del mundo del pensamiento.
Muchos ciertamente quisieran probar, por lo menos una vez, para creer de modo
definido en el inmenso poder que sobrepasa nuestro insignificante orgullo y
nuestro mísero conocimiento, pero mejor es la prueba para aquellos que más que
probar quieren entrar, definitivamente, en este mundo anticipadamente y poder
dar en vida aquello que quisieran dar después de la muerte.
Evidentemente, el camino a recorrer para poder comunicar con el mundo del
pensamiento no es fácil y además de esto requiere enormes sacrificios, para
poderos dar una pálida idea de los enormes esfuerzos que son necesarios
afrontar y superar para alcanzar la meta.
El sistema nervioso debe vibrar, desarrollando al máximo la emisión de
ondas ultrasensibles por todas las partes del cuerpo y, de modo especial, del
cerebro.
Para desarrollar esta actividad es necesario, sin causar deterioro en el
delicadísimo sistema nervioso, habituarse a:
1) Permanecer en un lugar excesivamente ruidoso y aislarse del ruido.
2) Mirar el disco solar sin pestañear.
3) Leer cualquier argumento y buscar la causa, la raíz, el sentido
primitivo, trabajando con la sola actividad de la palabra silencio.
Y tantas, tantas otras actividades que queriendo enunciarlas no podría,
siendo ésto prácticamente imposible.
El secreto del Conocimiento-Uno está encerrado en el Conocimiento-Interno
manifestado sensible y también en el Conocimiento-Externo no manifestado
hipersensible.
Uno y otro Conocimiento son dos arduas vías en un mismo sendero. La meta es
el Conocimiento-Uno.
Quien por estas vías anda, con profunda serenidad de espíritu, encontrará
la fuerza de concebir con consciencia el significado y las obras de los
elementos creados y de los elementos creadores.
Sed prudentes y no caigáis en la red de la inconsciencia y de la
ignorancia, puesto que tal paso ofusca el poder del movimiento evolutivo del
Conocimiento externo.
Ser inteligentes no es suficiente para iniciar tal camino.
El sendero del Conocimiento-Uno requiere, más que inteligencia, una
preparación profunda e incondicionada de nuestro ser externo hipersensible.
El éxtasis inmóvil contemplativo, para el desarrollo de las vibraciones
externas, es la única prueba de idoneidad para poder iniciar el camino del
Conocimiento-Uno y, por consiguiente, de las Felicidades Eternas.
Para poder promover El Éxtasis Inmóvil Contemplativo son
indispensables las siguientes condiciones:
- Absoluto silencio
- Completa soledad
- Lugar posiblemente alto
- Luz solar
- Serenidad de espíritu
- Inmovilidad absoluta
- Contemplación profunda
Sin las cuales no es posible promoverLo.
De tal prueba nace la idoneidad de aquel o aquella que quiera emprender la
vía del sendero del Conocimiento-Uno.
La energía psíquica de nuestra mente funciona siempre, positiva o
negativamente.
Puede catalizar presupuestos por excitaciones del ambiente. Cuerpos pensamiento latentes están alrededor de nosotros, provenientes de cualquier
fuente.
Todo es energía y, por consiguiente, radiación emanada o recibida,
percibida.
Espontáneamente, conduciendo la normal vida emotiva, estos quedan
concentrados, puros, en equilibrio. Después de haber alcanzado la definitiva
conquista de que la vida es solo un sueño, el perceptivo viene, no se le puede
llamar, es necesario darle su importancia cuando viene, saberlo individualizar
con nuestro “yo”, un yo que debe salir de la nivelación, movido por
sentimientos excepcionales.
Las condiciones, direcciones de pensamiento, a menudo derivan de
temporáneas concentraciones personales sobre el argumento.
No es un sueño la santidad, la inspiración, la continuidad eterna, la
ascensión: son posibles, alcanzables también inmediatamente, al inicio de la
firme voluntad. Más allá de la cultura, de toda larga preparación está el
instinto, dejarse ir y se vuelve aquello sobre lo cual nos concentramos.
El Espíritu Santo habitará en nuestro corazón en un cierto momento de
nuestra vida, como un viento sin ruido, dándonos la única Verdad Instructiva,
la revelada.
Bharat y Hermes, al momento del alba y del ocaso, con su voluntad,
desataron los nudos de mis pensamientos, que en tal movimiento de alas de
fuego, se dilatan como nubes de la Eterna Sabiduría y de la Vida Una.
El secreto de la meditación está encerrado en el torbellino invisible de
aquello que me rodea por el cual se desatan las ansias y tomo nueva vida
vibrante de profundos conocimientos.
Siento en mí la llama del Sol, de cordura y conocimiento, que se manifiesta
como cosa definida. Los secretos del tiempo remoto, el sendero ancestral, las
Leyes inmutables del principio y del fin de todo cosa mortal.
A través del sendero del Conocimiento Uno y de la Vida Una se llega a la
meta de todo acontecimiento manifestado y no manifestado, tal es la vía de la
Sabiduría y de la Cordura para los siete conocimientos de la Vida Eterna.
DISCERNIMIENTO
“Dios
es Creador,
el Diablo es
deformador”.
¿Creéis que los discursos, sin las obras, sirven para mover las rocas de
una montaña?.
¿Nunca habéis pensado en daros vosotros mismos sin límites, reservas o
condiciones?.
El fruto es la obra que hace trasudar sangre, que fustiga la debilidad de
la carne, que os propone sacrificios y renuncias, que os desata de los afectos
más queridos, que os impone doblegar la espalda y soportar las burlas, el
escarnio, las vituperaciones y cuanto os crucifica moralmente.
¿Qué erais antes de que el espíritu de verdad moviese el viento del
despertar?.
Aprended a ser humildes y puros de corazón. Dios ama a quien es capaz de
consumar la propia carne, sirviéndoLo con coraje y sin miedo a perder cuanto
posee en el mundo.
¿Por qué no os despertáis del sueño de las ilusiones que atrae vuestras
existencias hacia un torbellino de delitos, de violencia y de muerte?.
La experimentación y la adquisición de la verdad de los valores binarios,
el conocimiento de los valores complementarios, sirven para volver al hombre
seguro de discernir los poderes positivos y negativos, la utilidad y la
inutilidad.
Escucha hijo, es Poimandres que te
habla:
Las fuerzas malignas
ejercitan su siniestra fascinación para separar el bien del bien. Quien no es
fuerte sucumbe, arrastrado por los lazos que ligan su alma a las cosas pútridas
y a los sentimientos que vinculan la materia a las formas.
Cuando el corazón se deja herir por
las apariencias, la caída hacia la vorágine de la insatisfacción se vuelve
inevitable.
