CAPITULO VII
EL AMOR VIVIFICANTE.
Realizarse en Dios quiere decir volverse contenedores conscientes, conocedores de deberLo servir sin límites ni condiciones, predispuestos a hacer emerger la parte positiva de la propia personalidad, que es la parte evolutiva de todos los valores experimentados.
Carta de despedida a los estudiosos.
INDICE
Sublimación
y Proyección
He viajado, he
dormido, he vivido una vida, hecha de tantas vidas de experiencia y
laboriosidad al lado de Eugenio.
He participado en
las vibraciones que desde su personalidad emanan de todas formas, cuando habla,
cuando aconseja amorosamente o reprende con severidad y cura el alma
exorcizando en silencio; cuando tocaba el órgano las notas de Shangrilá, el
primer paraíso perdido o cuando lee a Poimandres y nuestras almas vienen
acunadas por la luz dorada creativa, sin estar nunca cansado, desde la mañana
hasta avanzada la noche, para dar cuanto ningún otro habría podido dar, con el
ejemplo de una vida de infarto.
Precisamente este
celo lo ha llevado verdaderamente a tener el infarto, hecho físico permitido
por la Voluntad divina, pero sólo para mutar su disponibilidad, siempre
dispuesta a encuentros ocasionales, al teléfono, pasando de un argumento a otro
con o sin ayudas o traductores, humano y transcendental, leyendo en el
pensamiento y en las vidas pasadas de todos nosotros; de decisiones inmediatas
pero atentas, ordenado, elegante, de un hombre que nunca fué humano, porque
Eugenio murió el 25 de marzo de 1952, compenetrado por la Personalidad de que
hablamos.
Percibía en lo
íntimo de mi interior que anticipaba los pensamientos, las acciones, los hechos
futuros, muchas veces incomprendido tanto antes como después, y a menudo estaba
presente en astral, al mismo tiempo, a más personas, porque en aquella
dimensión era diferente, como un rayo de Sol deslumbrante.
Y algunos fenómenos
extraordinarios también los habían vivido los familiares como uno, irrepetible,
por el hijo Franco cuando, sobre el Etna vió que el padre se había “encendido” y se puso a gritar:
“¡Socorro,
socorro mi padre arde!”.
Era una transfiguración, un visible desplazamiento sobre el plano astral.
Dice Poimandres a
Eugenio:
“Hijo, dirige la mirada hacia donde está el vacío, allí hay otro gran misterio de lo Creado, allí también está aquello que
ninguno de los vivientes en carne y sangre puede, jamás, ver y conocer. Sé
prudente y de ésto te doy grave advertencia de no hablar, jamás, de todo
aquello que percibes en lo secreto de lo invisible”.
Cuando el Señor se complace en poner en mi espíritu la
Luz de la Conciencia Universal, mi vida se vuelve una multitud de vidas.
Es semejante a una cepa que, despojada de cada cosa,
readquiere la fuerza de realizar todos sus racimos y sus racimos todos sus
granos de uva.
De tal modo me siento, el Uno en el Todo como las
cosas del Cielo. Cuando, en tal modo, siento vivir la vida, no estoy ni vivo ni
muerto, pero soy como todas las cosas que están en el regazo a la Luz Eterna.
Tal incomensurable bienaventuranza tomo por divina
concesión, y en ella mi espíritu se inunda con profundo deleite. En tal modo,
mi espíritu pone las alas de Luz y, recorriendo las vías de los cielos,
comprende aquello que la conciencia terrena pone en lo incomprensible. El
cuerpo y el alma, quedando solos y estremecidos por la espera, fijan las
fuerzas en la profundidad de las cosas creadas, desatando la atadura atávica de
las conciencias y capacidades.
Eugenio, solía, a
menudo, recordar la frase del Evangelio Cuando quieras orar, entra en tu
habitación, cierra la puerta, ora al Padre tuyo que está en lo secreto...” (Mateo 6‑6).
Y nos decía:
"Esforzaros en descubrir aquello que está en vuestro secreto. Aquello que os ha sido dado, debeis descubrirlo; debeis hacerlo vuestro a toda costa.
"Esforzaros en descubrir aquello que está en vuestro secreto. Aquello que os ha sido dado, debeis descubrirlo; debeis hacerlo vuestro a toda costa.
Cada uno debe esperar que el propio rosal de la
Eternidad florezca en la Luz del Padre Omnicreante.
¡Evitad morir por segunda vez, porque produce
sufrimientos inimaginables!".
El Evangelio no es una enseñanza para la resignación,
sino para la lucha, para la acción. Es la ley del Espíritu, la ley del Dios
viviente, que debe ser realizada en la conciencia de cada hombre.
Realizando la verdad que este contiene y poseyendo la
sublime luz, donde quiera que os encontréis, aún en el infierno, podreís gustar
la armonía de lo creado y del Creador, y sentiros en el Paraíso.
Es la verdad que os hará libres de todas las blasfemas
ilusiones que ofuscan vuestras mentes y vuestros corazones.
En este mundo estáis todos en la escuela para
aprender, estudiando los valores complementarios que instruyen y determinan la
realización consciente del devenir eterno del cosmos.
No os resignéis a sufrir el mal, sino luchad para
superarlo, para que el bien triunfe en vuestras conciencias y se realice en
vuestros espíritus el conocimiento de la verdad eterna.
Dios ama ser servido con coraje, los tibios serán
vomitados de Su boca. Dios no ama a los perros mudos, sino aquellos que ladran.
Si quisiéramos
considerar su obra desde el punto de vista humano, sería imposible. Siempre
disponible, incansable, listo.
Y repetía siempre: "Te doy gracias Padre, que me haces sufrir, porque tú bien has
dicho - es sufriendo como Me sirves mejor- Hágase pues Tu voluntad."
"¿Y cuál es el límite del sufrimiento?".
"Cuando habrás dado todo ti mismo, habrás hecho, simplemente, tu deber. La felicidad se conquista con el dar, se pierde con el poseer. Cuando comenzaréis a comprender que, en verdad, no poseéis nada, ni siquiera a vosotros mismos, entonces comenzaréis a salir de la espesa jungla de la primitividad".
"¿Y cuál es el límite del sufrimiento?".