La fortaleza consiste en ser esquivo
al ejercicio de ciertas aberraciones sutiles que aportan al espíritu angustia y
todo aquello que lo vuelve ensombrecido de desconsuelo.
Cuando la Luz se atenúa en Su
esplendor, entonces es necesaria la máxima atención, porque es señal de que el
mal se opone al bien. El separador es astuto, además de malvado, y abre la
brecha en el momento en que la muralla de la fe se vuelve débil.
Si no estáis atentos y astutos, la
obra del divisor alcanzará su fin. Él tiene Sus designios y está resuelto a
alcanzarlos, apoyado sólidamente por aquellos que instrumentaliza y vuelve
esclavos con ocultos quereres.
¡La seguridad nunca debe vacilar!.
Ciertas influencias generan fluctuaciones de emotividad negativas,
fermentando pensamientos de desamor.
La fermentación del odio genera sospecha, duda, falta de reconocimiento
hacia los consejos celestes, en los corazones ya áridos de las almas débiles.
Prudencia y discernimiento: el conocimiento se recibe a través de las
experiencias binarias. La acción negativa (mal) no es fin en sÍ misma, sino
instrumento de conocimiento, el medio que os alivia de la ignorancia del bien,
de la incapacidad de actuar a través de las acciones positivas.
Después de que habéis conocido los valores negativos del odio y perseveráis
odiando, el mal se vuelve fin a sí mismo y no podréis ser, de ningún modo,
justificados.
El desorden psicofísico es inevitable cuando están ausentes los valores de
la corrección y de la fraterna comprensión. La autodisciplina es indispensable
para no fermentar una dinámica mental negativa.
Debéis habituaros a percibir la vida con austeridad espiritual, moral y
material. El desorden y la irresponsabilidad estimulan irritaciones astrales y,
por consiguiente, falta de cohesión espiritual, disgregación y desorientación.
El arte sutil de las fuerzas contrarias mira a hacer emerger turbaciones
psico-físicas, a la exaltación de las sensaciones emergentes del subconsciente
y al ardiente deseo de entrar en contacto con lo oculto o lo desconocido.
El mal hace presa sobre la materia corrupta.
Estas fuerzas pueden ser controladas y vueltas incapaces de actuar si os
predisponéis a una vibración espiritual suficientemente alta e idónea a impedir
que hagan presa sobre vuestro astral.
Os repetimos que estéis muy atentos, porque es verdad que dicen ser
aquellos que, en realidad, no son, para luego proponeros condicionamientos o,
peor, el sometimiento a instintos y prácticas,de todo menos edificantes.
Estas fuerzas pueden ser eliminadas, por nosotros, si el arrepentimiento y
la predisposición del astral condicionado, acontecen en un tiempo breve y con
plena consciencia.
Os repetimos, todavía, cuanto os ha sido dicho: “Un árbol bueno no puede
dar frutos malos”.
“Un árbol malo no puede dar frutos buenos”.
Estad atentos y tened cuidado en discernir bien si no queréis ser presa de
estas oscuras y bajas fuerzas.
Hoara explica:
¡Atentos!. Hay hermanos y hermanos.
Hermanos ligados al ego inferior.
Hermanos ligados al ego superior.
Sus influencias son complementarias.
Los primeros influencian con valores positivos sobre planos superiores
espirituales, sobre las estructuras astrales. Tienen el cometido de facilitar
la sublimación de la materia y de los componentes dinámicos que la custodian.
Los segundos tienen el cometido de ayudar a la ascensión del espíritu que
ha sometido la materia a las leyes del equilibrio, a la obediencia completa a
la sapiencia astral.
La instrucción de los primeros es diferente de la de los segundos.
También el plano experimentativo es notablemente diferente.
Los primeros se dedican a la perfección científica de los dinamismos
materiales.
Los segundos se dedican a la perfección de los dinamismos astrales.
Atentos a no caer en la red de los manipuladores psicológicos que miran a
elaborar de forma diversa relaciones, hechos y acontecimientos, en función
política, usando una metodología sutil con el fin de desorientar, confundir,
suscitar apreciaciones unilaterales del poder, temporal comprendido.
El discernimiento sea vuestro medio de indagación con
el fin de evidenciar el real impulso que empuja a una o a otra parte, de
acuerdo, para poner en circulación a los “nuevos elaborados”.
Existe en lo alto la batalla de Armaghedon, que significa, también, guerra
psicológica determinante para el triunfo del bien sobre el mal.
Algunos institutos, bien mimetizados, tienen el preciso cometido de poner
en circulación revelaciones elaboradas, Fátima comprendida, para justificar
ciertas involuciones degenerativas.
Atentos, pues, y sed como el maestro os ha recomendado de ser: “Astutos
como las serpientes”, aún quedando “Puros como las palomas”.
Conocemos el mal pero practicamos el bien.
El conocimiento del mal nos proviene de la práctica del bien. Sobre vuestro
planeta acaece un procedimiento completamente inverso: el conocimiento del bien
os proviene de la práctica del mal.
La culpa es de este proceder, si todavía hoy andáis a tientas en el
laberinto del dolor y de las disoluciones morales, materiales y espirituales.
Vuestra lenta ascensión evolutiva es debida a la indolencia de vuestra
psique acomplejada por vicios que las experiencias negativas os han propuesto
como método y, a menudo, como ley de vida.
Vuestros ídolos materiales han suprimido todo deseo de vuestro espíritu;
han vuelto su Luz privada de Sus valores sublimes y eternos; sólo sois materia
animada y pobre, porque no habéis sido capaces de volverla móvil, educada,
consciente de ser un instrumento válido para conceder a vuestros espíritus la
alegría de una estancia feliz en el mundo.
INSTITUCIONES
HUMANAS.
INSTITUCIONES DIVINAS.
PREVARICACIONES
INSTITUCIONES DIVINAS.
PREVARICACIONES
Prevaricar “ciertas leyes” innatas en vuestra naturaleza humana, significa chocar con la omnipotente fuerza del Espíritu Omnicreante.
Desconocer los equilibrios básicos que sostienen el ritmo normal de las
cosas creadas, quiere decir no tener consciencia ni de vuestra identidad, ni de
la real identidad de Dios.
¡No poner en práctica cuanto os ha sido concedido por el genio solar
Cristo, quiere decir estar muertos!. La redención es una conquista personal.
Ser redimidos significa la aceptación de la Ley, la práctica, el absoluto
respeto de los capítulos que La componen.
Para esta Ley no existen compromisos o
prevaricaciones. Existe, como humanamente se dice: el error para conocimiento,
pero no la perseverancia en el error. “Errar es humano, perseverar es
diabólico”. ¿Hasta cuando queréis ser diabólicos?.
¿Cuánto queréis esperar, todavía, para redimiros y ser finalmente a imagen
y semejanza de los “Elohim”?.
LAS DISTRACCIONES INÚTILES hacen caer en un cansancio
psicofísico infructuoso y deletéreo para el desarrollo armónico de las
facultades interiores.
Distrae todo aquello que os marchita en la forma, dejando abandonada la
sustancialidad, la funcionalidad de cuanto es útil aprender para liberarse de
los preconceptos que no dan ningún sostén al imperioso anhelo de sentirse
libres y capaces de quitarse aquellas escorias que limitan la actividad de
vuestra real personalidad e influencian negativamente los valores universales
que son innatos en la eterna ley de lo creado.
El tiempo es precioso y las formas rutinarias de ciertas distracciones
infructuosas no lo utilizan positivamente, sino más bien, producen distonías y
apatía por aquello que, más que cualquier otra cosa, debe estar vivo en
vosotros: sustancialidad, experimentación consciente de cuanto os puede
conceder evolución y conocimiento de la verdad.
EL DEMONIO vive, si vivos son los instintos que le dan vida y lo personifican.
El demonio muere, si a él le son opuestas la serenidad de la consciencia y
la virtud del Espíritu Santo.
“El diablo existe, ¿pero en función de qué?”. El
diablo existirá hasta que los hombres tengan más necesidad de él que de Dios;
hasta que los hombres prefieran el odio al amor, el mal al bien, la guerra a la
paz, el egoísmo al altruismo, la injusticia a la justicia. Al diablo lo nutren
los hombres porque aman todo aquello que él ofrece. El diablo es el medio de la
tentación, el medio de la prueba. El diablo no es, ni nunca podrá ser el fin de
nuestra ascensión. Dios es el Fin.
Los hombres pueden quedar, pero no para siempre, sus
súbditos. Cuando los hombres hayan aprendido a tomar al bien en lugar del mal,
serán súbditos e hijos de Dios. Entonces, y sólo entonces, el diablo no tendrá
más razón de existir, porque su función habrá terminado. La elección, si él
debe, o no, existir es sólo nuestra.
¡Recordadlo!. Si el amor es más fuerte que el odio, el
bien más fuerte que el mal, la paz más fuerte que la guerra, el altruismo más
fuerte que el egoísmo, la justicia más fuerte que la injusticia, el diablo
perderá y se disolverá porque ya no tendrá más razón de existir. Entonces dirá:
“He ahí, Señor, son todos tuyos”. Entonces él se volverá el Arcángel del Bien.
TEXTOS DE ESTUDIO
El Arcángel Luz, Lucifer, se rebeló contra Dios por
orgullo. Él es el indispensable polo negativo en la cósmica realidad del
devenir sin fin. Es el colaborador indispensable de Dios sobre planos
espirituales. Tiene la función de presidir a valores relativos y transitorios
de la materia. Este colaborador de Dios hace la voluntad del Espíritu
Primigenio para volver a llevar, a los humanos, a las Leyes de la creación.
Es la conciencia que opera en el nombre de la Justicia
de Dios. Desde el inicio el Arcángel Luz había decretado los presupuestos
ideales de los cuales habrían brotado las cuatro potencias elementales,
organizadoras en el escenario de la manifestación material (fuego, tierra,
aire, agua), tutores indispensables de las plateas de los mundos, en donde se
alternan todos los contrastes decretados por la ley del dualismo en el cual
nace el hombre.
¿De quién se ha servido Dios para probar la integridad
del profeta Job?. ¿Dios puede, o no puede, todo?. En la oración del “Padre
Nuestro” está escrito: “No me induzcas en tentación”; ¿De quien se serviría el
“Padre Nuestro” para inducirnos en tentación?.
¿Cuál es el medio?. ¿Quizás el diablo?. ¿Con qué
permiso el diablo ha tentado a Jesu-Cristo?. ¿Si Dios no hubiese querido, el
diablo lo habría podido hacer?. ¿Si lo hubiera podido hacer sin Su permiso, en
que consistiría la Omnipotencia de Dios?. El diablo da miedo si no se conoce a
Dios. Dios no tiene rivales. Somos nosotros quienes atraemos el valor negativo
o el valor positivo. Es nuestra libre elección.
El Diablo eres tú,
hombre, que siempre quieres arriesgar contra Dios, con el máximo del límite que
te parece consentido.
Después de algún
apocalipsis, te encuentras sólo y desamparado y quisieras despertarte como de
un sueño infernal que tú mismo te has construido.
Hombre fullero,
aventurero de la contienda, que te alejas de la justa aventura del Bien, de la
conciencia, libre y abierta, universal, de su verdadera y eterna patria. Y
quedas prisionero por ser un impávido desobediente.
Al temor de Dios,
antepones el capricho de la espera.
¡Mira!. Si los
elementos de la naturaleza se comportasen como tú, ¿tú, dónde estarías?.
¿Y de qué perdón
querrías aprovecharte?
¡Hombre de cera y de
arcilla!
¡Hombre de orgullo
de paja, que amas el fuego para volverte más inútil que antes!.
Sobre este planeta vuestro existe, desde hace tiempo,
la conciencia adversa que, en verdad, personifica aquello que vosotros
denomináis Satanás, o demonio. El demonio, o Satanás, existe y opera en donde
la dualidad es capturada y vivificada por una conciencia adversa.
Aquellos que están evidentemente entregados al mal y
operan para edificar el mal con el fin del mal, nutren esta monstruosa y
adversa consciencia que en ellos encuentra habitáculo y personificación.
La adversa conciencia es de atávica formación y, aún
no siendo intensamente operante como en un tiempo, todavía hoy la sólida raíz
está entre vosotros terrestres (Caín).
La adversa conciencia edifica las obras en sentido
contrario de como las edifica la justa conciencia. Si la adversa conciencia
mira a predisponer los presupuestos idóneos para provocar la perdición del
prójimo es porque, transmutando el bien en mal, extrae linfa y poder de
personificación con el fin de gozar en el extremo vicio del mal. Es verdad,
pues: aquel que edificando el mal, con el fin del mal, produce los presupuestos
idóneos con el fin de provocar la perdición de su prójimo y en verdad, está
cogido de satánica conciencia.
Aquel que actúa y operando edifica las propias obras
con el fin de provocar destrucción, muerte y tribulación a su prójimo es en
verdad cogido de satánica conciencia.
Aquel que persigue a su prójimo para sacar placer de
su sufrimiento, para gozar de personales beneficios con tal malvada conciencia
es en verdad, atrapado por demoníaca laboriosidad.
De estas conciencias adversas hay muchísimas sobre
vuestro planeta y, no pareciéndolo, también es verdad que estos son los
verdaderos culpables de todos los males que os afligen.