"Cuando habrás dado todo ti mismo, habrás hecho, simplemente, tu deber. La felicidad se conquista con el dar, se pierde con el poseer. Cuando comenzaréis a comprender que, en verdad, no poseéis nada, ni siquiera a vosotros mismos, entonces comenzaréis a salir de la espesa jungla de la primitividad".
Alguno ha pensado
que serían las enseñanzas que deben hacer
avanzar, madurar, mientras siguen tales, desde el inicio.
Ha pensado que
aquellas bases adquiridas superficialmente, aún si vividas íntima y astralmente
probadas y profundizadas, debiesen luego ampliarse, aclararse por sí solas por
el estudio de la conciencia cósmica. Y, sin embargo, no podían progresar, así
como no lo pueden las verdades eternas, si no profundizamos por nosotros mismos
en la experiencia enriquecedora.
Se ha sido, pues,
superficial, incapaz de concebir.
Y entonces la
cubierta del Secreto Cósmico, del Espíritu del Verbo invisible, los ha vuelto a
envolver entre Sus alas.
Este es el sollozo
del Águila, los estigmas espirituales
del Padre amoroso.
La angustia de mi espíritu y la pena
de mi corazón
¡La angustia de mi espíritu por el vano sacrificio de
Jesús-Cristo, por Su rechazada oferta redentora, por Su inapreciable misericordia!.
La Pena de mi corazón por cuanto veo y siento en esta
loca, sanguinaria, inconsciente generación, muda y sorda a las llamadas de las
potencias celestes, perseverante en los errores y en el obedecer, sin ningún
discernimiento, al maligno, al tentador Satanás, Lucifer y su legión
anticrística. La gran batalla se aproxima a su epílogo y el Padre Glorioso
emitirá Su definitiva sentencia.
Después, el Paraíso prometido en la Tierra lo
heredarán los Bienaventurados, aquellos que Lo han servido porque "verdaderamente"
Lo han reconocido.
Soy testigo del
anhelo, del celo, de la voluntad que siempre prodigaba su amoroso ser, de sus
manos al tomar a todos, en el acariciar a los mansos, en el dar energía vital a
los sufrientes, curando, en el exorcizar a los poseídos.
¡Cuantas veces, en
Valverde, ha explicado a los íntimos el juego de las almas, las burlas y los
asesinos, en el cuerpo, en la mente y en el Espíritu que éstas producen!.
¡Cuantas personas ha
liberado de estas redes, oscuras, de engaño y perdición!.
¡Y con este ejemplo
y con tantas acciones, no fácilmente perceptibles por nosotros, ha bendecido,
vivificado con la caricia del espíritu!.
Y, todavía, ha
enseñado sobre el Amor.
EL AMOR VIVIFICANTE.
El amor que renueva y llena el vacio de aquello que nunca
se ha tenido y siempre deseado tener.
El amor que se da con la esperanza de recoger un rosal
para la propia alma, un rayo de consolación para el propio corazón.
Por eso te das, para vivificar cuanto tu espíritu anhela, desea que nazca y
crezca alrededor de la solitud de tu vida.
El amor paterno, filial, fraterno se funden en un solo radioso bien que
adorna el aliento, el respiro de tu espíritu tendiente y animado a dar
felicidad y a recibirla con la misma fuerza con la que la da.
Esto es amor vivificante, la necesidad insuprimible de sembrar y hacer
crecer el bien que se posee, para luego hacerlo suyo para siempre.
Es este amor el que trasciende y colma el vacío de felicidad y de alegría.
Es este amor que nutre y conforta a los caminantes solitarios que dan sin
pedir nada, pero que en sus espíritus poseen todo el amor de lo Creado.
Junto a la Vía de Juan, de la
revelación y del Servicio Divino, está la explicación de que a cada tribu
corresponde una cierta obra específica, diferentes caminos, diferentes aspectos
que conducen a una única meta, que sean paralelos convergentes, porque de una
única Verdad han sido emitidos y al Uno se retorna.
Más se es consciente y más se
explica con las parábolas de la simplicidad porque no hay otro modo de
comunicar los conceptos de lo invisible, de lo intangible, de la dimensión en
la que si no se es semejante, no hay sintonía silenciosa.
En mi
insignificancia, aquel profundísimo ardor de obrar, partir, dar todo de mí
mismo aunque no me comprendieran,
aunque me criticaran, cada vez más solo, era porque debía
realizarme sólo, para superarme a mí mismo y entrar de lleno allí donde hay
otro punto de vista, aquello que une la más angustiosa tristeza a la sonrisa de
la luz interior, no más atacable por disuasiones.
El
ansia de hacer, todavía, lo que fuera, pero hacerlo... antes de irse.
Hijos queridos a mi Luz, aquello que
quiero deciros es de comprender vuestra temporánea naturaleza.
La causa soy Yo y cada acto vuestro
brota de Mi querer y por fines que Yo mismo determino en el tiempo querido.
Vosotros, dilectísimos, sabéis de
ser Mi voluntad de vivir la vida viviendo en Mi, de cumplir, en el sufrimiento
humano, parte de Mis designios predispuestos por Mi eterna sabiduría creativa.
Para vosotros, Mis queridos hijos
vivientes por Mi voluntad, la casualidad no es vuestro destino, sino el Mío que
vivo en vosotros con todas las facultades divinas y humanas.
Vuestra realidad es Mi eterna verdad
que se manifiesta en este tiempo.
Aquello que vosotros, queridos mios,
sentís inflamar dentro de vuestra naturaleza, que aflora con dulce potencia en
vuestras almas, que se consolida activamente en vuestras mentes, son Mis
valores operativos que se proyectan allí donde Yo estoy, el Uno y el Otro en
una misma cosa.
No dejaros engañar por las leyes que
el hombre ha decretado con su tonta naturaleza involutiva. Vosotros, hijos
Míos, debéis tener siempre presente Mi ley. La ley de la verdad eterna
vivificada y sostenida por un amor que ofrece Mi felicidad y Mi paz sin
condiciones y exenta de humanos y descarnados prejuicios temporales.
Esto quería deciros, hijitos Míos;
comprender vuestra temporánea naturaleza para ser mejores conocedores de
aquello que os tenía destinado, aún antes de que vuestra carne se volviese por
Mí animada y viviente.
Si vosotros, hijitos, estáis en Mí
con divino conocimiento, Yo en verdad os digo: Me manifestaré cada vez más en
vosotros.
Mi Luz esté en vuestros corazones.
El poder de los Arquetipos de crear en astral
las formas a través de la Alquimia
Hermano querido,
El Sagrado Conductor que sostiene y guía tu espíritu es Aquel que guía y
sostiene nuestra obra. Él es el Jefe Espiritual de diversas constelaciones de
nuestro Universo y Su conciencia es Crística.
En este tiempo hemos estado cerca de ti y hemos podido notar la acción de
tus sondeos sobre algunas personas muy cercanas a ti.
En verdad nos alegramos, pero debemos decirte cuanto sigue:
No es, de hecho, necesaria la continua activación del
poder telepático. Después de la activación de los primeros sondeos, por reflejo,
pasan bajo el nuestro, completo, control. Nosotros, a nuestra vez, provocamos
sobre ellos los efectos necesarios, con el fin de conocer su estado
psicológico. Cuando notamos que tal estado es, progresivamente, propicio a ser
más seriamente cribado, hacemos brotar algunas vibraciones de diferente
naturaleza.
Esto te decimos con el fin de aliviarte del esfuerzo al cual estás forzado
a recurrir creando una forma.
No hay reposo para el espíritu del Arquetipo.
Este es la proyección continua de los designios eternos del Espíritu
Creativo.
La verdad no es energía sino aquello
que es, aquel que es del cual
proviene la creación y la evolución (aquello que no es porque es cambiante).
La Verdad, la gran Verdad
Son muchos a buscar la verdad, tantos son aquellos que la quieren servida
sobre una bandeja de oro o plata, tantos otros la quisieran ver brotar de la
masa cerebral o de un viciado razonamiento.
Sería demasiado bello subir en litera, al monte que lleva a la verdad;
sería empresa fácil, pero no encontrarían nunca la verdad.
La verdad ama secar el sudor del amor que busca al
amor.
La verdad no se revela a aquellos que dan sólo una parte de sí mismos, más
bien a aquellos que dan todo de sí mismos, porque saben que sólo con la total
abnegación, la Divina-Luz que está en ellos, se revela.
No es haciendo “bla, bla, bla, bla” que la verdad se revela; es necesario
autorrealizarla en sí, porque este inmenso bien está en cada uno de nosotros y
calla si no la agitamos con el amor y con la renuncia de los excesos y de los defectos,
que desarmonizan y producen sufrimientos.
La verdad se conquista con sacrificio. Este es el precio que se debe pagar
para poseerla: sentimiento de justicia, sentimiento de paz, sentimiento de amor
y de fraternidad. Sólo con estos altos valores la verdad puede ser poseída.
No podéis emprender el vuelo hacia los supremos conocimientos sin antes
macerar vuestra ignorancia.
Sólo después de los necesarios efectos de una causa que aún desconocéis,
entonces la verdad alzará sus brazos y gritará solemnemente: “Ego Sum”.
Entonces, la Luz que vivifica, deifica y vuelve al hombre un dios viviente
semejante al “Generador de la vía, de la verdad y de la vida”, os compenetrará
para ensalzar vuestro espíritu hacia las supremas alturas del Divino
Conocimiento.
La verdad, inmutable y eterna, será vuestra y vuestra será la deidad.
Repetidas veces nos ha recordado que
la metodología Divina nos da las espaldas, recordando que se puede hacer propia
la verdad sólo cuando el maestro nos deja solos. ¿Pero quién jamás ha quedado
solo, de la omnipresencia Divina?.
¿Qué enseñanza o realización nos ha
abandonado nunca, si no hemos sido nosotros a abandonar y dar las espaldas?.
Os he llevado a la cima de la montaña en donde
anidan las águilas. Podéis descender al valle, si lo queréis: no os detendré.
Os he mostrado los valores del bien y aquellos del
mal.
Sois libres de poner en práctica los unos o los otros: no os disuadiré ni
os aconsejaré ulteriormente.
Mi vida ya no está ligada a la vuestra, ni mi espíritu podrá iluminar vuestros
espíritus si caeréis en las tinieblas. No podré hacer nada más que pueda daros
respiro de alivio y de esperanza.
Las puertas del bien quedarán cerradas para quién prefiere pastar en el
valle del mal.
“La vida es sólo un sueño” decía a menudo, sonriendo.
Yo estoy listo para salir sobre mi blanca astronave, porque sé a donde me
llevará y donde se posará. Yo sé, también, de quedar libre y de andar hacia los
confines del cosmos o de volver para acariciar los corazones de aquellos, que
conmigo, han amado y sufrido por amor de Dios. Por ellos me haré ver con mi
blanca astronave y en el sueño los llevaré conmigo para gozar con sus espíritus
y para conversar, todavía, sobre la verdad eterna.
Si yo dijese quien he sido, hoy, ciertamente no me creeríais; yo no os lo
diré, pero es verdad que los acontecimientos os lo dirán, porque así lo quiere
el Padre de todos los Cielos.
Para vosotros soy un loco, un caminante chiflado, un pobre digno de
compasión, pero para el Rey, para Aquel que reina soberano por los siglos de
los siglos, fui, soy y permaneceré, en eterno, Su palabra de Amor, de Paz y de
Justicia Celeste.
¿Qué os importa a vosotros lo que yo sea?. Es mejor
para vosotros que no lo sepáis antes de que mi obra sea cumplida.
Aquel día en que mi obra será sellada por la Gloria de Dios, entonces aún
si supieseis quien yo he sido, ya que no podréis tener aquello que he
intentado, por todos los modos, daros, para volveros buenos y obedientes,
mansos y justos a las leyes del amor fraternal y universal de Dios.
PIENSO EN EL RETORNO
Cuando mi mirada se posa sobre Tu Luz, percibo el tiempo y la morada de mi
amor y de la eternidad de mi ser de luz.