La adversa conciencia, privada de cuerpo pero no menos
operante y más tentadora, es la suma resultante de una actividad cargada de
arte maléfico, mientras la suma de todas las conciencias adversas, privadas de
cuerpo o encarnadas, es la personificación de Aquel que vosotros llamáis
Satanás o demonio. Cuando un ser se deja arrastrar a las debilidades que
caracterizan Su poder, éste se vuelve una fácil presa y un posible habitáculo
de las adversas conciencias, dando a éstas la posibilidad de manifestar su
vitalidad y sus maléficos instintos.
Cuando un ser no se deja arrastrar por las debilidades
que caracterizan su poder y se conserva integro en justicia, amor y verdad,
éste se vuelve un puro habitáculo de la Conciencia Crística, negando así a las
conciencias adversas la posibilidad de manifestar su vitalidad y sus maléficos
instintos.
Aquellos nada pueden hacer contra la Crística
Conciencia y, al contrario, son obligados a sufrir e implorar purificación y
expiación, con el fin de rehabilitar la propia ennegrecida conciencia.
Mientras aquellos que viven con el temor de las Leyes
de Dios, difícilmente, si están arrepentidos y aconsejados, caen en la red de
los malvados corruptores de conciencias, edificadores de perdición.
¡Liberaos, almas de las tinieblas y del mal, y laborad
con la Voluntad del Verbo de Dios si os es querida la salvación!.
Bienaventurado sea quien, por fe, abre la puerta
secreta que conduce ante la Verdad Eterna.
Abrid de comprensión vuestro corazón y haced que este
no sangre de odio y de venganza; no ayuda ser indignos consigo mismos, no ayuda
hacer obra inversa de como impone la Voluntad de Dios.
Contra sí mismos y contra Dios están aquellos que se
obstinan en practicar el arte del mal y no será,. ciertamente, feliz ni justo
el tiempo que les espera. Y yo estoy aquí por esto, para rendiros manifiesto
testimonio de la Voluntad de Dios. Y no serán, como aconteció en el pasado, las
epístolas de exhortación a abriros los ojos y a desatascaros los oídos.
Más bien yo digo, habrá maravillosas obras del
Espíritu en toda cosa viviente, sea esta piedra, sea esta carne.
Y así, como aconteció en el pasado, todavía sucederá
en el próximo futuro el poder de la manifestación de la Divina Voluntad de los
Cielos.
Y yo digo que ningún mortal podrá contar los latidos
de su propio corazón por aquello que sus ojos verán.
Y nadie osará desmentir, ni con el solo pensamiento la
Gloria de la Verdad Eterna de Dios.
Aquellos que intenten profanar la Luz visible del
Pensamiento Creador quedarán eternamente desfigurados en el alma y en el
cuerpo.
¡Ay, Ay!, yo digo a quien nutre el peor de los males
para los días que vendrán.
“ÈS LEY”
Cada cosa debe ascender con las alas del dolor y las
pruebas del conocimiento. Es Ley, hijo, Ley de evolución. Los mundos materiales
sensibles existen por esto, para edificar la conciencia y el despertar del
espíritu, deseoso de vivir las experiencias del bien y del mal, del odio y del
amor, de las tinieblas y de la luz, de la muerte y de la vida. A través de este
sendero el espíritu produce la fuerza consciente de una laboriosa actividad,
para que cada cosa creada retorne consciente a la Idea Creativa, al Origen, al
Pensamiento-Manifestante. Cuando el espíritu se complace en dormir, de buen
grado, en los meandros tortuosos del mal, la materia lo encadena y el dragón de
los vicios lo tortura. La vía de la ascensión es dolorosa, pero si es verdad
que la ascensión es sufrimiento, esto no es imputable al Creador, sino al mal
uso de la humana sapiencia, al vicio de la desobediencia a las Leyes que
gobiernan el normal devenir de lo Creado. Cuando el hombre prefiere elegir el
odio, viene a faltarle el amor y, entonces, el sufrimiento se vuelve inevitable
hasta que no haya concebido el complemento positivo. La Luz Cristica ha llevado
al mundo la Verdad para una ascensión feliz; a los hombres les ha sido dada la
Ley del Real Conocimiento. Si el hombre prefiere el mal, es inevitable que la
justicia se anteponga al amor, con el fin de que venga reprendido y
dolorosamente despertado al Bien.
El Padre nos deja
ir, dispersar, alejar, y calla.
Nos deja madurar la
semilla del sufrimiento, nadar entre las insatisfacciones, seducidos por el
enemigo invisible, envueltos en el fango como si fuese ungüento precioso, hasta
que Su Gracia nos rocíe con las más repugnantes amarguras para inducirnos a
buscarLo.
Tú que das por
maestro el dolor y golpeas para curar, nos pruebas hasta la muerte para no
dejarnos morir sin ti.
No creáis posible la anulación completa de la
involución, sino proponeros creer y querer, con resolución y con fuerza
operativa espiritual, en la inmediata y también posible metamorfosis del
movimiento involutivo.
Si el movimiento involutivo es mal, no considerarlo
tal antes, puesto que de tal movimiento se despierta en nosotros la
sensibilidad de la conciencia y, por consiguiente, la concepción del movimiento
evolutivo.
El movimiento involutivo es impulso-causa, la sensible
vibración del hipersensible conocimiento. Sin éste la concepción quedaría en la
inmovilidad inconsciente.
Por tal razón existen específicos movimientos
involutivos que, si, aún, tales nos parecen a nosotros, son necesarios para
determinar el progresivo conocimiento de la evolución.
Es, también, verdad que nosotros somos, pero todavía
es más verdadero que el principio de nuestra existencia será siempre un
movimiento involutivo de lo manifestado y de lo no-manifestado, del
inconsciente y del consciente, pero el poder de una inmediata metamorfosis es
innato en todos nosotros.
Puesto que el movimiento de lo no-manifestado
consciente - hipersensible y el movimiento de lo manifestado
inconsciente-sensible están en contínua obra, entre ellos, acontece que tal
obra produce una racional y metódica evolución del conocimiento.
Por lo cual, aquello que nosotros llamamos mal, no es
otra cosa que una manifestación temporal del efecto contrario de aquello que
nosotros, inmediatamente, juzgamos justo, bueno y consciente.
Es pues verdadero que la involución y la evolución
operan para un mismo fin y para un mismo plano: “Conciencia”.
Si queréis ser libres, convenceros de no poseer nada,
no dejaros coger por la fascinación posesiva y egoística de aquello que muta y
desilusiona.
En el viaje de retorno, el desapego de aquello que
creíais poseer es duro y doloroso y os atará, por mucho tiempo, en la oscuridad
del sensible material.