Entonces pienso, pienso y la memoria abre el sendero del silencio. Veo mi
patria envuelta por una miríada de colores, acariciada por una música
penetrante y suave como una aterciopelada caricia; veo las alas doradas de los
espíritus solares vibrar y una voz que me llama:
“Hermano, hermano, el ansia de tu retorno es grande”. Pero cuando el
silencio cesa, la memoria se cierra, la imagen de mi patria queda en mi corazón
con los colores de todos mis sueños y de todas mis esperanzas.
Entonces pienso, pienso en el retorno.
Mi corazón está justificadamente cansado, pero satisfecho de haberse dado
todo sí mismo sin límites y sin condiciones.
Sus débiles latidos me cuentan su historia, sus sueños y sus esperanzas: me
dicen que es feliz, aún si sufre y mira hacia su ocaso.
Mi espíritu lo acaricia y lo conforta, lo ilumina y le
agradece por haberle servido tan amorosamente, entre una ansia y otra, entre
una esperanza y otra.
Él sabe, pero calla, calla con una lágrima y una
sonrisa que la luz rapta en su eternidad.
Escritos tales como éste de 1952:
Mi camino en la vida arrastra consigo todas las cosas
que no pueden pararse.
Así son todas las cosas que en mi no pueden morir.
Nada he dejado en el tiempo; nada ha quedado detrás de
mí; ahora todo está en mí y ante mí; nada ha quedado desatado de mí espíritu.
Ahora que soy como, en un tiempo fui, veo el pasado en el presente y el
presente en el futuro, con la misma aureola y con la misma linfa de la
continuidad eterna.
Son, para mí, queridos recuerdos aún si para otros son
fábulas. La tierra de los montes dorados y de los valles plateados fue tierra
nativa de mi cuerpo, que fue la Atlántida, resplandeciente linfa del luminoso
astro, cuna de sabiduría espiritual, de riqueza y de fuerza.
Tu luz nunca será débil, ni el aire dispersará la
eterna e inmutable melodía de tus cantos. Ricas son las sirenas y rico también es el abismo donde suavemente yace, con el Anciano de indómito querer.
Otras bellezas tuyas se inmortalizan bajo el adorado
manto ardiente como el fuego y móvil como el viento. Despierto es mi deseo en
los recuerdos que vuelven como la aurora de los cielos o como indeleble color
de llama. Tú fuiste patrona y madre del espíritu y jamás cosa tan bella dará
otra tierra, ni el sol acunará aún más dulcemente de cómo tú fuiste acunada.
Él, Sabio Padre de los antepasados, fue Sol y también Dios de los hombres
fuertes. Él nunca tuvo culpa de tu destino. Él no fue reo, sino los hombres,
los hombres fueron culpables de tu desventura y de tu silencio. Ahora tu rostro
está oculto pero mis ojos y también los del espíritu, conservan en el tiempo el
esplendor de tu exuberante belleza.
Un día, podré volver a verte en el espacio profundo y
místico de los cielos y allí volveré a ver tus montañas doradas y los plateados
valles que, con delicia y con amor, yo fijaré con el sentido más fuerte de mi
espíritu enamorado.
Entonces, sólo entonces, harás el retorno y el dios de
tus tiempos desgarrará las más densas nubes porque allí la hora de la gloria
será sonada.
Doy gracias al Gran
Conductor, por haberme llevado consigo en el “sueño” de los desdoblamientos
astrales, donde la instrucción es pura y perfecta, libre de condicionamientos,
indicándome el sendero,
los consejos, la laboriosidad para las elecciones más importantes. (Cuando no
me dejaba distraer).
Y en la laboriosidad
siempre he sido instintivo y severo, tanto como para ser considerado
autoritario.
Eugenio me daba
espacio libre y confianza, aún si no intervenía percibía la presencia.
Por segunda vez en
el sueño y luego en duermevela, Eugenio, como un viejo sabio viene a mi
encuentro, después de saludar a todos, me acompaña del brazo mientras me voy,
hablándome como un padre, en todos los sentidos, amorosamente, me acaricia la
frente, como si nada, señalándome con el índice el centro del 3er
ojo.
Saludándome me
pregunta si tenía necesidad de algo y le contesto, inmediatamente, que
esperaba, en cambio, haberlo podido ayudar yo, servir al menos un poco.
Realizarse en Dios quiere decir volverse contenedores conscientes, conocedores de deberLo servir sin límites ni condiciones, predispuestos a hacer emerger la parte positiva de la propia personalidad, que es la parte evolutiva de todos los valores experimentados.
Para un ser mortal, no hay nada más grande, más
sublime y más bello que interpretar el pensamiento divino, sentirse así como el
hombre-dios es, amar como él ama, juzgar como él juzga, guiar como él guía, ser
justo como él es.
Interpretando el pensamiento divino, he descubierto el
misterio de los misterios que concede el triunfo sobre la muerte y la gloria en
la vida.
Todo es magnificencia si se consigue pensar como el
divino piensa.
Las cosas más pequeñas se vuelven grandes y las
grandes pequeñas, lo finito infinito, lo mortal inmortal, lo breve largo y lo
largo breve.
¡Todo se pone al revés!. El mal se vuelve bien, la
oscuridad luz, el llanto sonrisa, la muerte vida.
Interpretando el pensamiento divino, te inmerges en la
profundidad de lo inconocible, de lo ignoto y de lo inexistente.
¡Entonces
estás en todo!
Había pintado la
imagen del Consolador, reflejada en la portada, en 1975, después de la
intuición de que hubiese una estrecha relación con la Gioconda.
Viví al lado de Leonardo.
Ahora me llegó fuerte el pensamiento de que él había pintado la parte femenina de la personalidad espiritual que lo inspiraba. He tenido confirmación de su profundísima, conciencia espiritual cuando he descubierto un dibujo suyo. Está representado el apóstol Juan (águila) coronado por el Sol, que tiene sólidamente entre las garras el planeta Tierra que se desliza de la playa hacía el mar.
Desde su pecho un rayo ayuda a guiar el timón, junto al evangelista Lucas (Toro), de una barca (¿el Arca?), sobre la que está el árbol vivo.
Dejo el resto al lector.
Viví al lado de Leonardo.
Ahora me llegó fuerte el pensamiento de que él había pintado la parte femenina de la personalidad espiritual que lo inspiraba. He tenido confirmación de su profundísima, conciencia espiritual cuando he descubierto un dibujo suyo. Está representado el apóstol Juan (águila) coronado por el Sol, que tiene sólidamente entre las garras el planeta Tierra que se desliza de la playa hacía el mar.