“HABÉIS PERMANECIDO
ANIMALES”
No habéis asimilado y desarrollado la mejor parte del
injerto genético: “¡El discernimiento!”.
Vuestros instintos materialistas no se han alineado al
progresivo desarrollo de la inteligencia. Usáis vuestra inteligencia para fines
más negativos que positivos. Más destructivos que constructivos. No habéis
conseguido disociaros de los instintos de las actitudes de los espíritus
colectivos de los que provenís.
Pero, ya que ignoráis el proceso de cuanto la Idea
omnicreante manifiesta, os escapa por falta de “discernimiento”, la imitación
con instintos, actitudes, movimientos y deseos de aquella especie animal, que,
en cada ser humano se personifica y evoluciona.
¡Esta es la verdad!
Recordaros
bien: el hombre está en el vértice de la pirámide de las especies animales
realizadas sobre el plano evolutivo. Es fácil individualizar, en el hombre, las
características del animal que personifica.
PROFECÍA SOBRE LA
SEGUNDA MUERTE
Todo vendrá purificado y todo resurgirá a nueva vida.
El mal será derrotado y sus partidarios encerrados y atados en un grumo de
primitiva materia, en un denso mundo, en donde recomenzarán las debidas
experiencias para aspirar a alcanzar el punto ascensional, el despertar de la
segunda muerte. Así está escrito para el Árbol de la Vida de este planeta.
La comunión del espíritu con la carne, de la energía
vivificante con la naturaleza corruptible y mutante, debe estar siempre activa,
presente en constante y armónica convivencia.
El eterno y el mortal no deben, en ningún caso,
separarse en los valores que los unen para experimentar, adquirir y realizar el
supremo conocimiento del porqué del existir.
El espíritu es conocedor de la verdad, pero no lo es
la carne hasta cuando no habrá vencido sus debilidades y no se haya sublimado
como oro fino. La conciencia, colaborada por las virtudes eternas benéficas del
espíritu y de la sublimación de la carne, se vuelve fuerza divina: se vuelve
Amor Crístico.
MUTANTES
“Yo, Poimandres,
quiero que los Angeles vivientes
vuelvan a adquirir la memoria que han perdido.
Yo quiero que vuelvan a ser conscientes de sus
verdaderos origenes”.
En la tensión de mi
alma, tengo alegría de liberar algunas síntesis de las revelaciones vividas a
tu lado, el Blanco y el Negro, el Consolador de las conciencias, el Cofrecito
secreto e impenetrable del Sello Divino.
Tantos han creido
poseerTe y ser poseídos por Quien estimula y consuela, y de sustituir al
Designado del Cristo: “Yo
quiero que él quede hasta que yo retorne”.
Escribo junto a Tu
verbo, sublime Maestro, hablo de Tu Amor, que nunca, en otro lugar, podré
volver a encontrar. Tú me has vuelto a llamar a los secretos del Espíritu que
ya había vivido en los tiempos ancestrales, en la consciente vibración de un inicio
sin retorno.
Esta memoria pasada,
está latente.
Puede ser estimulada
y volver al recuerdo durante nuestras experiencias cotidianas, ayudada por
músicas, olores, panoramas, estados psíquicos o vibracionales que la hacen
volver a aflorar. Es a nosotros saber comprender y dar a aquel momento fugitivo
la importancia que se merece.
Todavía mejor y con
la máxima limpieza, podemos revivir escenas enteras , durante nuestros viajes
astrales, en el sueño.
Es así como
recordamos nuestras vidas paralelas,
que en astral residen en la dimensión de los mundos paralelos. Para el Planeta
Tierra es el cinturón Van Allen. Veamos lo que nos explica Ali referente a
aquello que sucede después de la muerte del cuerpo físico:
"La entidad espiritual, inmediatamente después de
la muerte del habitáculo físico, es atraída hacia lugares, o metas, en donde
hay existencias emocionales opuestas a aquellas asimiladas durante la
experiencia existencial bio-física-psíquica.
Estos lugares, o metas, proponen a la entidad las
condiciones ideales para poder cribar el propio grado evolutivo y ejercitar una
actividad autocrítica, de purgación, con el fin de conocer los errores y
quererlos modificar para un mejor conocimiento evolutivo.
La atracción de la entidad espiritual hacia los mundos
paralelos está en relación con la evolución que ésta ha realizado.
Las leyes son férreas e intransgredibles y, ésto,
hasta el agotamiento de los efectos que la entidad espiritual ha acumulado
durante la experimentación sobre el plano físico.
Esto, para todas aquellas entidades espirituales que
tienen graves defectos que modificar:
Por cuanto se refiere a los espíritus evolucionados
que han conducido, positivamente, la vida pasada o por aquellos que están en
misión, las vidas paralelas tienen un bien diferente significado".
Adoniesis
especifica:
"Servirse de una vida paralela significa alcanzar
conocimiento de hechos y acontecimientos experimentados y que hacen parte del
eterno presente. Cada acto, imagen, palabra, acción negativa o positiva, quedan
dinámicamente indestructibles, siendo parte de la memoria y de la omniscencia
de la suprema Inteligencia de la Luz Creatíva.
Es posible que dos espíritus en evolución paralela
(espíritus gemelos) entren en perfecta sintonía sobre planos astrales para
intercambiarse, recíprocamente, conocimientos experimentados.
Es posible, también, una compenetración astral y la
simultanea identificación evolutiva paralela de dos identidades espirituales en
una.
Específico: compenetración astral y no física, la
diversidad de estos dos aspectos es sustancialmente diferente.
También es verdad que el acercamiento de los dos
valores paralelos produce la sensación realista de ser el uno y el otro, en una
misma cosa".
B no puede entrar en sintonía astral con A y A no
puede entrar en sintonía astral con B.
Esto por la diversidad de los valores negativos
experimentados y puestos sobre el plano positivo (conocimiento). Es posible, y
esto en casos excepcionales, que Y asuma el cometido de programar X, estando
éste predispuesto a la aceptación del programa operativo. En este caso
particular, será Y, o A, a atraer sobre su plano astral a X o B. No es posible
el procedimiento inverso.
El mutante es un genio cósmico astral. Depende
directamente de los "Elohim". El puede programar un ser humano y
servirse de éste hasta cuando el programa responde a determinadas
solicitaciones y especificos comportamientos.
El mutante puede, en casos excepcionales, programar e
instruir un cuerpo físico suyo sirviéndose de una mujer con características
físicas, psíquicas y espirituales particulares. Él escoge y establece los
medios y el tiempo.
Además de gozar de esta mutabilidad y de orbitar sobre
planos de la conciencia cósmica, los mutantes son conscientes de su
inmortalidad.
Poseen el poder de la alquimia física y astral y lo
ejercitan cuando lo consideran justo y oportuno.
Difícilmente tiene más de un hijo varón. Normalmente
sólo uno hereda su genética, si tienen más de un hijo.
Conocen el poder de la “deidad” y la causa que lo
determina. Pueden, si lo consideran necesario, transmitir a otras personas,
sondeadas y consideradas idóneas, algunos privilegios suyos. Tienen a su
disposición una potente milicia visible e invisible.
¡El mutante tiene plena conciencia de todas sus vidas
paralelas!. Él no puede morir ni siquiera deseándolo, porque su patria es la
eternidad. Él es el hombre dios, realizado a través de la unción del Espíritu
Santo.
Mutante quiere decir estar en el mundo y no ser del mundo.
Mutante significa poseer la capacidad de mutar estado
y dimensión física sin, por ésto, perder la conciencia de haber sido y de
llevar en el ego inmortal las experiencias vividas y los programas a
desarrollar después de acontecido el mutamento.
¡El mutante es el ángel custodio de muchísimos
espíritus vivientes, el consolador de cuantos aspiran a volverse dioses!.
“Las entidades astrales mutantes están en dependencia
directa de los Elohim” (Idea OmniCreadora). Los Elohim se pueden definir
“Genios Cósmicos”, puro espíritu de la fuerza OmniCreadora (Espíritu Santo).
PERSONIFICACIÓN
Mutantes: personalidad que en cada encarnación
manifiestan determinados programas y poderes que poseen de su identidad
espiritual.
Un mutante puede, en virtud de la orden recibida,
escoger un sujeto humano y después de haberlo escrupulosamente cribado,
preparado e instruido proponerlo a su personificación, concediéndole
particulares atributos que él posee.
También los Elohim, en casos particulares, pueden
recurrir a la personificación, escogiendo el sujeto que Ellos mismos crean en
el vientre de una mujer elegida, programada para concebirlo y parirlo para ser,
cuando lo consideren oportuno, Su habitáculo sobre el plano tridimensional. En
este solo caso es posible la “Cristificación” o total deificación.
En este único caso adviene la personificación del
Genio Cósmico, de la Idea y del Espíritu Omnicreante.
Los mutantes, aún no poseyendo la totalidad de los
atributos particulares de los Elohim, como el de crear forma y sustancia, recurren
si es ordenado, a personificarse en un sujeto adulto o niño, de sexo masculino
o femenino, que tenga la genética G.N.A. como valor portante.
El sujeto que personifica un mutante, a menudo y casi
siempre, es llevado a reconocerse tal cual con el personificador, comportándose
así como es en la naturaleza espiritual del mutante. Esto es debido al hecho de
que el sujeto entra en perfecta simbiosis con las frecuencias del pensamiento y
de la acción del mutante.
Todo espíritu evolucionado se rodea y cumple el propio
programa, con espíritus fraternos que pueden asumir cometidos gratos y no
gratos.
¿Pero cómo puede considerarlo nuestra lógica?. ¿A
quién le es permitido aproximarse y tocar, abrazar o matar un mutante, si no a
aquellos que le están cerca en el espíritu?.
Así ha sido para Jesús y Judas.
A lo largo del curso de la historia, casos de
“personificación” de mutantes ha habido muchos y no todos con éxito.
En el gran pasado, todavía antes del evento crístico,
se verificaron hechos de este tipo, como signo preparatorio de las revelaciones
verificadas luego.
Son muchos a preguntarse si María, la madre del
Maestro de los Maestros, Jesús, no fue otra cosa que un habitáculo elegido y
programado por los Elohim, los Cuales quisieron la concepción de un cuerpo que
Ellos mismos crearon en su vientre para, luego, ser el medio físico de uno de
ellos: Cristo.
Si fue así, también, la metodología usada con
Elisabet, Madre de Juan Bautista, y si no fue la metodología usada por los
mutantes para hacerse personificar por todos los sujetos, vueltos luego los
Apóstoles de Jesu-Cristo, o por los profetas de todos los tiempos.
Personificar quiere decir entrar en perfecta simbiosis
con el ego superior o con una entidad mutante, no significa ser el
personificado.
Está justificado que el personificador tenga la
sensación de ser el personificado y esto a causa de la perfecta sintonía
instaurada entre el programado y el programador, entre el Ego inferior y el Ego
superior, entre el Astral y el humano.
Yo me siento ser aquel que él es y ha sido, porque
asimilo plenamente su conciencia, su conocimiento, sus valores morales y
espirituales, su omnisciencia, su ciencia cósmica y todo cuanto hace parte de
su naturaleza multidimensional.
Yo soy libre cuando no es solicitada mi disponibilidad
para devenir su palabra, su acción y el fiel intérprete de sus deseos. Soy
libre en la elección de servir, o no, pero puesto que conozco, muy bien, a
quien sirvo y el por qué, no llegaré nunca a no desear ardientemente servirlo,
sentirme parte inseparable de su inmortal naturaleza, de su deidad y de sus
divinos atributos.
Bharat, Hermes, Juan el evangelista, Bruno, Rasputin,
Cagliostro, son siempre él, el mutante, en diferentes misiones, Yo sólo soy uno
de tantos medios elegidos, idóneo a servirlo en este tiempo.
A menudo soy llevado a hablar en primera persona,
porque es irresistible el conocimiento de estar en él y él en mi, como si
fuésemos una sola cosa.
Los atributos que, a menudo, me concede son
extraordinariamente increíbles, insondables para la inteligencia humana.
A menudo mi espíritu viaja con el suyo, tocando cimas
de sublime conocimiento, de incomparable belleza. Veo y oigo cuanto el ser
mortal no puede ver y oír. Por esto he dado, sin límites y sin condiciones, mi
vida, aún sabiendo hacia lo que me encaminaba.
Hoy, más que ayer, comprendo los sufrimientos y el vía
crucis de otro personificador de nombre Jesús.
Poder dar generosamente las celestes gracias sin
hacérselo saber a nadie, ni siquiera a aquéllos destinados a gozar de tales
gracias, se vuelve cada vez más difícil, también entre aquéllos que están
iluminados por la verdad.
Es necesario dar cuenta de los deseos del Padre, aún
cuando es el Padre quien decide que Sus divinos dones deben recibirse en
silencioso secreto. Ignorar estas prerrogativas divinas del Dios viviente
quiere decir no haber comprendido la naturaleza de este sumo y celeste
benefactor.
Es verdad que si deberé retener, para hacer morir
cuanto anhela mi espíritu, por amor del Señor, para satisfacer los humanos
prejuicios o por secundar complejos de naturaleza involutiva de la mente
humana, es también verdad que mi sufrimiento por la retención sería más fuerte
que la alegría del dar.