Desde su pecho un rayo ayuda a guiar el timón, junto al evangelista Lucas (Toro), de una barca (¿el Arca?), sobre la que está el árbol vivo.
Dejo el resto al lector.
Carta de despedida a los estudiosos.
Es cierto que por amor a la Verdad es necesario saber
soportar y sufrir silenciosamente, con extremo coraje y con tanto infinito
amor.
En estos años, por amor a una de las más grandes
verdades de nuestro tiempo, he soportado y sufrido silenciosamente con un
coraje, con un amor y con una fe que no han conocido ni obstáculos ni condiciones.
Esto he hecho, porque la verdad que benignamente el
tiempo y los cielos me han concedido y materialmente revelado, merecía y todavía merece más el más grande
de todos los sacrificios.
En verdad, la lucha ha sido impar, titánica con
durísimos vapuleos morales y materiales, pero mi alma siempre ha sido, en cada
situación difícil, aconsejada, sostenida, vivificada y consolada por un Amor
del cual pocos hombres sobre la tierra han tenido el privilegio de sentir y
apreciar el valor y el alcance.
He hecho aquello que humanamente era posible hacer,
con pureza de ánimo y sinceridad de corazón, sin pedir nada y sin ninguna
formalidad. Las almas pías, justas y generosas me son testigos ante el Juicio
de Dios.
He tenido cerca, también, aquellos que son más
queridos a mi corazón, sin contar los sutiles enemigos y tentadores; pero en compensación de tanta adversidad, he tenido constantemente a mí lado la
inconmensurable, prodigiosa consolación del Amor de Dios, de Sus Ángeles y de
queridas almas que han creído en mí y juntos luchado y sufrido por esta Verdad.
Los Hermanos de la Cristica Conciencia han querido
dignarse conceder a mi humilde corazón la inmensa alegría de Su presencia,
concediéndome con confianza, los conocimientos de Su volumétrica sabiduría y de
Su personal deidad, alzando, siempre más alto, mi alma, mi corazón y mi moral
en una inflamada llama de fe inquebrantable.
Ahora, nada más me podrá sorprender; nada podrá
causarme amargura; nada podrá turbar la eterna armonía y la viva alegría que la
Verdad ha edificado en mi espíritu, en mi alma y en mi corazón.
Ahora, serán los futuros acontecimientos, aquellos
acontecimientos que ninguna razón humana podrá nunca desmentir, a afirmaros
cuanto yo tuve, sinceramente, que deciros por amor de la Verdad y por santa
obediencia.
Si hubiese ignorado la realidad que he vivido; si no
hubiese sentido la potencia penetrante del Crístico Amor; si no hubiese visto
aquello que a mis ojos les fue concedido ver y si no hubiese escuchado aquello
que a mis oídos les fue dado oír, no habría expuesto mi vida al escarnio de los escépticos, a las burlas
de los hostiles; no habría doblado la rodilla ante los duros de mollera, ni
habría sentido tanta fraternal premura por la suerte de esta dolorida humanidad,
por los afligidos, por los débiles y por los sedientos de justicia.
No me habría privado del reposo; no habría pasado
noches sin dormir, ni habría suprimido el deleite que la vida ofrece a los
mortales de este mundo; no le habría quitado nada al limitado bienestar del
sudado trabajo, ni me habría quitado el pan de la boca para transformar su
valor en papel, sellos y todo cuanto es necesario para una obra tan grande.
¡No habría hecho nada de cuanto he hecho,
verdaderamente nada!.
Habría hecho el perro mudo; habría callado como muchos
han hecho y hacen con frialdad de mente y de corazón.
Si fuese como ellos también habría callado yo.
¡Sin embargo no! ¡No tengo dudas! ¡No podía hacerlo!
La Llama de la Verdad ha ardido dentro de mi pecho y
he obedecido sin pensar, mínimamente, hacía lo que me encaminaba.
He revelado cuanto he vivido y ahora, más que nunca,
conozco, el por qué.
Esto he hecho por una innata veneración a la Verdad,
al Padre Creativo, a Cristo, al pulsante y gran corazón de todas las almas
anhelantes de paz, de justicia y de amor.
Ha sido y es la realidad de la Llama Cristica y del
amor a la Verdad del tiempo de todos los tiempos que me ha concedido tanto
coraje y al mismo tiempo tanta humildad de sacrificio y tanta fe.
Ahora es veraz y tal será para siempre en la Tierra y
en el Cielo mi incondicional veneración por Aquel que vive en Purísimo Espíritu
y que también está en la semilla de toda cosa, en el corazón de toda criatura,
en la luz de todo planeta, en el esplendor edificativo de todos los Soles, en
la inmensa armonía de los universos, en todo, en todo aquello que vive en Él y
para Él siempre, eternamente.
En verdad afirmo y amo, amo infinitamente en mí, en mi
prójimo y en todas las almas que fueron, son y serán, esta Realidad Suya que no
podrá jamás, jamás morir.
Relato dos
desdoblamientos muy vivos que preanuncian los terribles momentos hacia los
cuales nos encaminaremos:
“Todos se asesinan,
es la guerra general; como divididos en dos bandos; hay quien se esconde en las
cavernas, también yo tenía una pistola material, pero no la uso. Miro a los
ojos a uno que me queria matar y se va.
Me recordaba poseer
otra pistola de energía blanca.
Encuentro algunos
amigos en una habitación oscura y una mujer que me acoge abrazándome, pero salgo, tristísimo, voy a buscar a
mi Maestro.
Camino erecto,
silencioso entre la gente reagrupada, aterrorizada, la miro con serena
indiferencia y, cada vez más ligero, me encamino levitando hacía el cielo, subo
hacía uno de los agujeros circulares de una cubierta oscura de nubes, para
asomarme al cosmos”.
Y para concluir
relato imágenes proféticas.
En la 1ª veo un
avión-caza, último modelo, que caracolea con estruendo en el cielo y veo
nitidamente, debajo, un sistema de cuatro tubos de los cuales tres enormes
radares de apuntamiento y el cuarto un último descubrimiento de la ciencia:
un enorme laser
antimateria.
De repente aparece
otro y los dos, están
a la caza de otra nave que
surca el cielo encima de mí. No hace ruido y procede ondeando, no es terrestre.
Los dos cazas lo
apuntan y emiten, de sus cañones, dos faros de luz que van sobre el blanco.
Nace un explosión de luz que revela, inmediatamente después, un fenómeno
diferente a cuanto podía esperarme; los dos cazas habían desaparecido y del
objeto parado, pulsante, desciende un cilindro de luz que gira lentamente, con
una especie de contenedor colocándose sobre el terreno. Mientras tanto, miles
de astronaves luminosas invaden la esfera celeste.
Quizás, cuando el
hombre crea ser patrón de la energía y pensará hacer la guerra contra los
hermanos superiores tutores del Orden Universal, al cual se rebela, intervendrá
la Orden Suprema de abandonar la humanidad a su destino autodestructivo y
salvar lo salvable con estos conos luminosos de recogida.
De hecho, Eugenio,
me confirmó luego que los controladores espaciales tienen bajo observación los
esfuerzos terrestres por renovar los armamentos con la super arma de la
antimateria.
Es la repetición del
error, del pecado original. El mismo estado en que se encontró el planeta
Mallona antes de explotar.
Deseo que las
páginas de este libro puedan hacer meditar a los responsables hacia el
arrepentimiento como dijo en Fátima el Genio Solar, Espíritu Madre del Planeta
Tierra, que llamamos Virgen y algunos años antes también Grigorij Rasputín,
referido en mi 2º libro.
¿Cuántas veces nos
ha ayudado la Mano Divina?.
¿Cuántos profetas y Sabios espirituales han dado la propia vida como enviados de la Conciencia Superior para quitarnos del fango?.
¿Cuántos profetas y Sabios espirituales han dado la propia vida como enviados de la Conciencia Superior para quitarnos del fango?.
¿Por qué en el mundo
Cristiano se leen tanto los Evangelios sin ponerLos en práctica y no se da la
misma importancia a las premoniciones del Apocalipsis de Juan?.
Escribió Eugenio:
Hombres‑Dioses venidos de las estrellas visitaron al Apóstol
Juan, repetidas veces, en la gruta de Patmos.
El “Quinto Evangelio” del Profeta, todavía escondido a
los ojos del profano, Juan comenzó a escribirLo inmediatamente después de que
“una extraña nube” Lo transportó desde Macedonia a Palestina, dejándoLo ante la
puerta de la Virgen María, Madre de Jesús, a punto de morir.
Los Hombres-Dioses por medio de instrumentos, entonces
y hoy de ciencia ficción, dieron a Juan, a través de simbólicas
representaciones cuatridrimensionales, las diferentes secuencias referentes al
“Apocalipsis”, o bien “los signos” de los últimos tiempos que anunciaban la
renovación, o el fin, de una especie humana implicada en una hipercaótica fase
degenerativa y autodestructiva.
Relacionaron así el fin de un mundo y el nacimiento de
otro en donde una nueva sociedad debía establecerse, (Reino de Dios en la
tierra) coordinada por frecuencias psico-fisico.espirituales mucho más
evolucionadas que las frecuencias precedentes.
El Apocalipsis quiere expresar una severa y meticulosa
selección de la especie humana vivente sobre la tierra y un renacimiento,
particularmente elaborado, de seres capaces de instruir nuevas estructuras para
la instauración de una super-civilización corroborada por incorruptibles
ideales de “fraternidad” en una luz de rígida justicia universal.
Y es extraordinaria
la similitud con este icono (foto nº 32) encontrado éste año, 1997, pintada en
el 1914, año de gran laboriosidad de Grigorij Rasputín.
Representa al apóstol Juan en la isla de Patmos, mientras escribe el Apocalipsis, asistido por la presencia de alguien a bordo de una astronave. Comparada con algunas fotografías recientes, sabemos que es un medio viajero hecho de materia psiquizada, pilotado por los Seres de Luz o Coordinadores. Uno de los motivos fundamentales de la obra desarrollada por G. Rasputín en Rusia y todavía antes por Cagliostro en Francia, era el intento de volver a llevar, en aquellos particulares momentos históricos, las elecciones de las potencias dominantes terrestres hacía el trinomio: Libertad, Igualdad, Fraternidad. ¿Cuál ha sido la respuesta?. “¡A Muerte!”.
Representa al apóstol Juan en la isla de Patmos, mientras escribe el Apocalipsis, asistido por la presencia de alguien a bordo de una astronave. Comparada con algunas fotografías recientes, sabemos que es un medio viajero hecho de materia psiquizada, pilotado por los Seres de Luz o Coordinadores. Uno de los motivos fundamentales de la obra desarrollada por G. Rasputín en Rusia y todavía antes por Cagliostro en Francia, era el intento de volver a llevar, en aquellos particulares momentos históricos, las elecciones de las potencias dominantes terrestres hacía el trinomio: Libertad, Igualdad, Fraternidad. ¿Cuál ha sido la respuesta?. “¡A Muerte!”.
Puedo salvar aquello que muta y nunca muere.
Sólo puedo coloquiar y establecer un contacto con el
Jinete Eterno, con Aquel que es hoy, mañana, siempre.
No puedo estar disponible hacia el ser temporal que no
ha alcanzado la sublimación, la incorruptibilidad, la unión perfecta y
armoniosa entre medio y Jinete.
No tengo ningún interés en salvar la vida del sueño
para perder, luego, aquella real. Mi mayor interés está dirigido al espíritu
más que a la carne.
¡La materia muta, el espíritu no!.
Cuando se dice: “Vosotros sois del mundo y yo no”,
significa: “Vosotros estáis muertos y yo vivo”.
Es este conocimiento que me ha empujado a querer morir
para enseñaros como poder vencer la muerte, para estar siempre, eternamente
vivos, inmortales.
He aquí la verdadera libertad que se adquiere si se es
capaz de conocer la verdad y hacerla propia.
Yo sé quien soy, de donde vengo y a donde voy.
Quisiera que cada ser que sueña, pudiese despertarse y
no continuar soñando para luego morir.