SOLDADO DE DIOS
Si decís que no me veis a Mi, sino aquello sobre lo
que manifiesto mi Inteligencia Cósmica, habréis dicho, sin más, la verdad,
puesto que Yo estoy en el interior, despierto, complacido de tener a mi
servicio todo lo necesario para la temporal estancia en esta dimensión.
He estado más veces, y en diferentes épocas, en esta
morada del inefable y eterno Señor mío, y todas las veces he sido perseguido y
matado por la fiera humana, privada del Divino Conocimiento.
Siempre he llevado un orden de paz, de amor y de
justicia por la Santa Voluntad de la Luz deificante. Es, humanamente, triste
recordar, pero para un “mutante” es cosa normal que esto haya sucedido y pueda,
todavía, suceder.
Los hombres eternos, deificados, conocen los ocultos
secretos de la vida y de la muerte y a estos les es concedido conocer los
arcanos que a ninguno de los mortales es dado conocer.
El “mutante” tiene tantos rostros, tantas figuras,
diferentes obras que cumplir, diferentes funciones, diferentes vidas,
diferentes destinos, pero es siempre él, consciente de ser aquél que es:
“soldado eterno de Dios”. Él es plenamente conocedor de aquello que representa
en el espacio y fuera del espacio,
en el tiempo y fuera del tiempo.
Su poder es el de reproducirse a sí mismo con otro cuerpo, con otro
semblante, en otra vida y en otro mundo, en otro universo en donde sea necesaria
su presencia, su obra para que siempre esté presente el
arcano del Creador.
La torre de San Leo, el Neva, la hoguera y el hoyo cubierto de tierra: pero
él está siempre y tal quedará porque es eterno, porque es “mutante”, porque es
soldado de aquél que es.
Para él, la muerte es una fascinante realidad de la verdadera vida, un
retorno a la real libertad y no la teme, no lo espanta, no lo aterra.
¡Él sabe!
Él sabe que la muerte no existe y que vive en el eterno presente.
Había propuesto, al inicio del capítulo,
la meditación sobre la posible Realización, para cada uno de nosotros.
Recordarse, volver a encontrarse a si mismo en el pasado. Un pasado que se
refleja en el futuro y que sólo desea vivir en la aureola del eterno presente,
disponible en el reconocimiento y el servicio de la propia personalidad hacia
la economía creativa del Cosmos. Las reglas nos han sido ampliamente sugeridas
por los Maestros Celestes y de ellas hemos hablado tanto.
Ahora deseo proponer
un ejemplo elevado, una meditación sobre diferentes manifestaciones programadas
por un mismo Espíritu Conductor, según los diferentes momentos históricos de la
humanidad terrestre y los por qués. ¿Qué liga a los diferentes personajes
coronados bajo el nombre de Bharat, Hermes, Juan, Bruno, Cagliostro, Rasputín,
Eugenio?. Probemos a reconducirlos, uno a uno, hacia la proyección concluyente
en este momento particular de la historia humana y del planeta tierra, en el
tránsito a la 4ª dimensión.
Es justamente, en este período de
fines del 1800 y comienzos del 1900 que la humanidad, con la revolución
tecnológica, ha tenido el poder de destruir los equilibrios materiales del
planeta, pero sobre todo el equilibrio psíquico y genético.
Antes de esta
“elección de destino” las dos personalidades de Cagliostro y Rasputín, en
occidente y en oriente, dos lugares en donde se podía decidir la suerte de la
humanidad, han intentado la redención a través de los principios de Libertad,
Igualdad, Fraternidad.
Cagliostro, en el ambiente cultural
europeo, quería restablecer los ánticos principios Herméticos aboliendo las
diferentes corrientes Masónicas.
Pero fue enfangado y desnaturalizado
el consejo, transformándolo en revolución materialista.
De él nos queda el Memorial que
explica, claramente, las características del “Mutante”.
DEL MEMORIAL DE CAGLIOSTRO
Yo no soy de ninguna época, y de ningún lugar; más allá del tiempo y del
espacio, mi ser espiritual vive su eterna existencia y si me sumerjo en mi
pensamiento rehaciendo el curso de los años, si proyecto mi espíritu hacia un
modo de vivir lejano de aquél que vosotros percibís, yo me vuelvo aquél que
deseo.
Participando conscientemente en el ser absoluto, regulo mi acción según
lo mejor que me circunda. Mi nombre es aquél de mi función y yo lo escojo, así
como escojo mi función, porque soy libre; mi país es aquél en donde detengo,
momentáneamente, mis pasos. Poned la fecha de ayer, si queréis o
consiguiéndolo, la de mañana o del pasado, por el orgullo ilusorio de una
grandeza que no será, quizás, nunca la vuestra. Yo soy aquél que es.
Libre y maestro de la vida sólo pensé en emplearla para la obra de Dios.
Sabía que Él confirmaba mis actos y mis palabras, como yo confirmaba Su nombre
y Su dominio sobre la tierra.
Yo no he nacido de la carne, ni de la voluntad del hombre, he nacido del
espíritu.
Mi nombre, que es mío, aquel que escogí para aparecer en medio de vosotros,
he aquí lo que reclamo. Aquellos que me han sido dados a mi nacimiento o
durante mi juventud, aquéllos por los cuales he sido conocido, son de otros
tiempos y lugares; los he dejado, como dejaré mañana los vestidos pasados de
moda y ya inútiles.
Pero he aquí: soy noble y caminante, yo hablo y vuestras almas atentas
reconocerán las ánticas palabras, una voz que está en vosotros y que callaba,
desde hace mucho tiempo, responde a la llamada de la mía; yo actúo y la paz
vuelve a vuestros corazones, la salud a vuestros cuerpos, la esperanza y el
valor a vuestras almas. Todos los hombres son mis hermanos, todos los países me
son queridos, yo los recorro por todas partes, para que el Espíritu pueda
descender de un camino y venir hacia nosotros.
Yo sólo pido a los Reyes, de
quienes respeto el poder, la hospitalidad sobre sus tierras y, cuando ésta me
es concedida, paso, haciendo, en torno a mí, todo el bien posible; pero no hago
más que pasar. ¿Soy un noble caminante?.
“Como el viento del Sur, como la resplandeciente luz
del mediodía que caracteriza el pleno conocimiento de las cosas y la comunión
con Dios, así yo voy hacia el Norte, hacia la niebla y el frío, abandonando por
doquier, a mi paso, alguna parte de mí mismo, gastándome, disminuyéndome en
cada parada, pero dejandoos un poco de luz, un poco de calor, hasta cuando yo
no haya por fin llegado y establecido al final de mi carrera:
entonces la rosa
florecerá sobre la cruz.