He vivido en este mundo trabajando y esperando ver
surgir, del humano estercolero, al hombre nuevo, al justo, al pacifico, al
incorruptible, al amante del amor aureolado de pasión por lo Creado y por el
Creador.
La esperanza no está muerta y aún si mis ojos se
oscurecen y mi corazón se encamina hacía el confin de la vida, el semen que ha
sido puesto en el útero de la Madre Tierra se nutre y crece en el desierto
poblado de muertos.
La genética de los titanes, de los inmortales, de los
seres dioses, patrones de la vida y de la muerte, revive en el silencioso
misterio que envuelve a todo el cosmos y a su escondida, eterna belleza.
No he vivido en vano, ni me duelen las heridas que el
débil y cobarde hijo del polvo me ha procurado.
Yo soy y seré siempre así como son y serán los
verdaderos hijos de mi patria, nacidos del semen de Arat, sol viviente.
DEL CIELO A LA TIERRA
Es prerrogativa del Altísimo Rector de lo Creado
discernir y separar el grano de la cizaña. Los Mensajeros de la Suprema
Voluntad hacen lo que deben hacer y dicen lo que deben decir, y no replican.
“Ningún justo está sobre la tierra”
La Luz de la verdad ha sido esparcida sobre la tierra
por los grandes conductores del Espíritu Crístico y su obra ha despertado a los dormidos y ha
vigorizado los espíritus débiles y cogidos por la granza del mal.
Nuestro incansable mensajero no era otro que “El Consolador prometido” y no debía
decir más de cuanto ha dicho, ni hacer más de cuanto ha hecho en el tiempo
querido por quien lo ha colmado de celestes gracias. Su paso seguro por los
caminos del mundo ha dejado señales manifiestas y fecundas de justicia, de paz
y de amor. Nosotros estamos orgullosos por cuanto ha hecho y dado, sin límites
y sin condiciones. De esto somos testigos. Aquellos que son del mundo no podrán
nunca comprender ni jamás testimoniarán, más bien, gritarán como en un tiempo:
“¡Crucifixión! ¡Crucifixión!”.
El príncipe de este mundo ya ha sido juzgado y con él
todos aquellos que están en el pecado del juicio. ¡Esperad y vereis!.
Era verdad entonces, es verdad hoy.
Para ser gratos al oro y a la plata, evitaban
sumergirse en la alegría de su Señor.
Para conservar la benevolencia de los tiranos y de los
malhechores, preferían no recorrer el sendero que conducía hacia la morada del
justo, del amable dispensador de bienes celestes.
Por temor a perder la riqueza de los muertos y el
deleite de los placeres desenfrenados de la carne, se arrastraban como víboras
para salir de los lugares santos.
Son estos los tibios que se creen fervientes.
Han sido y son éstos los personajes del doble juego
que, más que cualquier otro, perverso, hirieron el amor del justo, del amable
Maestro de los Maestros.
¡Como entonces, así es hoy!.
Los mismos espíritus en una carne todavía débil y
vestida de sordidez.
La historia se repite.
"Exterminaré de la faz de la tierra al hombre por
mí formado: hombres y animales, reptiles y pájaros del aire, todo exterminaré,
puesto que me arrepiento de haberlos hecho".
(Génesis 6/6).
Quizás alguien, un día, podrá redactar un informe
final referente a la lenta, atroz agonía de una civilización instruida por
seres vueltos esclavos y vencidos por la muerte.
El tiempo del "después de mí" se aproxima
rapidísimamente.
Prepararos, queridos terrestres, porque es verdad,
cierto y verdadero que el Otro, Aquél que ya ha venido, no será tan
misericordioso como muchísimos creen, ni está dispuesto a tolerar, más allá, la
ya crecida locura destructiva de los hijos de la muerte.
Prepararos a ver cuanto os habéis obstinado a rechazar , a no
querer creer.
Las calamidades, a su tiempo anunciadas, no os darán
tregua ni reposo. Tendréis cuanto os habéis merecido, rechazando la oferta del Amor más grande de todos los
amores.
Bienaventurados aquellos que se han adherido a la
Verdad del tiempo de todos los tiempos, ¡bienaventurados!.
Para éstos es el Reino Prometido, el Paraíso en la Tierra.
No habéis querido creer en el reclamo de Amor del Uno, ahora seréis obligados a aceptar, por Divina
Justicia, que el Otro os quebrante los riñones y los corazones.
Poimandres, Luz Vivificante, Sol del
Amor Santo
¿ha sido redimida la humanidad?
¡No, hijo Mío, no!.
El hombre de la Tierra ha
rechazado este Divino ofrecimiento, cayendo en el abismo de la total disolución
material.
Recuérdate,
hijo: ha escogido a Barrabás y no a Cristo, ha escogido las tinieblas y no la
Luz.
¿Si el hombre de la Tierra
hubiese aceptado la Redención, crees tú, hijo, que habría caído tan bajo?.
¿Crees tú, Luz de Mi Luz,
que se habría hecho envolver por el mal, por la violencia, por las locuras
homicidas y suicidas, y por tantas otras peculiaridades satánicas?.
No, hijo Mío. El hombre ha rechazado el Amor de Dios,
prefiriendo el odio y cuanto lo ha vuelto vil, bestial, egoísta, sanguinario, anticristo.
No ha aceptado la Ley que
instruye al hombre a ser a imagen y semejanza de Su Creador, ni se ha
predispuesto a asimilar el verdadero significado de la vida y de la
resurrección.
Pero el tiempo ha llegado y
el hombre será obligado a redimirse por Justicia más que por Amor.
Tú, hijo Mío, y los otros Ungidos, para esto estáis vivientes
entre los muertos, para ser los abanderados de la Suprema Justicia, los
Anunciadores, los Mensajeros de las Voluntades del Altísimo.
La Paz esté en tú corazón y
Mi Luz tu consolación, el consuelo de tu Espíritu, hijo Mío.
Poimandres te ha hablado.
Padre Sol,
Con Tu majestuosa belleza Te alzas en el horizonte por
la mañana y hasta la noche calientas el cuerpo y el alma de todos, concediendo
el don de la vida a los buenos y a los malos.
¿Por qué, Poimandres, Padre nuestro, nadie Te da las
gracias?
¿Por qué nadie Te adora?
Hijo de Mi Luz;
Soy Aquel que amas en cada latido de tu corazón, en cada respiro
del alma, en cada suave vibración de tu espíritu.
Soy Yo, hijo, Poimandres.
¡Escucha y goza!. Tu rosal ha florecido en la estancia de la
eterna beatitud. Tu retorno al seno de la Luz que te ha creado se aproxima.
Alegra tu espíritu, hijo Mío,
para que goce todo cuanto te rodea y amas.
Tu servicio ha sido grato a las Potencias del Cielo y de la
Tierra que se dedican a conservar intacto aquello que Yo creo y nutro.
El fuego, el aire, el agua y la tierra conservarán eterna memoria
de tu amor y de tu justicia.
Cuando tu espíritu se alzará hacia lo alto de los Cielos, la
Tierra será sacudida y la Luz del Nuevo Reino tomará morada sobre ella. Nadie
podrá, jamás, mutar tu destino, ya escrito en el libro de la Eterna Ley. Hoy
eres, mañana serás y tu obra inmortal dejará las señales de la inmutable Verdad
del Espíritu Creante.
Me visto para ir allí, donde el rosal florece en la
Luz dorada del amado Padre Mío.
Gusto ya la radiosa felicidad que abrazará mi espíritu.
Desde allí podré, sin límite alguno, trabajar para el nacimiento y el crecimiento de la generación solar de este planeta.
Desde allí podré, sin límite alguno, trabajar para el nacimiento y el crecimiento de la generación solar de este planeta.
Mi espíritu nunca estará ausente en el espíritu de
aquellos que hacen parte de mi Trinidad Divina y Eterna.
No estará ausente mi consolación hacia todas las
criaturas llamadas para ser elegidas.
Está por retornar el Ser Patronímico de este Mundo, ha
querido que yo quedase hasta el día de Su retorno.
Por consiguiente deberé prepararme para dejar esta
forma y esta sustancia. Deberé, finalmente, alcanzar mi real y eterna morada.
En verdad, ya siento la atracción de la Luz del Padre Mío y todo cuando me rodea se transforma
en la no-forma y en la no-sustancia.
Sólo en la Luz Purísima del Padre Mío veo y siento la realidad de todas
las cosas, de todas las criaturas que me han acompañado en esta última
experiencia física, en esta dimensión de lo ponderable.
Así, dentro de no mucho tiempo, podré revivir al
unísono con el Amor más grande de todos los amores, podré ser una sola cosa con
Su Divina Luz, podré gozar eternamente de todos los frutos de mis múltiples experiencias, brotadas de los Siete Ciclos Temporales Humanos.
Todavía, por última vez "La Rosa florecerá sobre
la Cruz" para luego ser libre. ¡Libre de verdad!.
Disculpadme si ya no puedo estar en sintonía con vuestra naturaleza.
Disculpadme si ya no puedo estar en sintonía con vuestra naturaleza.
Mi cambio ha iniciado y ya me siento extraño a cuanto esta
dimensión propone.
“Jesús, pues, viendo a su Madre y allí
presente el discípulo que Él amaba, dijo a su Madre: “Mujer, he aquí Tu
hijo”. Luego
dijo al discípulo: “He aquí tu madre”.
(Giovanni 19‑26)
“Yo rogaré al Padre mío que os dará un nuevo Consolador, para que quede con vosotros para
siempre el Espíritu de Verdad, que procede del Padre. Convencerá al mundo
respecto al pecado, a la justicia y al juicio.
Él os enseñará toda cosa y os hará recordar todo aquello que os he dicho. Él os guiará hacía toda la verdad porque no os hablará de sí mismo, sino que dirá todo aquello que escucha (Mensajero) y os hará conocer el porvenir” (Anunciador).
Él os enseñará toda cosa y os hará recordar todo aquello que os he dicho. Él os guiará hacía toda la verdad porque no os hablará de sí mismo, sino que dirá todo aquello que escucha (Mensajero) y os hará conocer el porvenir” (Anunciador).
Así, Juan en Eugenio
es portador de la Voluntad y de la Naturaleza del Ser Cósmico, en cuanto
procede del Padre. Ha heredado la responsabilidad espiritual de la humanidad
con la Justicia del Padre.
Hijo predilecto de
la Madre Miriam, Espíritu Solar del Planeta Tierra.
El Espíritu dorado guiará en eterno a Sus hijos espirituales.
No puede jamás tener sustitutos.
Cada uno realice en sí mismo la propia obra.
A pesar que de este libro han sido distribuidas algunas copias
y alguien tenga algunos escritos que reportar desde hace años,
la voluntad actual de Eugenio Siragusa
y el respeto que le debemos,
se reflejan en
La prohibición absoluta de una utilización indebida.
Para publicar gratuitamente pasajes del libro es obligatorio citar la fuente
y solicitar formalmente el permiso del autor.
Sitios de igual temática y Vibración:
Consultas, preguntas, comentarios dirigirse a:
orvalen@libero.it
orvalen@libero.it
INDICE
Cap.
III - Lecciones de
Conciencia Cósmica
...........................…. “
81
- 1 -
Preguntas de estudio .................………………….... “ 83
- 2 -
Alma ....................................….......………………..
“ 95
- 3 -
Astral .….............................………………………….. “ 102
- 4 -
Espíritu …........................…………………………..... “ 110
- 5 -
Psique ..................…………………………………....... “
114
- 6 -
Amor. .............………………………………………...... “
122
- 7 -
Dualidad, Trinidad, Unidad, masculina y femenina “
126
- 8 -
La Luz, el Verbo, la Vida ........….…………………….
“ 132
- 9 -
Genética
...............................…….………………….. “
143
- 10 -
Vibraciones ...........................…..…………………....
“ 153
- 11 -
Piedad, Caridad, Conocimiento, Fe …………………. “
160
- 12 -
Intuitivo, perceptivo, sensitivo .…………….…..……. “ 164
- 13 -
Discernimiento ...................…………………….…….. “ 174
- 14 -
Mutantes .........................………………………..…... “ 181
Cap.
VI - Laboriosidad
interplanetaria
...........................………... “
231
Cap
VII - Sublimación y
proyección
.........................…......…..….. “
267