Yo soy Cagliostro”.
En Rasputín, además de tener estos mismos estímulos con una simplicidad menos cultural y más apropiada al lugar, se añade una serie de profecías que poco difieren en grandeza del Apocalipsis de Juan. Como dijo Eugenio, son aquellos rótulos de conocimiento que Juan engulló, puesto que no era el momento para divulgarlos. Son clarísimos en la exposición de cuanto de más catastrófico está sucediendo en este fin del 2000. El mismo Grigori dijo: “Esto acontecerá antes de que nuestro siglo esté a su fin”. Esto es increíblemente semejante a cuanto profetizó la Virgen de Fátima un año después del asesinato de Grigori Rasputín.
A esto sigue el inicio de la
elección de la humanidad hacia la autodestrucción.
Trataré en el 6º capítulo la obra de
Eugenio sobre ésto, comprendida la más importante revelación para la humanidad
sobre la realidad de la vida en todos los sistemas solares y de los múltiples
hermanos planetarios, en misión sobre nuestro planeta con el rasgo de la
fraternidad Universal en el macrocósmico cuerpo del Dios Viviente.
En estos últimos años, he realizado
actividad de divulgación en S.Petersburgo y varias ciudades de las
ex-repúblicas soviéticas y me ha hecho feliz constatar que la luminosa y santa
vida de Grigori Rasputín (de quien he estado particularmente cercano hasta ser
matado dos años después de él) ha sido resumida en aquello que ha quedado en
varios archivos secretos. Incluso su asesino, el Principe Yussupof, deja
testimonio de haber preguntado a Rasputin de quien había recibido estos
poderes: “De los hombres verdes”, fue la respuesta del hombre que, varias
veces, le había salvado la vida.
Y no puede pasar sin importancia la
profecía del Papa Juan que dice:
“Hoy, del río finalmente ileso, sale
el cuerpo del Monje Santo, y sus hijos secretos, orando, en el arca se
contarán”.
El “Cuerpo” de su verdad ha salido a
la luz; los hijos de la Verdad están a la obra; las arcas que no conocerán las
aguas, surcan nuestros cielos. El retorno de los Atlantídeos espera a los
Ancestrales Padres.
Giordano Bruno había hablado de la
pluralidad de los Mundos Habitados y fue quemado en la hoguera para el triunfo
del Engaño, utilizado por el Humano Poder Temporal.
Bruno, Cagliostro, Rasputin, fueron
matados, y la misma suerte estaba para suceder a Eugenio en 1978, pero la
voluntad Divina tenía otro programa, aquel determinado por el Cristo cuando
dijo a Pedro: “Yo quiero que él quede hasta que Yo retorne” (Juan. 21‑22), para
cumplir cuanto había dicho, todavía, antes (Juan 16‑7/13) “Muchas cosas tendría aún que
deciros, pero por ahora no sois capaces”.
Y aquí estamos en conexión con la
Obra de Juan Apóstol, consecuencia luminosa de Hermes, el Mensajero del Padre,
cuya síntesis referiré en el IV capítulo.
Me limito a considerar la semejanza
de la “Creación”.
Dice Poimandres a Hermes:
“Yo soy, la inteligencia, tu Dios que precede a la naturaleza húmeda salida
de las tinieblas y el Verbo Luminoso que emana de la Inteligencia es Hijo de
Dios.
Aquel que en ti ve y entiende es el Verbo, la Palabra de Dios; la
Inteligencia es el Dios Padre. Estos no están separados porque la unión es su
vida”.
“Los Elementos de la naturaleza han venido de la voluntad de Dios que,
habiendo tomado al Verbo y en él contemplando el mundo bello, los imitó y
construyó el mundo con elementos tomados de sí misma y con gérmenes de almas.
La Inteligencia, el Dios varón y hembra juntos, que es Vida y Luz generó
mediante el Verbo, otra Inteligencia creadora, el Dios del fuego y del espíritu
que formó, a su vez, siete ministros que encierran en su círculo al mundo
sensible y su gobierno llamado Destino.
El Verbo de Dios se alzó enseguida de los elementos inferiores en la pura
creación de la naturaleza y se unió al pensamiento creador puesto que era de la
misma esencia”.
Juan dice:
“En principio era el Verbo y el Verbo estaba cerca de Dios y el Verbo era
Dios, Él estaba en principio cerca de Dios.
Todo ha sido hecho por medio de Él y, sin Él, ni siquiera una de las cosas
creadas ha sido hecha.
En Él la vida era la luz de los hombres. Y la Luz resplandece entre de las
tinieblas: pero las tinieblas no la han recibido”.
En el remoto tiempo de la Sabiduría, yo tuve otra personalidad y otro
nombre y mi cuerpo que fue, todavía no es ceniza, puesto que éste yace en la Quinta Rosa del Gran Templo de la Ancestral Sabiduría con tal
escrito: Bharat.
Ahora han pasado doce mil años y en este tiempo que es
el duodécimo de mi alma, se desata aquello que estaba atado por la Altísima
Voluntad del Gran Colegio de Dios y bien yo digo en este tiempo, porque yo bien
recuerdo: es este tiempo del Séptimo Crecimiento del Aura humana y, también,
del Aura del mundo. El tiempo es número, y este está a las puertas de esta
enfermiza generación humana.
Y yo digo en verdad: acontecerá aquello que aconteció,
dado que el duodécimo Rayo del Soplo Divino tenga que vivificar la Luz tomada
de las tinieblas, para que la humana gente tenga que sentirse hermanos y
hermanas, hijos e hijas de la Luz Eterna de Dios. Y yo digo: ahora es el tiempo
de la Obra del Espíritu y también es tiempo del nuevo camino de las cosas
creadas y puesto que yo bien recuerdo tales enseñanzas, yo digo todavía:
Vigilad, ahora más que nunca, para que podáis poner
las alas de fuego y podáis abrir la nueva y gran puerta que conduce más allá
del tiempo y más allá del espacio de los terrenos conocimientos.
Tal es el querer y querer mío no es, ya que soy yo el
Uno y soy también el Otro en una misma cosa, en el pasado, en el presente y en
el futuro del tiempo de los tiempos.
Ahora yo, todavía, digo: conviene meter en nuestra
aura buenas obras y también buenas ideas, para que ésta tenga que expandirse en
el gran ciclo como sagrado aceite purificador y así operando no tenga que
volverse, todavía, más pesada que el plomo y semejante a la cicuta.
“Esto yo digo y conviene que esto sea hecho”. Y puesto
que yo bien recuerdo tal gran, verdadera enseñanza de la ancestral tierra, que
ahora ya no existe por desobediencia, os digo: